Ésta vez decidí correr. Alejarme de la playa. Las olas me recordaban su perfume y no pude aguantar. Cada paso que daba, era un km más de distancia entre nosotros. Tenia que experimentar. Me resguardé detrás de una piedra, procurando no ser oída. Estuve así por largos días hasta que, con un poco más de seguridad, me metí entre la ciudad y me perdí. Tomé mi celular y marqué su número pero lo borré. Abrí su wsp, lo cerré. Me alejé de las olas para no escucharlo, y me olvide que estaba ahí, allí en mi cabeza. Y en mi corazón.
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Olas de inspiración
Short StoryLugares recóndidos del alma florecen, con cada centímetro de agua, de piel, de mar...