La Vida De Rebecca Hunter ©

Capitulo / 9

— Volveré, te lo prometo — besa mi frente.

— Por favor, llámame, siempre, todos los días, a cada momen...— calla mis suplicas con un beso lento.

— Te llamaré — susurra muy cerca de mi cuando se separa.

— Prometelo.

— Lo prometo — tras decir eso me besa nuevamente, es un beso doloroso, un beso con sabor amargo, es el beso de la despedida y duele más que un corazón roto...

Abro los ojos y me incorporo sobre la cama, este sueño como miles de los que me hecho están relacionados con Aarón. No he parado de darle vuelta al asunto de él aquí, de él apareciendo de repente e ir en mi búsqueda, me parece sumamente extraño, no debo quedarme de brazos cruzados. Actuaré. Si, claro. Si desde que lo ves te ablandas.

Desde que él apareció he tenido varios sueños, todos diferentes y no sé si sentirme bien o mal, dado a que quería recordar un poco sobre mi vida cuando estaba con él, pero solo consigo confundirme más e hundirme más en mi propia miseria. Sé que no debo bajar la guardia y que debo mantener todos mis sentimientos en raya, no quiero verme tan involucrada con Aarón hasta que él me diga toda la verdad, que sé que hay más respuestas, me debe mucha explicación aunque algo me dices que no debo darle vuelta al asunto, hay más chicos en la calle, guapos e inteligentes, ningún hombre se compara a Aarón me dice mi conciencia ni Ed Sheeran, y tiene toda la razón así que no me voy a mortificar por él. Desición tomada listo. No caer por Aarón en las garras de Aarón.

Me pongo de pie y camino hacia el baño. Hago mis necesidades y salgo hacia la cocina. Mamá se encuentra ahí tomándose una taza de café.

— Buen día.

— Buen día, princesa, ¿Cómo amaneciste? —  mamá se acerca a mi y besa mi frente.

— Bien, Mamá, ¿Y tú?

— Muy bien, mi niña — se acerca al fregadero — iré con Audrey a la empresa — deja la taza en el fregadero y se vuelve a mi.

— Está bien, ¿Y papá?.

— Está en una reunión con Gio — asiento y mamá abandona la cocina para dirigirse a no sé dónde.

Busco los ingredientes adecuados para preparar pancake.

Una vez preparado mi desayuno me dispongo a comerlo.

—Hija, ya me voy, volveré enseguida, ¿Ok? —asiento, sale por la puerta que da con el garaje, termino de comer mi desayuno. Me aproximo a mi habitación, cojo mi celular de la mesita y tengo dos mensajes de Aarón. Recuerda, Rebecca, no caer ante los encantos de Aarón.

Buen día preciosa.

Espero que estés bien y te deseo un hermoso día.

Yo:

Buen día para ti también, gracias y a ti también te deseo lo mismo.

Espero por su respuesta pero no me contesta de inmediato, decido darme una ducha, cuando salgo del baño, seco mi cuerpo y aplico crema corporal en mi cuerpo, luego me visto con unos jeans , un top negro y me calzo en mis tenis.

— Rebecca, ¿Dónde está mamá?

— Buen día para ti también, hermanita — termino de ponerme el tenis del pie derecho.

— Buen día, ¿Dónde esta mamá?

— En la empresa — la veo asentir y se va. Arreglo mi cabello y me hago una cola alta. Mi teléfono vibra cuando termino de peinar mi cabello, me acerco y lo cojo; es un mensaje de Aarón que cita: