En casa

Capítulo 13

By Bill.

- Entonces, ¿Esto es un adiós? - pregunto Raquel justo cuando terminaba de cerrar su última maleta.

Ya habían terminado los veinte días que pasaría con mi familia y conmigo.

Lamentablemente, las cosas se habían quebrado entre nosotros. Habíamos vuelto a casa hace tres días y solo habíamos conseguido cruzar unas cuantas palabras, las cosas no volverían a ser lo que fueron una vez y eso era lo mejor para ambos.

Me encontraba tan herido que no podía sobre llevar lo sucedido. Simple mente estaba cayendo sin poder ser salvado.

- Supongo que si - respondí mientras tomaba sus maletas para salir de la habitación. Debía llevarla al aeropuerto y era algo que quería hacer sólo, al ritmo que me convenía como lo habían hecho mis hermanos con su visita correspondiente.

- Bill, lo siento, de verdad - dijo deteniendo mi andar tomándome del brazo. La mire fijamente durante varios segundos y después separe su mano de mi brazo.

No había palabras que pudiera dedicarle, no me sentía cómodo hablando sobre el tema con ella, menos después de las palabras que habían terminado clavadas profundamente en mi pecho. No podía hablar sin perder la razón.

- Debemos irnos o perderás tu vuelo - dije caminando sin mirar atrás. Era lo mejor.

El viaje al aeropuerto fue silencioso e incómodo, no quería escuchar a Raquel y tampoco quería hablar.

Esperábamos su vuelo juntos pero sin dirigirnos ni ina palabra, ella me miraba pero yo no correspondía.

Entonces llamaron a su vuelo para abordar, el tiempo había terminado.

- ¡Lo siento Bill! - dijo lanzándose a mi y envolviendome con fuerza, no pude ni quise corresponder el gesto - se que te lastime y lo lamento tanto, yo estaba tan alucinada que no pensé en el daño que te hacía. He sido tan estúpida y se que me merezco tú desprecio, ¡pero no lo soporto!

La mire sin decir nada, el sólo recordar sus palabras sólo me heria más y más, envolvi un poco su cuerpo con mis brazos y la aleje de mi, vi el dolor en sus ojos y me rompió otro poco.

- En verdad lo siento cariño - soltó con pena - ¿podrás perdonarme?

- No lo sé - respondí al fin - no se que decir y no quiero pensar en ello ahora.

- ¿Cuando...?

- No lo sé, necesito tiempo - interrumpi.

- Esperaré un mensaje o una llamada...

- Es hora de que te vallas - dije girandome para irme. La deje cerca de la puerta de abordaje y salí de allí.

Dolía, claro que dolía, después de todo, nunca mentí al decirle que ella era especial, que la quería ni mentí al celarla. Lamentablemente, eso era unilateral.

- ¿Y bien, que dices? - pregunto mirándome a los ojos de forma esperanzada.

- Ni de broma lo haré, ya deberías saberlo - respondí molesto. Y es que no era para menos.

Luego de la jodida escena que Tom se había montado frente a mi aquel día en que le había estado provocando a consciencia con los tres chicos invitados, el que ahora Raquel llegará con esta propuesta sólo lograba cabrearme más.

- ¡Pero Bill! ¡No es como si fuera la primera vez que hacemos algo así! - dijo sonando molesta, sabía que no tardaría en reclamar sobre mis celos.

- Entiendelo cariño, no lo haré...

- ¡¿Por que?!

- ¡Por que se trata de mis hermanos!