Después de un agotante día de trabajo, llegué a mi departamento. Me duché y me cambié de ropa para estar más cómoda. Iba a cocinar algo pero antes decidí chequear que había en la tele, así que me tiré en el sillón. Tomé el control y mientras estaba haciendo zapping, mi celular vibró. Lo tome y leí.
Número desconocido:
"Hola, Julianne, soy el chico castaño de ayer." -Hoy a las 20:07 p.m.
Yo:
"Hola, chico castaño del que no sé el nombre. Y por cierto, ¿cómo sabes el mío?" -Hoy a las 20:10 p.m.
Número desconocido:
"Mi nombre es Tyler. Y sé tu nombre porque tu uniforme lo decía." -Hoy a las 20:12 p.m.
Yo:
"Oh, ahora todo tiene más sentido." -Hoy a las 20:15 p.m.
Salí un segundo de los mensajes para ir a contactos y así ponerle un nombre. Luego me llegó la notificación de que tenía un mensaje nuevo.
Tyler:
"En fin, te mensajeaba para preguntarte si tienes algo que hacer mañana y a qué hora sales." -Hoy a las 20:18 p.m.
Sonreí a la pantalla no sé por qué.
Yo:
"Luego de trabajar, no. Salgo a las 7:00 p.m." -Hoy a las 20:20
Tyler:
"De acuerdo, entonces allí estaré. Que descanses, linda." -Hoy a las 20:22 p.m.
Yo:
"Te espero entonces. Igualmente, besos." -Hoy a las 20:25 p.m.
Dejé el celular y me fui a cocinar. En la comida, no dejé ni un momento de pensar en él. Estaba ansiosa y nerviosa por la cita de mañana.