Thanks, Gemma [Larry Stylinson]

final

Louis estuvo toda la noche en su casa, solo, los gemelos estaban con su padre, Fizzy con una amiga y Lottie con Niall.

No pudo dormir.

Cuando lograba conciliar el sueño, bastaba con cerrar los ojos para que su madre apareciera en su mente.

Estaba sufriendo, realmente estaba sufriendo.

Al día siguiente decidió que lo mejor sería ir a casa de Harry, consciente de que estar con Harry significa estar con Gemma, pero no importa, solo quiere ver esos ojos verdes y tal vez sentirse un poco mejor.

Tocó la puerta suavemente, extrañado al no escuchar ni el ruido de un televisor adentro.

Nadie abrió, ni la primera vez que tocó, ni la quinta, y comenzó a desesperarse.

Realmente necesita estar con Harry.

Abrió la puerta y, para su sorpresa, esta sin seguro, aunque éso no es tan malo, ya que puede entrar y descubrir por qué no abrieron.

Entró a la casa y sin hacer ruido cerró la puerta tras él.

Volteó de nuevo y al instante se quedó quieto como una estatua, impactado por lo que sus ojos presencian.

Parpadeó un par de veces, diciéndose a sí mismo que solo lo está imaginando.

Claro, no debe estar muy estable mentalmente, su mamá murió ayer.

Pero no desapareció.

La imagen de Harry con un cuchillo en sus manos no desapareció.

La imagen de Harry lleno de sangre y golpes no se fue.

La imagen de su padre muerto a sus pies no se fue.

Es real.

—Harry— Louis habló, sin estar muy seguro de si es lo correcto o no, sin salir de su estado de shock.

Harry, que hasta el momento no había notado a Louis, lo miró y al instante comenzó a sollozar.

Louis por alguna razón sintió ganas de llorar también, pero si se altera solo hará que Harry se ponga peor.

—Hazz, lindo, ¿podrías darme eso?— señaló el cuchillo con su mano envuelta en un guante.

Harry miró el cuchillo y sollozó más fuerte.

—No, bebé, calma— pidió.

Caminó un poco hacia Harry y con una mano temblorosa tomó el cuchillo.

Al instante lo soltó sobre el sofá y agarró a Harry de los hombros.

—Todo está bien, ¿sí?

Harry solo negó con la cabeza.

—¿Dónde están tu mami y Gemma?— comenzó a pasar sus manos lentamente por los brazos de Harry, intentando que deje de llorar y temblar.

—Ellas...— sollozó de nuevo.

Louis lo rodeó con sus brazos, pegándolo a su pecho— Vamos a quitarte esa sangre de encima, ¿sí?— le susurró al oído.

El ojiverde asintió lentamente​.

Louis le dió la mano para comenzar a subir las escaleras pero Harry se quedó parado, mirando a su padre.

—Harry, vamos— pidió Louis.

El más alto de ambos no movió ni un músculo, y Louis suspiró.

Agarró por debajo de las rodillas de Harry y le pasó un brazo por las axilas, y comenzó a subir las escaleras con Harry en sus brazos.