capítulo seis.

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Deja que te diga una cosa, Mark Tuan. No soy una buscavidas. No me iría a la cama con cualquier hombre. Y no quiero a ningún hombre más que a ti. Aunque Dios sabrá por qué, cuando tú te imaginas que yo podría hacer una cosa así.

Mark se quedó quieto y SunHee vio fascinada cómo se ruborizaba.

¿Quieres decir que estoy equivocado?
  ¡Quiero decir que me dan ganas de pegarte una bofetada!

Mark dejó escapar un suspiro y empezó a frotarse el cuello con la mano. Cuando volvió a mirarla, su expresión era de arrepentimiento.

Estás enfadada.
  ¿No me digas? Me parece que tengo derecho, ¿no? He pasado un día de perros en el Juzgado y ahora tú sugieres que...

SunHee dejó de hablar cuando vio la sorpresa en su rostro.

¿En el Juzgado? -preguntó él.

SunHee se dio cuenta de que iba a tener problemas. El tema del trabajo no había salido hasta entonces y, aparentemente, tampoco lo habían mencionado sus padres. Le hubiera contado lo que le hubiera contado Hye, ella tenía que decir la verdad.

Claro, soy abogada -anunció conteniendo el aliento a la espera de su reacción.
-Creí que eras una secretaria dijo Mark frunciendo el ceño.

A SunHee le dio un vuelco el corazón. Había mucha diferencia entre una secretaria y una abogada. ¿Cómo iba a explicar eso?

El color desapareció de sus mejillas. Lo único que podía hacer era inventar algo.

No recuerdo haberte dicho nunca eso respondió, diciéndole la verdad y esperando que no se diera cuenta del temblor en su voz.

Para su asombro, Mark se encogió de hombros.

Y no me lo habías dicho, pero cuando dijiste que trabajabas en una firma de abogados, yo asumí que eras secretaria.

A SunHee la molestó que su hermana no sólo se apropiara de su nombre sino de su profesión también. No del todo, porque no hubiera podido hacerse pasar por abogada, pero casi. Sin duda habría pensado que la haría más aceptable a los ojos de Mark.

Afortunadamente entre la mentira de su hermana y la presunción de Mark, SunHee tenía sitio para maniobrar.

Creí que un abogado no asumía nada sin haberlo probado antes dijo con la barbilla agresivamente levantada.

Acepto la corrección, pero declaró que había circunstancias atenuantes dijo sin separar la mirada de su cara.

Esa mirada podía haber incendiado un bosque y desde luego encendió su sangre.
Necesitó todo su aplomo para esconder su reacción.

¿Qué circunstancias atenuantes?

Mark sonrió.

Que cuando estoy contigo no puedo pensar con claridad.

¡Si él supiera!, pensó SunHee con un suspiro ahogado.

Eso me suena. Y sobre lo de llegar tarde, estaba investigando y se me pasó la hora. Lo siento.
Eso sí que lo entiendo dijo mirándola con curiosidad¿Y has ganado el caso?

Los ojos de SunHee brillaron triunfantes y sonrió abiertamente.

Por supuesto.
  Nada de falsa modestia, ¿eh?
  Soy muy buena en mi trabajo dijo levantando la barbilla.

STOLEN LOVE ; MARK TUANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora