5. Perséfone

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Tomó la mano de Hades y puso la gerbera en su palma, sonriéndole sin despegar su vista del otro. El mayor le sonrió y atrajo la mano de Perséfone para besar el dorso, provocando un sonrojo adorable.

Con cariño, el rubio sonrió y pasó los dedos de su mano libre por el pómulo del azabache, si hace tres semanas le hubieran dicho que se haría buen amigo del gobernante de Hades se reiría en la cara de cualquier oráculo, pero ahora no podía pensar en salir a distraerse sin él.
Con dos semanas escabulléndose de sus cuidadoras, intercambiando flores con Hades en un lenguaje silencioso de agradecimiento y algo coqueto, acostumbrándose a su piel fría que le provocaba escalofríos cuando lo acariciaba, de forma disimulada al principio, y ahora tan libremente como él lo permitía.

Giró la cabeza levemente y sintió los dedos de Hades enredar la flor en su cabello trenzado, le había enseñado a hacerlo y ahora siempre le pedía que lo llenara con las flores que escogiera. Él aseguraba no saber del lenguaje de flores pero Perséfone estaba seguro que lo conocía.

—Listo —murmuró al colocar la última flor—, puedes verte ahora.

El rubio sonrió y se inclinó hacia el río, para observar su reflejo, moviendo la cabeza de un lado a otro para alcanzar a ver todas las flores.

—Curiosa elección, mi señor —volteo a verle con una amplia sonrisa, divertida.

—Dime, anda —le instó a que le contara el significado de todas las flores que adornaban su cabello, Perséfone tenía razón, él conocía el significado pero no lo admitiría porque le encantaba admirarlo mientras explicaba.

Se dio otro vistazo y se sonrojó, ¿por donde empezar?

—La...orquídea es belleza suprema —murmuró comenzando con el largo tallo con flores rosadas que adornaba el lado izquierdo de su cabeza—. La pascueta significa belleza inocente —continuó con el lado derecho, sintiendo burbujas en el estómago al reconocer las flores y los significados—. Las primulas son sinónimo del primer amor y la reseda blanca es amor oculto, las peonias rosas son sinceridad y la lavanda es amor respetuoso —su tono de voz se volvió más suave con cada palabra al ir mencionando cada flor, tenía el rostro tan rojo y caliente que consideró seriamente el meterlo al agua.

—Te falta la gerbera rosa —dijo Hades, con media sonrisa, se veía tan hermoso apenado.

—Mila dijo...que cuando le regalas a alguien una gerbera rosa es porque le consideras la persona más hermosa.

—Que coincidencia —acaricio su mejilla con el pulgar.

— ¿Coincidencia? —preguntó volteando hacia él, curioso, y buscando más contacto con su mano, se sentía bien en su piel caliente.

—Creo que eres la creación más hermosa de toda la existencia.

—No digas eso —murmuró desviando la mirada, estaba tan apenado y emocionado que quería llorar.

— ¿Por qué no? Lo eres —le abrazo en cuanto lo vio cubrirse el rostro, refugiándolo en su pecho.

—Afrodita es la más hermosa, yo...

—Puede ser, pero la arrogancia la hacen un ser horrible en su interior...tú no eres así —tomó su mentón con cuidado, haciendo que alzara la vista.

Perséfone tuvo que tragar saliva para darse valor al ver al azabache a los ojos, quería saber, no podía seguir conteniendo todo eso en el pecho solo esperando ser correspondido por arte de magia.

— ¿Me amas, Hades?

El mencionado lo observó y suspiro, admirando su rostro precioso aún coloreado de rosa, su cabello de oro trenzado en una corona y las flores de colores suaves que le hacían ver aún más inocente. Estaría loco si decía que no, aún si se arriesgaba a que su hermana quisiera matarlo.

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