Sueños y más sueños. Estúpidos sueños. (texto sin sentido)

9 0 0
                                    

Pretendo olvidarme de ella, pero mi mente se empecina en recordarla.

Me escondo entre mis sueños, desvíos del inconsciente, más en medio de una calle la veo acercarse —trajecito de princesa, maquillaje corrido— y sin descaro me roba un beso. ¿Quién te dio permiso?

Nunca ofrezco resistencia y desespero al notar que estaba dormido... ¿Quién me dio permiso?

Como si no alcanzaran mis rechazos, visitás esos espacios carentes de paredes que me resguarden, y aunque sé que es cortesía mis instintos me delatan, yo te sigo esperando.

Jugamos a las escondidas, a querernos en silencio, a robar como quien no quiere la cosa el roce mutuo de los labios. Ya sé que no es cierto, pero cuando la fantasía le gana al miedo mil puertas se abren y mi moral no sabe hacer frente a tus rasgos aniñados.

Me esforcé este verano en convencer a mi cabeza de que sos un escape, una tierra alterna y estéril donde sólo llueve porque así lo creo, un lugar que existe para refugiarme de mis constantes fracasos, pero así como vienen a mí las mentiras de mis necedades volvés vos a derrotarlas bajo el filo de una mirada, de tu mano tendida, de otro sueño que me haga despertar anhelando.

Y vos no sos un sueño, ni un escape, ni una utopía. Sos más real que todo lo que tengo, la llamada pendiente, la hoja en blanco. 

Relatos poco cotidianosWhere stories live. Discover now