Capítulo 3: Esto no es nada normal

666 33 4
                                    

— Me parece extraño...

Hinowa preparaba el almuerzo, hablando con Tsukky, quien apenas podía escuchar por la resaca. La cabeza le dolía mucho, moría de sed y estaba mareada.

Fue invitada a la boda, pero se negó a ir. No soportaría verlo casándose con otra. Admiraba al resto de las chicas, que tuvieron el valor de aparecerse por allá.

— ¿Qué cosa? —preguntó a la cortesana.
—El hecho de que una mujer así, se case con un samurái fracasado
—honestidad bruta, ante todo —. ¿Por qué lo haría? ¿Por qué sus padres lo permitirían? Algo muy raro debe haber en ese matrimonio.

¡Tenía razón! ¡Ningún padre, en su sano juicio, dejaría que semejante orgullo familiar, se casara con él! ¡Había una conspiración detrás de esa boda!

Antes de que Hinowa siguiera hablando, Tsukky salió por la ventana, corriendo por las calles de Yoshiwara hacia el distrito Kabuki. ¡Armaría un ejército, que rescatara al diabético! ¡Lo necesitaba!

Esa misma conversación, la estaba teniendo Kondo con Hijikata, Tae con Kyuubei, Kagura con Madao y Otose con Catherine y Tama.

Sarutobi Ayame, buscaba pistas en los callejones y rincones sucios de la ciudad, preguntando por esa familia tan rica que adoptó a Gin como hijo político. No encontró nada bueno. En el sentido, de que todos sospechaban, cosas horrendas de ese clan pastelero.

Todos se encontraron fuera de la Yorozuya, mirando en dirección a la casa de Gintoki. ¿Cuándo regresaría de su luna de miel en la ciudad? Kagura abrió su paraguas, dando la media vuelta, se fue en dirección a la urbe. Nadie notó que ella desapareció.

—Voy a salvarte, Gin-chan.

Casada con Gin-chanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora