Desde la primera noche

Obligaciones y responsabilidades del mundo real.

"... Y después de todo lo que hice por ti... Ah~ Kick Ass~, gente como tú y toda esa bola de estúpidos que te siguen no deberían existir.. De verdad que no..."

Había cosas difíciles en el mundo, si, incluso para el heredero Genovese las había, y no, no cosas como por decidir cuál estreno de la semana vería en televisión (que al final vería el que fuera o todos) o cuál color de camisa era la mejor, si no temas de verdad, temas con gran importancia... Cosas que a Cristopher le importaban en verdad ¿Y cuál era una de tus cosas? Por supuesto que Kick Ass...

El maldito héroe se había metido en su cabeza y parecía no quieres salir de esta, y era que parecía hasta ridículo pensar en algo como eso, si, era como si alguien llegase a preguntar lo que la otra persona estaba pensando y esta persona respondiera "Oh, nada, estaba pensando en un imbécil vestido de verde con amarillo con el que me veo en las noches y entre los dos jugamos a ser súper héroes" Y así de extraño como se escuchaba, así de extraño era al final.

El chico que sólo podía identificar como un joven delgado de estatura promedio con ojos azules y cabello rubio llamado "Kick Ass" se había apoderado de todos y cada uno de sus pensamientos, sin haberle pedido permiso antes, simplemente metiéndose en su cabeza así como así, tomando territorio y apropiándose de este. Si todo ese montón de pañuelos desechables usados en el cesto de basura de Chris no demostraba lo mucho que pensaba en Kick Ass seguramente lo haría el hecho de que de todo lugar donde apareciera él tenia una copia o dos, sin importar si era una nota en un periódico, o una corta mención en un programa de televisión... Él guardaba todo, en un principio queriendo convencerse de que lo hacía por que Red Mist también aparecía en estas cosas, pero al final aceptando que era por ese fascinación hacia Kick Ass... Fascinación que podía significar odio... O amor. Sólo una severa obsesión, quizás.

Todo hubiera estado bien, ellos podían llegar a algo más con el tiempo, como hacían las parejas... Pero ellos no eran ese tipo de parejas, ni siquiera se podía considerar que ellos dos fueran algo... Algo sincero,

-...Ya sé lo que él quiere decirme...- con la boca llena de cereal del que había estado comiendo Chris tomó la palabra, había llegado aquel día en el que se dio cuenta de que las cosas no eran tan fácil como él quería que fueran ... Nada podía ser tan fácil, aun si lo quería... Alguna otra cosa con la cual entretenerse habría de encontrar -¿Por qué no viene él y me lo dice en persona?- agregó a lo que antes había dicho tras pasar por su garganta lo que hacía un segundo estaba comiendo..

-...Sabes que él no puede venir Chris... John.. Tu padre es un hombre muy ocupado... Ahora sé bueno y ve con él, seguro te quiere decir algo importante.- fue la respuesta de su ama de llaves, una mujer de unos 40 años a la que Chris conocía desde que era un niño. La confianza con ella era realmente grande, incluso, y en un sentido bastante triste... Ella era más madre o padre que lo que hasta ese momento habían sido sus padres.

-¿Algo importante? Pff...- con un bufido el joven de cabello castaño y ojos color café a falta de sus lentes de contacto se puso de pie, dejando su plato donde todavía flotaban algunas hojuelas de maíz junto a una mínima cantidad de leche encima de la mesa.

-¿Y ahora qué es lo que quiere?- con las manos metidas en los bolsillos del pantalón holgado y ya iniciada su caminata hacia la oficina de su padre preguntó, la mujer iba a su lado, como si le estuviera escoltando para que no se perdiera en la infinidad de ir corriendo a su habitación... Chris sabía que eran unos pocos segundos los que habían pasado desde que él mismo había asegurado que él sabía lo que quería... Pero... Si lo sabía, si por un motivo aleatorio su padre le decía lo que él creía iba a escuchar.. Si esta opción fuera cierta... Simplemente prefería darse la vuelta para volver a su habitación.