Preocupación - jeremike

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La noche siguiente, pensó que a Jeremy lo molestaban sus compañeros de curso.

En su escuela, el bullying parecía ser un problema común... Su colegio no era muy bueno, pero estaba cerca de su casa. Tampoco sus profesores eran de lo mejor.
Y todos creían que con charlas aburridas o colgando afiches que nadie leía los insultos no saldrían de las bocas de sus alumnos ni se armarían peleeitas en los recesos, pero se equivocaban. Se equivocaban de una forma tan brutal que, obviamente, más de una persona sufría de acoso en su escuela.

A Mike le inquietaba mucho que Jeremy pudiese estar en esa lista de personas agredidas. Ya era lo suficientemente malo que él fuera su único amigo como para que haya personas que lo molesten. A Mike le dolía el estómago mientras pensaba en cómo se sentiría de intimidado su amigo si de verdad fuera una víctima de bullying.

—¿Quién puede ser tan hijo de puta...?—susurró, abrazándose a sí mismo con fuerza.

Jeremy, siendo sensible, tímido, poco hablador, y ahora, una persona deprimente, seguramente era muy susceptible ante una burla. Y más aún a un golpe.

Pero él ya estaba cansado de pensar en cosas malas, se estaba aburriendo de las cosas tristes. Y por eso, Mike cerró los ojos e intentó imaginarse junto a su amigo, tomados de las manos y sonriendo felizmente.

Pero no pudo.