9 Julio de 2015
Yo:
¡Abre la ventana!
Esteban:
¿Cómo sabes dónde vivo?
Yo:
Te seguí ayer, después de la escuela, ¡Abre la ventana!
Yo:
¡Deja de reírte!
Abrió la venta —¿Te quedaras a dormir? —dijo extendiendome su mano para pasar a su cuarto.
—Apenas llegue.—reí— Pero, ¿Por qué no quedarme? Es viernes.
Rió .—¿Te das cuenta qué no somos chicos normales?
—¿Por qué lo dices? —pregunté curiosa.
—Siempre estamos juntos, carajo, ahora deberías estar haciendo pijamadas con tus amigas y yo seguramente debería estar en una fiesta donde me ofrecen sexo, drogas y alcohol, pero los dos estamos aquí, tú viniendo a mi cuarto y de vez en cuando yo yendo al tuyo.—río.—No pensé que harías esto.
—No te iba a dejar enojado, desde ayer estas todo raro conmigo y no me gusta que estemos así. —Lo miré.
—A mi tampoco me gusta que estemos así, pero tienes que aclararme tus sentimientos, no puedo vivir con el —sonrió—"Sólo te quiero"— trató de imitar mi voz e hizo comillas con sus manos.
—Bien—Suspiré—Me gustas, sí, me gustas mucho y no me gusta que le hables a otras chicas, tampoco me gusta que les sonrías.
Su sonrisa se amplio y sus pupilas se dilataron.
—¿De verdad?
—¿Por qué mentiría?
— Recuerdo que me dijiste eso hace tiempo.—rió.