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La noche siguiente, Mike no quería seguir dándole vueltas al tema del bullying. No por el momento, pues se sentía algo estúpido por no haberse dado cuenta antes. Lo dejó como una sospecha; una terrible posibilidad. Ya que de eso se trataba lo que estaba haciendo, descartar y suponer.

Suspiró, pensando en algún otro problema típico de la adolescencia o algo parecido, pero no se le ocurría nada.
Él comenzaba a creer que al pensar y repensar en la vida de Jeremy se le escapaba la suya. Ó que al hacer eso estaba metiédose demasiado en sus problemas o algo parecido, y que si el castaño se enteraba seguramente le tendría miedo o alguna estupidez así.

Mike estaba exagerando. Mike necesitaba dormir.

Entonces, casi totalmente consumido por el sueño, se dá media vuelta en su cama y mira al techo. Tiene miedo de que Jeremy se enoje y ocurra una de esas situaciones cliché en la que las personas se enojan contigo con la excusa de que no tuviste la confianza de decirles cómo te sentías o qué pensabas.
La estupidez de la gente le asusta.

En realidad no. Está asustado porque se abrió una puerta de su armario y siente que algo lo está mirando fijamente, como cuando era pequeño. Pero ahora no podía correr e irse con mamá para acusarle que había algo en su armario, porque ahí no había nada raro.

Entonces pensó que quizás Jeremy estaba triste porque también tenía algo en su armario.

Preocupación - jeremikeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora