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—Mmm... Hazz— gimió Louis suavemente, cerrando los ojos.

Entreabrio sus labios rojos, lloriqueando y dejando salir pequeños gemidos de ellos.

Movía su mano rápidamente, cubriendo su erección, sin quitar la imagen de Harry de su cabeza.

Harry. Oh, su dulce Harry.

Embistiendolo, llenandolo, dándole bastante placer.

Desde hace un par de meses Harry se mostró un poco ocupado con unas cuantas cosas (las cuales ahorita mismo no recuerda, y no piensa siquiera intentar hacerlo), y a Louis no le importó para nada, de hecho estaba feliz, no era esa clase de novio que querían a su pareja para ellos solos (bueno... Tal vez un poco, pero lo logra disimular), pero el que Harry estuviese ocupado significaba que tendrían menos tiempo para hacer el amor, y Louis extraña como ninguna otra cosa la calidez de su novio contra su cuerpo.

—Oh. Ha-harry— alzó la voz.

Su teléfono comenzó a sonar y se quejó.

Volteó la mirada y observó que era su prometido quién lo llamaba.

Sonrió. ¿Habían posibilidades de que los vecinos se hayan quejado y Harry esté camino a casa para castigarlo por ser ruidoso?

Agarró el teléfono sin dejar de masturbarse, con la esperanza de que Harry llegue en cualquier momento a follarlo, y atendió— Harry, bebé— gimió sin darle tiempo a que hablara.

—¿Louis?

—Harry- oh- te necesito tanto— mordió su propio labio, apresurando su mano.

La voz de Harry volvía loco a Louis. Tan roca, tan seria, tan divertida cuando lo desea, tan madura e infantil.

Su voz se encontraba completamente agitada, llena de pequeños gemidos, y tomando en cuenta lo que dijo... Era obvia la situación en la que se encontraba.

Escuchó unos pasos tras el teléfono, también unas cuantas risas que no eran las de su chico.

—Dios mío, Lou— habló Harry después de unos segundos—. Estabas en altavoz— avisó con un evidente tono de vergüenza en su voz.

—No me importa. Quiero que me folles.

—¿Estás en el hotel?

—¿De qué h-hablas? Mmm, Hazz.

En esos momentos le importaba nada que no fuera bajar esa erección que tenía entre las piernas.

Escuchó un suspiro exasperado— Te dije que estuvieras en el hotel a las diez de la mañana para la sesión de fotos.

Louis dejó de mover su mano.

Su pecho subía y bajaba rápidamente, su respiración era lo único que Harry podía escuchar del otro lado.

—Recuerdas que hoy es la boda, ¿verdad?

Louis colgó rápidamente, sin siquiera contestarle a Harry.

Así que esa era la razón por la que Harry estaba ocupado últimamente...

La excitación hizo una mala jugada y su mente olvidó por completo el hecho de que está a punto de casarse.

Ahora su corazón no estaba acelerado por la imagen del rizado en su mente, ahora es porque tiene que estar lo antes posible en un hotel que está a quince minutos de su casa y ni siquiera se ha bañado.

∆∆∆

—¡¿Me pueden dejar en paz?!— gritó el ojiazul, estresado.

Todos los presentes en la habitación se quedaron completamente estéticos, mirando al castaño atentamente.

Thanks, Gemma [Larry Stylinson]Where stories live. Discover now