Tiempo de mirar para adelante.-Capitulo 29.-

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Un beso. Otro beso. Y otro beso.

Sonrío con los ojos aún cerrados.

Se siente bien. Tan bien que me imagino lo que está pasando.

Yo reconozco esos labios –ahora haciendo presión en mi pecho-

Veo esos finos labios rosados, veo su tierna nariz, y veo sus ojos azules.

Abro los ojos de repente, exaltado, y la persona a mi lado se cae pesadamente de mi lado.

Me paso la mano por la cara para despertarme bien y me doy cuenta de todo. Recuerdo todo lo que paso anoche. Por eso me doy vuelta y miro a mi lado, está la morena que me presento Jay. Carol.

Ella se soba la cabeza y cierra los ojos adolorida.

“Está bien. Tengo que pensar que no te gusta que te despierten de esta manera, ¿cierto?” –dijo Carol mientras se arrastraba para salir de la cama.

“Mmm… Jumm…” musité mientras me frotaba los ojos para terminar de despertarme.

“Como sea, me bañaré y me iré de aquí.” –respondio ella y se dirigio al baño.

Cuando cerro la puerta del baño y se escucho el ruido de la ducha me puse a pensar.

Tomé la almohada y me tapé la cabeza.

Si. Si no hacia esto ahora, no iba a poder salir a delante.

Talvez me arrepienta luego, pero era tiempo de tratar de olvidarme de ella.

Necesitaba olvidarme de Kay.

Y si tenia que estar con Carol para lograrlo, lo iba a hacer. A demás Carol parecía una buena chica.

Era tiempo de mirar para adelante.

Me levante de la cama y me puse un jean y una remera. Cuando termine de vestirme me di cuenta de lo que había pasado con Carol.

Recuerdo que ella insistió en bailar conmigo pero yo me negué, hasta que la cerveza se puso en lugar de ella haciendo que aceptara.

Bailamos, bebimos, y volvimos a bailar. Hasta que la invite a mi habitación –no estaba tan lucido a esas horas- y subimos.

Podrán imaginar lo que paso después…

Carol salio del baño ya vestida y tomo su cartera.

“Adios.” –dijo y se encamino hacia la puerta.

“Espera.” –la detuve agarrándola del brazo. Respire hondo y ella se dio vuelta mirándome a los ojos.

“¿Qué pasa?”

“Si quieres… Puedes quedarte a desayunar conmigo.” –ofreci nervioso.

Entendia que ella estuviera  un poquito molesta por como la saque de encima mio en la cama, pero veía en sus ojos que yo le gustaba. Tenia que aprovechar la oportunidad.

“Y después te llevare a tu casa y en la noche podemos salir a cenar.” –añadi con una sonrisa.

Tenia que demostrar confianza, solo de esa manera podría convencerla.

“De acuerdo.” –respondio Carol soltándose de mi agarre y cruzándose de brazos. “Pero será comida china” –agregó  sonriendo.

Asentí y le devolví la sonrisa. Ella bajo directo a la cocina y yo entre al baño a darme una ducha.

El desayuno fue agradable. A los chicos parecía caerle bien Carol –menos a Nareesha y a Kelsey- y Jay parecía mirarme contento de que yo me haya quedado con ella.

No estaba nada mal. Carol era morena de piel palida y ojos marrones chocolate. Tenia labios carnosos y pestañas largas. Parecia una muñeca, era linda.

Cuando la deje en su casa arreglamos para salir en la noche a cenar a un restaurant chino en el centro de L.A

UNA SEMANA Y MEDIA DESPUES:

“Vamos, Nath. No seas miedoso.” –me alentó Carol desde la piscina.

Estaba parado en el balcón de mi habitación y los chicos junto con las chicas estaban en la piscina. Me habían desafiado a que me tire desde el balcón a la piscina. Y yo había aceptado porque el calor que hacía me estaba matando. Y ¿Qué mejor que un buen chapuzón para contrarrestarlo?

Inhale hondo y solte mis brazos del respaldo del balcón e impulse mi cuerpo hacia adelante.

La caída fue rápida y casi no sentí cuando iba cayendo. Lo primero que toque fue el agua helada y luego sentí los gritos de festejo de los chicos.

Carol se me acerco y me abrazo sonriente.

“¡Lo lograste, pequeño!”

“Todo gracias a tu aliento.” –respondi sonriendo y envolviéndola en mis brazos.

Ella me beso alegremente. Le devolví el beso y tuvimos que salir de la piscina pues no pude aguantar.

Nos dirigimos a la habitación y terminamos teniendo relaciones. Cuando ella se durmió salí de mi habitación y baje con los demás.

Eran las 19:30 hs y los chicos ya habían salido de la piscina y ahora estaban tomando refrescos en la cocina.

Me acerque a ellos y tome una botellita.

“Te perdiste allí arriba, ¿no?” –bromeó Max con una sonrisa burlona.

Asenti y destape la botella. “Estaba cansada.” –añadi haciendo referencia a Carol.

“Ya podrá descansar. Y tu también.” –respondio él.

“¿A que te refieres?” –pregunte confundido.

“¿Nano no te ha dicho? Mañana viajamos a Manchester por tres días.”

Casi me atraganto con la bebida.

¿Viajamos a Manchester? ¿Mañana? ¿Por tres días?

No, no, no. Esto no puede estar pasando.

Habia pasado días sin pensar en ella.

Finalmente me había sacado a Kay de la cabeza. ¿Y ahora? Ahora volveria a verla. Eso era seguro.

¿Y que le diría?

 No lo sabia. Lo único que sabia es que era hombre muerto.

No todo es lo que parece,pero...Sera nuestro secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora