糟糕的工作
—Oye, Min, ¿tienes la transcripción del documento que te entregué? —Yoongi sacó de entre los papeles de su oficina la carpeta y se la dio a su jefe.
— Sí, aquí tiene —Éste lo recogió sin decirle nada y se dio la vuelta. "Se cree que soy su esclavo", pensó mientras volvía a ponerse a escribir en el ordenador.
"Sé que debo agradecer haber conseguido un empleo a los veintitrés años con el que lograr mi independencia económica... pero lo cierto es que lo odio. Los dedos dejaron de teclear y se quedó mirando el reflejo de su rostro en la pantalla. Qué difícil es que el ser humano esté conforme con lo que tiene... siempre estamos deseando algo más, algo diferente. Y sentimos que ese "algo" nuevo podrá llenar el vacío que notamos dentro de nuestro corazón".
—¿Así que cenas con tu familia? —Varios empleados, aprovechando que el jefe había salido de la sala, se habían puesto a charlar.
— Sí... mi mujer está desesperada porque pasemos un fin de semana con toda la familia. Yo sigo sin verle el sentido, para mí es simplemente un día en el que no puedo trabajar.
— Jajá, ya, te entiendo... por suerte yo puedo pasarla con unas cuantas cervezas y descansar al día siguiente.
—Nunca te cases, Taehyung, en serio... creerás que te casas con tu mujer, pero no. La verdad que nunca te dicen es que te casas con la suegra.
— Creo que Yoongi y Taehyung son los únicos que están a tiempo de salvarse. —uno de los hombres dijo, haciendo que el recién llamado Taehyung se sonrojara— Ah, al parecer alguien de los dos ya está tomado, ¿no?
Todos los compañeros se echaron a reír cuando Taehyung empezó a negar mientras tarteamudaba e incluso a Yoongi le hizo algo de gracia su expresión. "Quizás... para estas personas, su matrimonio es como este trabajo para mí: un infierno".
Yoongi nunca había sido alguien exigente con la vida. Había crecido en una gran familia de campo, incluso los abuelos de sus padres vivían con ellos. Puede decirse que era un hogar un tanto alocado y bullicioso como para crecer con normalidad, pero Yoongi siempre había sido feliz entre tanto alboroto. Quizás porque compensaba su timidez.
Había ido a Seúl a estudiar Económicas y Empresariales, no porque realmente fuese un sueño hacer algo así, sino porque su padre le había aconsejado que estudiase algo que le sirviese para muchos oficios. "Estudiando económicas puedes trabajar en cualquier lado, Yoongi. Todas las empresas necesitan siempre a un economista". Y en parte, su padre sí que tenía razón. Gracias a las notas y a un golpe de suerte, no le fue difícil encontrar empleo en pleno centro de la ciudad... pero eso significó renunciar al campo.
"Cuando voy a la cafetería de Hoseok... siento como si me trasladase de nuevo a aquellos tiempos. El olor del café de la abuela, los gritos de los niños, el bullicio de la gente... Mi casa siempre estaba llena de gente, desde los amigos del abuelo, hasta los nietos de los mismos. Nunca estabas solo".
Para Yoongi no sólo fue adaptarse a la vida en ciudad, sino aprender a vivir por su propia cuenta y aceptar que, al llegar a casa, no habría nadie. "Es como... si me hubiese trasladado a otra dimensión".
Sin embargo, en los cinco años que llevaba viviendo en Seúl, el último había sido sin duda, el mejor. Y todo gracias a una cafetería pequeña, bulliciosa y calentita.
"Todo gracias a una sonrisa..."
Yoongi apoyó la frente en la mesa de su escritorio al recordar la forma en que se había ido cohibido de la cafetería. "Seguro que piensa que soy el cliente más extraño y maleducado del mundo...", pensó mientras suspiraba.
— Min, necesito que me envíes los datos para hoy —Yoongi pegó un brinco y se puso recto—. Y no te duermas en los laureles y... ¿No sera hora de que te despidas de ese color de cabello tan horrendo?
—E-entendido.
"Púdrete", pensaba en silencio, mientras le atravesaba la espalda con la mirada. Volvió a mirar la pantalla del ordenador. "A pesar de que es tarde... ni siquiera tiene un poco de compasión en este día. Me gustaría verle la cara que pondría si le lanzo los papeles sobre la cara y le digo que se los meta por el culo...". Yoongi se rio solo al imaginarse a sí mismo haciendo algo así.
"Como si fuese capaz." Pero la idea era tan tentadora, que estuvo fantaseando con ella casi todo el tiempo... como si realmente pudiese llegar a hacerlo.
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uyeonhi.「yoonseok」
FanficYoongi está enamorado del dueño de la cafetería donde siempre va a tomar su café. Pero su timidez le impide acercarse a él. ¿Podrán cambiar las cosas algún día? ▶ historia corta.