WHISPERER ●Joshler●

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Después de un rato llegamos a un lugar simplemente hermoso, apenas eran las 03:30 de la tarde, teníamos todo el día para estar aquí.

Había una cabaña en medio del bosque y un pequeño lago a unos metros de esta, sonará muy cliché pero me sentía como en un cuento.

Josh me ayudó a bajar con cuidado de la motocicleta, me acomode un poco mi sudadera y mi cabello, estaba hecho un desastre.

Todo se sentía muy fresco y se escuchaban a los pájaros cantar.

Miré el bello paisaje, el olor a naturaleza era increíble.

-¿Te gusta?- Escuché a Josh a lo lejos.

-Es muy bonito Josh, me encanta- Dije sonriendo, caminé hacia donde estaba él cerca de la cabaña.

-Esta es mi casa- Dijo volteando hacia enfrente.

-¿En serio? Yo siempre quise una así, pero me enfermo muy rápido y mis padres no me dejarían vivir en un lugar asi- Bajé la mirada triste.

-Si, en serio. Puedes venir cuando quieras Ty, sólo me avisas para pasar por ti y divertirnos un rato- Habló mirándome con una gran sonrisa.

-¿Si?- Me sorprendí de su invitación, ahora estoy muy emocionado.

-Si, por mi no hay problema, aparte Elliot estos días está muy ocupado y no tengo con quien salir- Habló sonriendo.

-Me agrada la idea- Hablé haciendo círculos en la tierra con mis pies.

El día estaba algo oscuro pero aún así se veían rayos de sol atravesar las nubes.

Josh y yo pasamos a su casa, era muy pintoresca y acogedora.

Me explicó que sus padres no vivían con él y tenía apenas un año viviendo en Ohio.

Al parecer él no llevaba una buena relación con ellos y a los 19 había decidido salir de su casa.

-Ty.-

-¿Qué pasa Josh?- Pregunté.

-Vamos a nadar al lago- Dijo sonriendo.

-Nos vamos a congelar estás loco aparte yo no traigo un traje de baño- Le dije rojo de vergüenza.

-Ven- Dijo mientras se levantaba y se dirigía hacía la puerta.

-Claro, espera ¿aquí hay señal?-

-No, deja tu celular y lo que traigas- Habló sonriendo.

Dejé mis pertenencias sobre la mesa de cristal que se encontraba en la sala y acompañé a Josh afuera.

-Vamos a jugar Tyler- Habló mirándome de reojo.

-Mmm, ¿a qué?- Pregunté mirándolo con curiosidad.

-Te voy a vendar los ojos para que no veas nada, ¿si?-

-Pe-pero dime que vamos a jugar-

-Tú te dejas caer hacia atrás y yo te atrapo- Habló mirándome.

-Está bien Josh, sólo no me tires.-

-Ven, no te tiraré, confía en mi- Dijo para que me diera la vuelta.

Pero de un momento a otro me cargó y comenzó a correr en dirección al río.

-!Jo-Josh, espera!- Grité agitado, no sabía nadar y aparte hacía mucho frío.

No reaccioné hasta que sentí el agua helada en todo mi cuerpo, salí a la superficie y comencé a gritarle a Josh, de tanto frío que tenía, vapor salía de mi boca.