"Estabas enfadado, la primera vez que me presente ante ti estabas tan enfadado que te veías tan jodidamente sexy, con ese traje ajustado a tu piel que no dejaba nada a la imaginación, tuve que ocultar mi naturaleza ¿Sabes? A pesar de que quería hacerte de todo en ese momento no pude hacer nada más que observar cada uno de tus movimientos con deleite, la manera en la que meneabas tu culo al ir hacia mi MistMobile, tu entrepierna... ¡Joder! No estabas mal dotado... Pero finalmente tus ojos, esos brillantes ojos azules debajo de la máscara que yo solo quería ver cubiertos de lágrimas..."
Eran más de Las 6:00 p.m., para ser la primera vez en que Red Mist conocería a Kick Ass estaba llegando terriblemente tarde, y era aún peor, pues este era el que le había citado en ese callejón
-Mierda... No me digas que sobre todo... Vas a llegar tarde- dijo Dave, aunque en voz alta casi para sí mismo. Estaba de pie recargado en una de las paredes de ladrillo, con los brazos cruzados y moviendo su pie impaciente. Ese "sobre Valorado" de Red Mist le había dejado un mensaje en su MySpace, pidiéndole hora y lugar para encontrarse, el acuerdo se había hecho y finalmente había llegado el momento del encuentro, el único problema era que solo uno de los dos súper héroes estaba a esa hora en ese lugar.
La manera en la que debía presentarse debía ser algo único, algo nunca antes visto... O eso era lo que el joven vestido de pies a cabeza en rojo pensaba; Su nombre era Christopher Genovese, casi 18 años, y siendo el hijo de Jhon Genovese era considerado por Dave y sus amigos como el Ricky Ricon Geek de Nueva York, pero, a diferencia de lo que muchos creerían el hecho de tener una cantidad excesiva de dinero para gastar en cómics no hacía que tuviera miles de personas a su alrededor, al contrario, parecía siempre andar solo, vestido como un Punk cargando con dificultad una caja repleta de historietas hasta su automóvil no parecía más que un geek como cualquier otro muchacho de 17 años. La soledad no siempre convierte a los humanos en personas tímidas incapaces de hablar, a algunos puede también convertirlos en personas sin ninguna clase de empatía... Y este era el caso de Chris, que después de los problemas ocurridos entre Kick Ass y su padre había ideado un plan que estaba seguro funcionaria y así su padre no lo consideraría más un maricón..."Mira, eres un Súper Héroe, no puedes confiar en nadie más porque revelaría tu identidad" le había dicho a su padre y probablemente nunca olvidaría la mirada que John le había devuelto "¿Un súper héroe? Debes estarme queriendo joder Christopher..."
Después de todo tenía razón, siendo un superhéroe no puedes confiar en nadie más que no sea un superhéroe, una enorme sonrisa se dibujó en su rostro tan pronto como vio a la figura verde a poca distancia de donde acababa de estacionarse, el tipo si había acudido haciendo caso a su petición, despacio y haciendo el menor ruido posible se montó encima de unas cajas que se encontraban en el callejón, su perfecta y magnifica entrada estaba por comenzar.
-¡Kick Ass!- exclamó mientras daba un salto aterrizando con los pies sobre el suelo con gran impacto.
Era algo sin duda sorpresivo, pero Kick Ass estaba tan molesto que no lo había sorprendido de una buena manera, no podía pensar nada bueno del tipo, mucho menos que era genial, entonces no importaba si Chris había estado practicando cientos de veces el saltar puesto que a aquel no le impresionaba en lo absoluto. Sólo se había asustado un poco, lo cual era obvio por su sobresalto, pero más allá de eso no se le veía realmente impresionado, luego vinieron sus palabras, llenas de sarcasmo y molestia
-Pero mira quien llego...- dijo Dave, su ceño fruncido se veía por detrás de la máscara junto a algunos cabellos de su flequillo rubio.
No tardó ni en segundo en caminar hasta Red Mist, señalándolo con su dedo índice, como acusándolo -¿¡De donde diablos sacaste eso de salir y decir que tu hiciste toda esa mierda de la página web!?- le preguntó, casi gritando frente a su rostro, pues todos habían dicho que Red Mist había sido el primero en crear una página web, desacreditándolo por completo a él que estaba seguro de ser el primero.
Red Mist parecía estar en verdad sorprendido, se había dicho muchas cosas de él desde que aquel narcotraficante había sido entregado a la prisión, todo era tan extraño, pues además de los Genovese nadie sabía que aquel que se encontraba debajo de ese antifaz rojo no era más que un niño mimado hijo del jefe de la mafia.
- Oh... Jesús... No creerás todo lo que ellos me han malinterpretado, hombre...- movía sus manos nervioso mientras intentaba explicarle -... Te he quitado de encima el infierno que son todos esos reporteros- concluyó, aun no parecía lo suficiente convincente.
Se suponía debía convencer a Kick Ass y convertirse en su amigo para después apuñalarlo por la espalda, pero esa manera en la que habían comenzado no era la mejor para entablar amistad ¿Estaba celoso de él o sólo quería un motivo para obtener pelea? Fuera lo que fuera Chris tenía que encontrar algo para "enfriar la situación".-¿Qué? - preguntó el muchacho rubio, confundido, pues Kick Ass no había tenido tantos reporteros detrás como Red Mist creía y el mismo aseguraba tener.
-En serio... Todo este asunto de los súper héroes se ha estado cocinando por años...- su tono de voz había cambiado a uno realmente serio, y por su expresión lo estaba -¡Pero tú fuiste el primero en salir, y tener las pelotas para hacerlo, hombre!- para ese punto su voz inesperadamente había cambiado a la emoción
-¿Qué? - el ceño que alguna vez había estado fruncido en el rostro de Kick Ass para ese momento sólo estaba lleno de confusión.
-¡Yo soy tu más grande admirador! Esto es como conocer a Elvis, o algo así- después de todo Chris no estaba mintiendo, en realidad estaba emocionado por poder conocer a Kick Ass, y eso era algo que se había evidente con tan solo escuchar sus palabras -Oh.. Bien... Pues en un gusto conocerte también, genial tu disfraz, por cierto... - dijo, una vez se sentía menos confundido, pues si bien era difícil de aceptar el disfraz que Red Mist llevaba encima era mil veces mejor que el que el mismo se había creado, no le hacía parecer tanto como un jodido gay.
Red Mist sonrió con un poco de arrogancia al escuchar eso, había algo en esas palabras que lo hacían sentirse realmente feliz. -Mira, sé que tienes trabajo que hacer por la mañana y no quisiera sonar muy Fanboy... Pero ¿Te gustaría patrullar conmigo esta noche?- Esa pregunta era probablemente la manera de iniciar algún tipo de amistad entre los dos, la manera más fácil, la sonrisa seguía presente sobre sus labios, igual de arrogante, igual de molesta.
Red Mist aparentaba unos 20 años, eso por todo el problema de la, aunque muy corta, descuidada barba que llevaba encima, y en cuento a Kick Ass... En las palabras del mismo Genovese era como esas perras flacas y rubias que en prisión los convictos intercambiarían por Cigarrillos...
-Mira... No lo sé.. Yo no dormí mucho anoche y... - Mientras el chico en el traje verde hablaba Red Mist ya se había adelantado, caminando a pasos rápidos hasta donde se había estacionado, ciertamente no esperaba impresionar a Kick Ass con su automóvil siendo que la primera impresión no había sido para nada buena... Sin embargo...-¡Oh mi Dios! ¿Es tuyo? - preguntó con gran entusiasmo el chico de cabello rubio, para un "súper héroe" como él sería imposible costearse lujos como ese.
Red Mist le devolvió la mirada, sonriendo, siendo su sonrisa diferente a la de mismo Kick Ass, esto porque la de él si se veía y por qué ocultaba lo único que quería era presionar el delgado cuerpo del contrario contra los asientos de cuero y escucharlo gemir por su nombre... No por atracción sexual, sino por la necesidad de dominar a alguien, a una presa más fácil, a quien le estaba causando tantos problemas a la familia Genovese.
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Desde la primera noche
FanfictionResumen: "Y siendo absolutamente honesto he querido verte sufrir desde la primera noche que te vi... ¡Hasta me he hecho pajas de sólo pensarlo! ¿No te parece loco?" Red Mist cuenta a Kick Ass sus pensamientos desde la primera noche que lo vio, h...