Hace una semana que no sé de ti, pareciera que ya no existieras en mi vida.
Me fui de la playa unos días, en busca de otro sitio más acogedor, menos frío.
En el camino, me encontré grandes sorpresas y un puñado de hermosas risas. A veces, me olvido que haces falta.
Me sentía bien, tranquila; hasta que cerré los ojos y te ví. Te sentaste a mi lado y con una gran sonrisa me diste un beso en la mejilla con fuerza, como si me lo hubieras robado, como si me estuvieras extrañando. Te senti cerca y también te extrañé. Quise preguntarte donde estabas... pero desperté...
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Olas de inspiración
Short StoryLugares recóndidos del alma florecen, con cada centímetro de agua, de piel, de mar...