Anoche, sola en medio de la nada acompañaba del sonido de los grillos, me quedé pensando en ti y me dormí. Soñé que volvías, que volvías a mi.
Una luz brillante se antepuso ante mis ojos cerrados y comencé a sentir calor. Estaba amaneciendo. Lo maravilloso no fue la vista; acompañada de aves y multiples colores en el cielo, sino el encontrarte otra vez a mi lado en silencio. Te miré, nos miramos y todo comenzó a andar bien de nuevo. Las olas calmas, brillaban. El cielo se despejó y tenia tintes rosados. Tus ojos, color celestes inundaron mi océano de mucho mar y tu cabello dorado no dejaba de brillar. Sonreímos y se escuchó una canción, esa melodía que viene del corazón. Nuestra canción. Estábamos conectados. Lo admito, te necesito a mi lado.
La playa se volvió más hermosa. Mi sueño dejó de ser un sueño. Y vos, volviste a ser mi mar...
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Olas de inspiración
Storie breviLugares recóndidos del alma florecen, con cada centímetro de agua, de piel, de mar...