Capitulo/ 5

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— Rebecca, ayúdame con la cena, por favor —grita mamá desde la cocina. Si señores, por primera vez en la historia de esta familia, tendremos nuestra primera cena juntos, después de décadas, siglos, años, meses...Rebecca, anda tan poco exageres me habló a mi misma. Han pasado dos semanas de mi reencuentro con Aarón. Quedamos en buenas condiciones, pero lo que me impactó mucho fue lo que me dijo esa noche al traerme a casa, luego de haber llevado a Ava y me dijo: " Pronto te diré la verdadera razón por la que no te busqué, sólo espera un poco, pronto lo sabrás "  y me dejó muy confundida porque ¿Por qué tanto misterios? No podía simplemente decirme que se cansó de mi, o que ya no quería estar conmigo, los hombres complican mucho las cosas y le endulzan los oídos a las mujeres para luego confundirlas. Dejó un beso en mi mejilla y salió a abrirme la puerta para luego encaminarme a la puerta de mi casa.

— Nos vemos otro día — concluyó y luego caminó hacia su mercedes Benz.

— ¿Rebecca? — gruñó

— Ya voy, mamá — grito fastidiada. Salí de mi habitación y caminé hacia la cocina donde estaba mi hermosa madre — Dígame.

— ¿Puedes echarle esta salsa al salmón? — pregunta a lo que yo asiento — toma — me pasa un frasco con la salsa. Derramo la salsa en el salmón ahumado — y pon la mesa — camina hacia el refrigerador y saca la ensalada. Pongo la mesa como ella ordenó y luego la veo poner la ensalada encima de la mesa — ¡Hannah! — llama a mi hermana y está viene de inmediato con una cara de indignación. Al cabo de cinco minutos estamos cenando, papá quién se encontraba en su estudio se unió.

— Chicas este sábado, tu papá y yo volaremos a la ciudad de New Jersey a cerrar un acuerdo — anuncia mamá, mientras se introduce un pedazo de salmón ahumado a la boca.

— Yo iré a una fiesta en casa de Jeffrey — anuncia Hannah. Jeffrey es el casi novio de mi hermana, ella decía que eran amigos, pero eso estaba lejos de ser así. Jeffrey es muy apuesto, tiene los ojos tan azules como el cielo y es rubisimo, blanco y con los labios rosados, es atlético, alto y fuerte —me quedaré en casa de Julia — Julia es su mejor amiga desde que tengo uso de razón, son inseparables y entre ellas no hay secretos. ¿Cómo lo sé? Porque una vez escuché a Hannah contarle unos de sus secretos. Secreto  que  yo descubrí por medio de una conversación. Sé que es malo hurgar en las conversaciones ajenas, pero tenía tanta curiosidad que leí todo sin querer queriendo.

— Quédate en casa de Julia, Hannah — intervino papá — y Rebecca, te quedarás en casa de Ava — bebió un poco de agua y prosiguió— Si cerramos el acuerdo al otro día de llegar, estaremos aquí el lunes o el martes — ambas asentimos. Debíamos quedarnos en el lugar que papá mencionó hasta que estuvieran nuevamente en casa o sino seríamos castigadas duramente. Los castigos de papá eran un tanto estrictos y había que cumplirlos al pie de la letra, sino queríamos algo peor que eso.

Los castigos de papá implicaban : no celular, no salidas, no televisión, de la escuela o del trabajo a casa y viceversa, mientras que los de mamá eran más suaves, implicaban: arreglar cualqueir mínimo desorden que hubiera en nuestras recámaras, botar la basura, limpiar la casa y regar las plantas. Tanto Hannah como yo debíamos cumplirlos y creanme no querrán conocer el lado oscuros de mamá. Prefería hacer esto, que no tener celular , ni salir a ningún lado por una semana.

***

Cuando el sábado llegó, me preparé para mi jornada laboral, preparé un bolso grande para quedarme en casa de Ava por no sé cuantos días. Escogi suficiente ropa y las metí en el bolso, también cogí mi mochila y metí los libros de la escuela en ella.

La Vida De Rebecca Hunter ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora