-¿Y dices que el chico que vendrá tiene talento?.- preguntó Frank, mi jefe.
-Nunca lo he escuchado, pero le puedo asegurar que tiene talento.- afirmé.
Eran las 7:40 pm cuando un muchacho con una guitarra en su hombro entró al local. Apenas me vio, sonrió y se acercó a mí.
-Hola, linda.- me dio un beso en la mejilla. Oh, Dios, como desearía despertar con uno así todas las mañanas.
-Hola, Ty. Él es Frank, mi jefe.- lo presenté.
-Oh, hola. Soy Tyler, es un gusto.- se tendieron la mano y sonrieron.- Gracias por invitarme.
-No hay problema, espero que lo hagas bien.
-No dude de eso.- le guiñó un ojo y volvió su vista a mí.
-¿Y qué vas a tocar?- soy muy curiosa.
-Algunos covers y algunas canciones mías. -asentí. -Iré a preparar todo y preparar el sonido. Luego del show hablamos.- me dio un beso en la frente y se fue al pequeño escenario que estaba armado.
-Es lindo, eh. -acotó mi compañera de trabajo. -Hacen linda pareja.
¿Era verdad? ¿Haciamos linda pareja? Un ruido me sacó de mis pensamientos, era él quien con su dedo golpeaba el micrófono.
-Hola, mi nombre es Tyler Schmidt y soy el responsable de entretenerlos con algunas canciones hoy. Espero que lo disfruten.
Comenzó a tocar algunas canciones de Bruno Mars y Ed Sheeran.
Cada canción que pasaba, él la hacía hermosa a su manera. Pero definitivamente de todas las que tocó, mi favorita fue 'Lego House'.
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Pasada una hora, la gente comenzó a aplaudir y yo me sumé. Eso había estado increíble. Tenía una voz increíblemente hermosa, angelical. De todos los hombres cantantes él era el mejor sin duda.
- Muchísimas gracias a todos. - dijo y bajó del escenario.
-¿Te gustan los Legos? - le pregunté una vez que bajó. Casi tuve que gritar ya que no nos escuchábamos debido a los aullidos de la gente.
-Me encantan, cuando vayas algún día a mi casa te mostraré todos lo que he construido. - Asentí. - ¿te parece si vamos por algo para festejar? Parece que a la gente le gustó.
-Claro. - accedí.
Este lugar era café de día y bar por las noches, por lo que las luces estaban apagadas y sonaba música de fondo. Fuimos a la barra y él se encargó de pedir vodka.
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Ya había perdido la cuenta de cuantas copas tomé. Pero sé que fueron demasiadas, ya que Tyler estaba demasiado borracho como yo. Tanto que no parábamos de reírnos de cualquier idiotez.
-Julianne, ya son las 12, ¿te parece si ya nos vamos?
-Claro, pero no puedes manejar así. Pidamos un taxi. - él asintió y salimos del café/bar.
Le tuvimos que pedir a un chico que nos pida el taxi le diga a dirección ya que cuando hablábamos no se nos entendía nada gracias al alcohol.
- ¿Puedo pasar al baño? Creo que tomé demasiado.
- Claro que sí, Tyler.
Nos bajamos del taxi y subimos al departamento.