Cami's POV
Después de la película...
Con Max, fuimos hasta la puerta, Harvey se había ido a lavar la cara, había llorado como una niña, así como yo.
-- Harvey lloró-- dijo Max
-- si, igual que yo
-- por que no me abrazaste?
-- eh?
-- si lloraste, sabes que puedes brazarme
-- y?
-- por que no lo hiciste?
-- no lo hice porque H, podría haberse sentido mal
Vi un poco de tristeza en su cara
Lo besé y dije:" tranquilo, me gustas tu" o algo así.
Me fui, pero me topé con Kim, quien tenía los ojos rojos y estaba muy, muy, enojada
-- por tu culpa yo no estoy con Max
-- a que viene esto?
-- Max, me rechazó por ti
-- Pero tu, estas con Ashton
-- que no lo entiendes! Chica tonta! No lo ves! Me gusta MAX! No esl estúpido de Ashton!
-- pe-pero
-- pero nada! Me gusta MAX y tu impitedes el que él y yo estemos juntos!-- sacó un cuchillo
-- otra más con cuchillo?! En cerio?! No podían ser no sé.... globos?
-- A que ter refieres?
-- a que ya eh tenido este tipo de "problemas"
-- y sigues con él
-- si, lo amo. Este tipo de cosas no interferirán en mi relación
-- entonces no te separaras de él?
-- no
-- ni aunque te amenace?
-- no
-- por qué?
-- porque, yo amo a Max, y si tu lo amaras, lo dejarías ser feliz
Dio media vuelta y se fue. Así de fácil. Yo creí que sería más dura que Tiffany. Que no hablaría conmigo. Pero, como siempre, me equivoqué. Hablamos, no me atacó ni nada. Apuré el paso, por si acaso decidía volver.
Cuando llegué a mi casa, y entré, sentí múltiples ladridos, sonaban como dos perros. Venían desde mi habitación. Subí, vi a mi perro, a un chico, vestido de negro, completamente y a otro perro.
En vez de salir corriendo, como debería haber hecho, le hablé, sentía que ya lo conocía, de algún lado.
-- qu-quien eres?
Se dio vuelta, ahí comprendí que había cometido un error, no conocía a esa persona, pero él al parecer si me conocía a mi.
Abrí los ojos bien grandes y me quedé quieta. No reaccionaba, estaba frente a un desconocido en mi habitación.
Ese tipo se me acercaba, eran dos segundos, que salvarían o no mi vida, Hace como dos horas, habría dado lo que sea porque esto sucediera, pero ahora que me doy cuenta, estaba mal. Por fin, mis rodillas se doblaron, y empezaron a correr rumbo abajo.
El tipo me agarró unos mechones de pelo, que ni me esforcé por cuidar, los cuales, habían terminado en sus manos y no en mi cuero cabelludo.
Traté de abrir la puerta, a la cual, había dejado con llave. El hombre estaba solo a unos metros de mi. Vi una ventana abierta, pero iba a ser arriesgado saltar. No me importa, es mi vida, un rasguño que otro no harán daño.