Cap 1

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-¿Recuerdas la primera vez que nos conocimos?- Jung Kook le dio un beso en el cuello a Amanda.

Ella estaba recostada en medio de sus piernas, mientras que él la tenía abrazada. Ambos estaban en la cajuela de un carro 4x4 de color negro, estacionado frente a una oscura y desolada playa en Busan.

El frío era intenso, por lo que se cubrían con mantas. A lo lejos, observaban una tormenta, más en ese momento, todo se veía como un cuadro surrealista. Ajeno incluso a su propia existencia.

-Cómo olvidarlo- Bajó ella la vista.

-¿Te arrepientes?- Jung Kook se preocupo al ver su expresión. Ella negó y tomó los brazos del chico para que la aferraran con más fuerza.

-Gracias a ti, ya no estoy sola en el infierno- Susurró.

Jung Kook sonrió con algo melancolía. No podía ocultar la tristeza que le invadía al tratar de darle el mundo en bandeja de plata, y no poder hacerlo.

Su situación era muy encarecida. Casi no tenían dinero. Las deudas seguían acumulándose unas tras otras, y por eso debían vender el carro. Jung Kook sabía que éste era su último paseo, y quiso aprovecharlo, pues era lo único que podía hacer para desconectarlos del mundo real antes de regresar.

No obstante, y con mucho pesar, nada dura para siempre y la realidad los llamó. Aunque no quisieron, tuvieron que retornar a su pequeño apartamento durante la noche, ninguno de los dos comentó nada. La chica tan solo se bañó y se alistó para ir a trabajar.

Jung Kook odiaba ese trabajo.  Aborrecía que ella tuviese que bailar semi desnuda frente a otros hombres en  un club. Aunque sabía que esa era su única fuente de ingresos por el momento, y debía soportarlo sin reclamo alguno.

Amanda había hecho un gran avance, pues gracias a él, hace un año que había dejado de ser prostituta. No obstante, para Jung kook, el que ella fuese una stripper, estaba lejos de ser la vida que siempre quiso para ella.

Sin embargo, así como él estaba preocupado, Amanda estaba igual que él. Jung Kook era una persona psicológicamente muy inestable. Su actitud retraída y muy violenta combinado con la presión, lo hacían tomar malas decisiones.

Su pasado había sido muy perturbador, tan perturbador como la mísera vida que la llevó a ella a convertirse en una prostituta. Cinco años en el ejército en campañas estratégicas entre Corea y E.U. habían hecho a Jung Kook así.

Era el mejor francotirador de su unidad. Se le estimaron al menos 50 muertes en  Faluyah, en los dos años que estuvo en Irak. Ganador de la medalla al honor.

Siempre el mejor estudiante, el mejor soldado. El joven ascendía con rapidez en las escalas militares. Aunque sus logros y reconocimiento eran tan pesados, que la exigencia con la que el mismo se trataba, lo llevaron a cometer un descuido al sobre exigirse y creer que el cansancio no podía afectarlo. Un mes duró su secuestro y un mes fue torturado. Terminó por desertar del ejército.

Tras el evento traumático, dejó de concebir las 50 bajas, honorarias, y empezó a concebirlas como lo que realmente eran, asesinatos. Se negó a admitir que era un héroe, para admitir la cruda realidad, era un homicida. Un hombre condenado a sufrir por sus pecados. Se había esforzado toda la vida por ser un perfecto asesino en serie.

Pero al conocer a Amanda, creyó que podría encontrar algo de redención en ella. Una mujer hermosa, delicada y que principalmente compartía parte de sus penas traumáticas desde muy pequeña.

Lucían normales a la vista de cualquier persona, pero tras toda su fachada de juventud salvaje, eran personas muy lastimeras, enfermas, y tristes. Aunque con la fe de que ambos podrían salir adelante si seguían juntos.

Jung Kook confiaba en ella a pesar de usar su cuerpo para servir a otros. Amanda confiaba en él a pesar de su pasado sangriento. Les aterraba estar separados más que cualquier historia de vida.

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Chan channnn.... espero sus comentarios

Aunque... si me van a poner que prefieren a Rayita me retiro de las publicaciones jajajajajaja

Las loveleo ❤❤❤❤❤

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