"My bad boy" [Suga y tu]

Capitulo 40

Mas tarde, Jinhee y Jaesuk llegaron por nosotros para poder ir hacia un antro que estaba cerca de nuestra ubicación, al parecer hace poco había sido inaugurado, sin embargo, este solo era uno de muchos que estaban distribuidos en la ciudad, era considerado de los más exclusivos.

–Espero que realmente sea bueno– menciono Jaesuk cuando habíamos llegado a este –, muchos me lo recomendaron. Vamos–

En la entrada habían dos tipos que eran los encargados del ingreso de las personas, Jaesuk les mostro una tarjeta que no se dónde y cómo la había conseguido, pero esta te daba beneficios incluso más que los VIP, básicamente era una tarjeta para VVIP.

Al permitirnos el paso lo primero que llamo nuestra atención fueron todas esas luces colores neón y fluorescentes que iban de un lado a otro sobre todo el sitio del DJ que estaba en el centro moviendo y guiando la música que para ser honesto era bastante buena, el sonido revotaba por las paredes haciendo una ilusión de que todo tu cuerpo vibraba. La gente bailaba con euforia, y en un rincón la barra estaba llena de personas que solo querían obtener una bebida que los haría extasiar más.

Nos subimos hacia el tercer piso donde era similar que el primer piso, la diferencia aquí era que había un poco menos de gente, cada mesa tenía asignado un barman que podía hacer todas las bebidas posibles y eran totalmente gratis. La música de igual forma retumbaba por todo el lugar. _____ y Jinhee fueron las primeras en ir a bailar, Jaesuk se encargó de pedir las bebidas para los cuatro. Al poco tiempo, nos unimos con las chicas y comenzamos a bailar, el alcohol, la música, las risas, los bailes fueron los protagonistas de esta noche que siempre recordaríamos.

"_____"

Cansancio, sed, dolor de cabeza, dolor muscular y mucho más estaba padeciendo después de los miles de tragos que tome anoche, la luz solar me estaba fastidiando así que trate de darme la vuelta, pero, aun así, lo sentía irritable.

–¡Ahhh cierra esa cortina!–

–Buenos días para ti también, bonita.– expreso Yoongi al entrar a la habitación –Anda levántate, te traje el desayuno ya que imaginé que por todos los tragos que tomaste hoy tendrías la peor resaca de tu vida, y también tomate esta pastilla te aliviara un poco–

Me senté con mucho esfuerzo de mi cuerpo, me dolía todo. –Gracias.–

–¿Te duele mucho la cabeza?– cuestiono.

–Demasiado, siento que me explotara,– y mentira no era –¿Y tú? Pareces bastante bien–

–Es porque no tome demasiado como cierta personita, aparte de que tengo buena resistencia al alcohol– tomo asiento a un lado de mí.

–Hugh, que molesto.– rio levemente.

Al terminar el desayuno no dude en tomarme esa pastilla, necesitaba quitarme este dolor que tenía. Me volví a acostar y Yoongi hizo lo mismo, me acerco a él para así darme pequeños masajes en la cabeza que se sentían demasiado bien para mi propio bien, y sin más ambos terminamos quedándonos dormidos.

¡Ding Dong! ¡Ding Dong! ¡Ding Dong!

¡Ahhh!

Voy a matar a quien este molestando, ese mugre timbre no deja de sonar. Con pesadez me levante y baje hasta llegar a la puerta, al abrirla una muy sonriente Jinhee me miraba.

Bufe, –¿Qué quieres?–

–Yo estoy super genial, gracias por preguntar– sonrió aún más.

–¿Qué quieres?– volví a preguntar a lo que ella rio.

–No seas floja, tu solita quisiste tomar y tomar. Ve a darte un baño y arréglate porque saldremos–

–¿Hoy?–

–¡Si! Iremos a comprar nuestros vestidos– susurro con emoción.

–Ve tú, yo no estoy bien para salir hoy– hice un puchero.

–Nada de no,– jalo de mi mano para que entráramos después de cerrar la puerta tras de ella. –O te bañas tú, o te baño yo y créeme que soy capaz.– me miro desafiante y es que lo peor es que si sería capaz de hacerlo.

–De acuerdo mujer tu ganas. Dame unos minutos, ya vuelvo–

Posteriormente al haberme duchado y cambiado con algo sencillo baje no sin antes decirle a Yoongi, quien aún estaba medio dormido, que saldría por un rato. En la sala de estar Jinhee no estaba así que fui a la cocina en donde estaba comiéndose un pan tostado mientras reía mirando su celular.

–Tu siempre comiendo– sonreí.

–Me dio hambre de tanto esperar,– levanto los hombros con desinterés –Ay, que guapa estas. Grr– se acercó a mi fingiendo una cara traviesa.

–¡Jinhee! no empieces– ambas comenzamos reír.

–Perdón nena, me tientas– fingió hablar como un hombre.

No pudimos más y terminamos riéndonos a carcajadas. Al salir de la casa nos subimos a su auto para ir en busca de nuestros vestidos de novia. Por la mañana Jinhee me conto que se puso a buscar los sitios donde más recomendaciones tuviese, en total fueron dos a los que decidimos ir. El primero nos ofrecían vestidos bonitos, no obstante, eran algo sencillos.

Aquí entraban los gustos de cada persona, en nuestro caso ambas anhelábamos tener un vestido como los que las princesas usan, esos vestidos esponjosos y realmente lindos. Fue el segundo sitio donde tenían justamente ese tipo de vestidos.

–Bienvenidas, ¿Puedo ayudarlas en algo en específico?– amablemente nos recibió una trabajadora cuando entramos.

–Sería muy amable si nos muestra sus diseños– respondió Jinhee.

–Por supuesto que si– nos prestó una tableta en donde había un catálogo –, tómense el tiempo que necesiten, está dividido por clasificaciones depende del tipo de vestido que estén buscando.–

–Gracias– respondimos.

Pasamos un buen rato mirando cada diseño, la verdad es que todos eran baste hermosos que era difícil elegir uno hasta que por fin ambas elegimos, diferentes claro.

–Excelentes elecciones, les mostrare los diseños que eligieron, podrán probárselo sin problema, más sin embargo, ese no será el que se llevaran. En caso de que les guste como les queda, tomaremos sus medidas para que les quede perfectos– nos explicó la encargada que nos dirigía hacia el segundo piso donde las paredes estaban forradas de espejos y a un costado estaban los vestidores.

Nos trajo a ambas los vestidos que habíamos elegido y de verdad que nunca había estado tan fascinada por un vestido, era simplemente perfecto. Al probarlos, definitivamente decidimos que debían de ser nuestros.

–¡Oh my god! Se ven muy hermosas señoritas–

Jinhee y yo sonreímos ampliamente. –¡Los compramos!–