Las Crónicas de los Elegidos [PAUSADA]

Dos

-¿Eres... el Viento? -pregunto. Tiro de las cadenas para liberarme, haciendo gritar al ser que me ha hablado.
-¡Oye! ¡No hagas eso!
-¡Suéltame! -lanzo al arma lejos de mí. Éste se lamenta.
-Ay... Para ser tan calladita tienes fuerza...
Suspiro.
-¿No vas a decir nada?
¿Qué quieres que diga? ¿Que un objeto me está hablando?
-Creo que es mejor que vuelvas a tu sitio -digo yendo a dónde está.
-¡Eh, espera! ¡Llevo muchos años aquí encerrado!
-Me da igual, creo que estoy loca y escucho voces...
-¡No es cierto! ¡Soy real! Yo conocí a tus padres...
-¡Ya basta! Es suficiente -le agarro y devuelvo a su lugar.

"¡No me hagas esto, Hume! ¡Sabes que esto no es lo correcto! ¡Te crees que estar solo es bueno y no lo es! ¿Qué harás cuando te obliguen a salir a la calle? ¿Podrás? Te recuerdo tu miedo...".

-¡Déjame en paz! No me convencerás con eso...

"Yo te protegeré, te lo prometo. Hagamos un trato. Tú me sacas de aquí y yo me aseguraré de que estés bien. Nadie te hará daño si estoy yo".

Me siento a su lado, curiosa por su propuesta.
-Dame razones para confiar en ti.

"Tus progenitores me enviaron para ayudarte a cumplir tu misión y protegerte de aquellos que desean matarte. Ellos se fiaron de mí, y lo siguen haciendo. Te conozco más de lo que crees, elegida. ¿Por qué se sacrificaron por ti, por su hija? Tienes el poder, la fuerza para acabar con todo esto. Yo te ayudaré y tú a mí. Déjame ser tu arma, tu protección, tu apoyo. ¿Quieres seguir con esto, esa locura que te está destrozando?".

Sus palabras me hieren, dicen la verdad. Sé que no podré durar mucho más en la soledad y el silencio. Me siento en el suelo y abrazo mis piernas. No digo nada ni quiero. ¿Cuál es el motivo para echarle cuenta?

"Sé lo que piensas, sientes y vas a decir. Estoy conectado a ti".

Estoy cansada de escucharle. Me levanto y le doy una patada. Grito enfurecida.
-¡Y tú que sabes de mí! ¿Dónde has estado mientras yo sufría? ¿Dónde?

"Hume, ya basta. Intenté hablar contigo pero no me escuchabas. Llevo meses intentándolo y hasta hoy me has respondido. Yo también lo he pasado mal aquí encerrado...".

-Está bien, está bien... Trato hecho. Te soltaré.

"¡Genial!".

Hago lo que me pide y él se desliza por todo el salón.
-¡Sabía que lo harías! Creo que no hace falta presentarme...
-Highwatch o como sea... Humedras.
-Ya lo sé, un placer. Ya era hora de conocernos. Seremos un buen equipo, te lo aseguro.
-Ya ya... -resoplo-. Mañana empiezo las clases y sería raro ir con una cadena...
-¡Ah! ¡No te preocupes! Debí de haberte dicho que puedo obtener la forma de cualquier objeto metálico... Así nadie sospechará nada. ¿Qué te gustaría que fuese? ¿Una corona? ¿Anillo?
Me detengo a pensar, sabiendo la respuesta en poco tiempo.
-Una pulsera... Recuerdo que una vez mis padres me dieron una de pequeña...
Highwatch de pronto se ilumina y sufre una transformación, convirtiéndose en un brazalete ideal para mi muñeca. Lo recojo del suelo y me lo pruebo.
-Vaaaya... Es genial...
-Cosa de ser un arma de un elegido. Ya que debes ir a eso, te recomiendo que superes el miedo, ¿entendido?
-Bueno... ¿Seré capaz? No esto...
-¡Calla y ve a la puerta! Tu puedes, ¿entendido?
-Vale... No me lo digas más veces...
Voy a la salida y agarro el pomo con inseguridad. Respiro y lo giro, abriendo la puerta.