Capitulo 12

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*James y Gwen Toman asiento en una de las mesas de la cafetería*

-Gwen, me siento un tonto por tirar tu café, de nuevo discúlpame

-Siéntete más tonto por pedir tan repetidas veces que te disculpe. Tranquilo James, fue solo un accidente

-¿Ibas algún lugar?

-Si, Tenia una cita

-¿Bromeas?, te estoy retrasando entonces

-Creo que te encanta sentirte bien tonto. No te preocupes, en serio, quiero disfrutar de este café un momento

-¿Pero tu novio te espera?

-Jajaja, James, nunca mencioné nada a cerca de un novio 

*Gwen regala una hermosa sonrisa y una perpetua mirada encantadora a James* 

-Se supone que me encontraría con unas amigas, pero antes de tu heroico intento por llamar mi atención tirando mi café, recibí un mensaje de parte de ellas.

*James baja su mirada hacia sus manos y sonríe* 

-¿Te encanta este sitio verdad?

-Si, me trae calma, puedo encontrar mi paz, la mayoría de las personas tienen su lugar ¿me entiendes?, una banca en el parque, un árbol, la playa. Este lugar se ha convertido en mi sitio, siempre he sido un chico de ciudad y que un lugar publico sea mi sitio ideal, pues quizá es algo común.

-No quiero entrometerme en tus cosas James, pero de tantos sitios que existen en el mundo, ¿Este es el tuyo? 

-¿Por que lo dudas?

*Gwen se queda callada ocultando la respuesta* 

-Recuerdo el momento que me atendiste por primera vez, estaba leyendo un libro interesante y tus palabras, me hicieron pensar un poco más las cosas. 

-¿Lo dices en serio? 

-Si, por supuesto, ¿que pasa?, parece que ocultas algo

-Es solo que...

-Anda dime

-Ok, se que apenas me conoces, pero te he observado varias veces y no estoy segura de que aquí has encontrado calma. Es más, puedo estar segura de que allá afuera, existe otro sitio mejor para ti. Tienes razón, quizá ese día lograste estar un poco más calmado, al leer las lineas de ese sabio libro, deleitarte por una exquisita combinación de algo distinto a lo que acostumbras, pero fue momentáneo James, la verdadera calma la creas tu, en tu interior, ordenando tus pensamientos, tus sentimientos, conociéndote a ti mismo. 

-¿Tu te fijaste que estaba mal esos días? 

-Yo supe desde el principio el motivo de tu tristeza. 

-Espera, aguarda un minuto, ¿Desde que momento me observaste?. 

-Trabajé aquí desde hace unos meses, un día, estaba ocupada atendiendo otras mesas y te vi, un poco impaciente, mirabas tu celular incontables veces y hacía la puerta otras incontables veces, parecía casi automático, tardaste rato sin pedir un segundo café, en ése instante llego ella 

(Woow, allí inicio todo, Gwen fue testigo de casi todo, ¿como no me fije de ella?). 

-Vi su aura, sus intenciones, no hay que conocerla muy bien ¿sabes?, consigo trajo dolor y decepción, era tan distinta a ti. En el momento que se aparto de la mesa supe que había iniciado una reacción en cadena. Ella te haría sufrir 

-¿Que mas observaste? 

-¿Es momento de hablar de eso?. 

-No hablamos de ella, hablamos de mi. 

Crónicas De Un Corazón Herido - J.D.RomeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora