Es interesante observar cómo todo se transforma tan drásticamente. A lo largo de mi vida, siempre me han recordado la típica frase "nunca digas nunca". Pronunciar palabras es sencillo, pero el verdadero desafío es cumplir con lo que se promete. Los humanos, por naturaleza, pueden ser muy persuasivos cuando buscan algo que desean en ese momento. No obstante, ahora, a pocos minutos de mi boda, me vienen a la mente los recuerdos del día que conocí a Yoongi. Recuerdo el temor que sentí al enfrentarlo después de un accidente y su mirada, tan diferente a la amorosa expresión que tiene ahora. Me resulta gracioso pensar que una vez creí que nunca tendríamos nada que nos uniera y aquí estoy, a punto de convertirme en su esposa.
Jinhee y yo nos encontramos en una habitación, haciendo los últimos retoques antes de entrar a la ceremonia. Estoy realmente nerviosa, pero al mismo tiempo llena de emoción, entusiasmo y euforia. Sin embargo, también siento un cierto temor, aunque al mismo tiempo estoy completamente segura de que esto es lo que deseo con tanto anhelo. Es un torbellino de emociones para mí en este momento.
–Cinco minutos chicas.– nos avisa Lía, quien nos ayudó a arreglarnos.
–Claro, gracias–responde Jinhee.
A muchas personas les desagrada la idea de compartir su boda, prefieren tener todo el protagonismo para sí mismas, y es comprensible, ya que es una cuestión de gustos y perspectivas individuales. Sin embargo, para mí, la idea de una vida sin Jinhee es impensable. Más que una amiga, ha sido mi hermana, mi confidente, mi apoyo incondicional. Es esa persona en la que puedes confiar plenamente, que siempre estará presente para ti, brindándote seguridad y apoyo incondicional, sin importar las circunstancias. La amo de una manera que resulta difícil de expresar con palabras. Saber que el día de hoy ambas nos casaremos junto a nuestras parejas elegidas me llena de felicidad. Es emocionante ver cómo cada una de nosotras comienza su propia historia. Jinhee iniciará su camino con Jaesuk, y yo con Yoongi, pero lo que ambas sabemos sin necesidad de decirlo es que siempre estaremos ahí la una para la otra.
Jinhee extendió su mano hacia a mi –¿Vamos?–
–Vamos.– ambas sonreímos cómplices.
Los rayos solares reflejaban intensamente sobre los cristales de la iglesia, creando destellos brillantes que se esparcían por todo el recinto. El murmullo de la multitud se apagó cuando una melodiosa canción de piano comenzó a sonar, indicándonos que era hora de entrar. Intercambiamos una última mirada antes de que las puertas se abrieran, permitiéndonos avanzar hacia el altar, donde dos hombres aguardaban a sus respectivas novias.
Yoongi irradiaba su habitual atractivo, con una belleza que lo distinguía de los demás hombres. Sus labios se curvaron ligeramente al verme entrar. Cada paso que daba aumentaba mi impaciencia, deseando correr hacia él y quedarme para siempre en sus brazos. Cada experiencia compartida, cada sonrisa, cada lágrima, cada abrazo y cada risa, me reafirmaban que Yoongi era el compañero con el que quería pasar el resto de mi vida. Juntos, queríamos moldear nuestra propia realidad, pues solo él y yo entendíamos el camino recorrido, y a pesar de todo, su mano nunca soltó la mía.
Cuando me encontré frente a él, fue inevitable contener una sonrisa de pura euforia, a la que él respondió con una sonrisa igualmente radiante.
La ceremonia comenzará con nuestro compromiso, Yoongi y yo, seguido por el de Jinhee y Jaesuk. Sin más preámbulos, el pastor encargado de oficiar comenzó su discurso introductorio:
–¡Estimados amigos y familiares! Nos hemos congregado hoy para conmemorar una ocasión realmente maravillosa: el amor entre Yoongi y _____. En este día espléndido y alegre, somos testigos de su compromiso profundo, un compromiso que supera los límites del tiempo y el espacio.
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"My bad boy" [Suga y tu]
Fanfic-Mira- dijo apretando la mandíbula -A mí no me llamas poca cosa, ¡¿Escuchaste?!, yo no fui el torpe que no se fijo por donde iba y así haber chocado con su peor pesadilla- dijo apretando cada vez mas mis muñecas, que dolía -ahora, ya no seré bueno...