Escuché la voz de April llamarme sin entender
por que me despertaba, la verdad yo no recordaba la pelea anterior, entonces abrí mis ojos y todos esos recuerdos se reproducían en mi mente. Sin muchas ganas me dispuse a hablar.—¿Se puede saber que quieres? —hable de una manera cortante.
—Eh.. Pues yo, es que.— Solo balbuceaba.
—Si vas a decir algo dilo ya y deja de balbucear y también dime cómo has entrado si yo cerré bien anoche para que no pasara justo esto.— Pude ver como le dolían mis palabras, a mi también me dolía ni siquiera creía que le estuviera hablando así.
—Juliet casi no dormí pensando en lo de anoche, y me gustaría que por favor me perdonaras, no debí decirte esas cosas, fui una mala amiga, te grité cosas horribles cuando mi deber era escucharte y apoyarte como tu lo has hecho conmigo, se que estuve mal pero estoy arrepentida y no quiero que estamos mal.
—No te preocupes April, tu sólo expresaste lo que guardas en ti, esa es tu opinión sobre mi, ahora lo se.
—No, no es así —sus ojos se humedecieron y noté que sus palabras eran sinceras, quería abrazarla.— Escucha Juliet creo en ti, de verdad, y tal vez esto te parecerá loco, raro o extraño y a lo mejor no me creas pero anoche cuando me acosté escuché la voz de tu madre.
En ese momento dejé caer mi cuerpo en el colchón ya que no podía creer lo que escuchaba, mi mente empezó a hacer preguntas como siempre en una situación rara.
—¿Que has dicho? —inquiri.
—Si, anoche la oí, no la vi como tu pero la escuché y me pidió algo.
—Eso no puede ser —dije a penas audible.
—Te lo juro Juliet.
—Dices todo eso para que te perdone ¿verdad? —le grité muy enojada.
—No, si quieres no me perdones pero al menos escuchame.
—¿Como puedes mentir con algo así? Sabes como me duele todo esto.
—Y te pido perdón pero es la verdad.
En ese momento la poca fortaleza que poseía se esfumó al escuchar eso, y me costaba creerle. Hundí mi rostro en el colchón y clavé mis uñas en este. Quise ahogar mis gritos de dolor, ya no podía mas y simplemente quise desaparecer.
—Cuidate de la soledad, eres su pequeña y eres muy especial.
Abrí mis ojos y mi piel se encontraba erizada al oír eso, April jamás había escuchado eso, entonces ¿Como lo supo?
—¿Quien te dijo eso?
—Tu madre —respondio sin más.
—¿Como fue? Quiero saber todo.
—Pensaba en nuestra discusión, estaba arrepentida por haberte gritado entonces mientras pensaba y me desesperaba sentí un frío recorrerme y ahí la oí pronunciar mi nombre, al principio busqué de donde provenía y creí que había sido mi imaginación, entonces me dijo que no tratara de buscarla que solo escuchara. Me dijo también que no te dejara sola y que creyera en ti aunque las cosas parezcan raras y que necesitarás mucho apoyo ya que de ahora en adelante nada sera igual para ti.
Me quede estupefacta al escuchar aquello último. Mi madre me había dicho que iniciaré una nueva etapa y no se por que pienso que no se refiere a la universidad, es algo malo, no se por que lo intuyo.
Entonces April no miente no hay forma de saber esas cosas.—April, mi madre —pronuncie con dolor. Ella avanzó hacia mi y me abrazo y yo sin pensarmelo dos veces le correspondi su abrazo.
—Juliet perdón, fui una tonta, perdoname.
Lloramos juntas y nos quedamos abrazadas durante unos minutos, realmente quería arreglar las cosas con mi amiga porqué la verdad no creía poder con todo sola y si mi madre me advierte de algo debo estar preparada. Descarte la idea de irme a casa y decidí sincerarme con April y contarle todo lo que me había sucedido desde el día de la bienvenida hasta las pesadillas y mareos, ella escuchaba atenta y me alentaba para no caer, después de todo era mejor compartir todo eso con alguien. Pero entonces ella comenzó a llorar.
—¿April que sucede? —inquiri preocupa.
—Es que todo eso te estaba sucediendo y yo no me daba cuenta que te estaba dejando sola mientras yo solo te presionaba, soy una mala amiga —dijo entre lágrimas —perdoname Juliet.
—¡Eh! Todo esta bien. No tenías como saber, yo solo quería olvidarme de todo eso por eso no te contaba
—Pero igual debí saber que algo te atormentaba —siguio diciendo entre sollozos yo la miraba comprensiva.
—No te preocupes.
Entonces después bajamos a desayunar ya que una empleada había avisado. Yo tomé una ducha rápido me vestí y fuimos a desayunar. Luego fuimos al río del que hablaba April con su abuelo, preparamos unas cestas con alimento ya que pasaríamos casi todo el día por allá y también llevamos una manta para poner todo ahí. Cuando llegamos quedé encantada, el agua era cristalina y muy limpia, mas abajo algunos peces revoloteaban, el cantar de los pájaros, la brisa y la tranquilidad que allí se sentía era inmensa. Pasamos un rato muy agradable hablando de nuestro futuro y nuestras clases. Pude olvidar todo aquello que me preocupaba.
Alrededor de las cuatro volvimos a casa y nos pusimos a ver películas de terror, una de las empleada nos llevó palomitas y soda y así nos sentimos en el cine. Después tomamos un baño y bajamos a cenar. Los abuelos de April nos esperaban para la cena.
—¿Y como les fue hoy niñas? —inquirio Susan.
—Es cierto, no nos han dicho como estuvo su día.— Agregó Lucas.
—Pues la pasamos muy bien —conteste.
—Asi es y no tuvimos problemas abuelo, te dije que este lugar es tranquilo y sin peligro.
—Me alegro que hayan disfrutado, porque una vez empiecen sus clases no tendrán tiempo.— Comentó Susan.
—Ya solo les queda el día de mañana, después solo sera estudios y quiero buenas notas.
Todos reímos ante el comentario del señor Lucas.
—Eso es verdad abuelo. Pero de vez en cuando vendré a verlos, no crean que me olvidaré de ustedes, no señor.
Cenamos y reímos mucho, fue un día muy bueno, y yo no tuve ningún suceso extraño y tampoco tuve pesadillas la noche anterior y esperaba que esta fuera igual. Mas tarde estuvimos platicando de muchas cosas y a las once todos nos fuimos a dormir, no sin antes April decirme que si pasaba o necesitaba algo o tan sólo queria hablar no dudara en llamarla. Después nos encerramos en nuestros cuartos y yo me dispuse a dormir.
Y pensé que al día siguiente pasaría otro día genial.
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Mi vida es un misterio
FantasyJuliet es una chica normal de 20 años reside en Kansas, asiste a la universidad, es de pocos amigos y es reservada. Pero un día todo empieza a cambiar, cuando descubre que no es quien cree ser. Extraños cambios comienzan a surgir en ella y descubre...