Capítulo 2: "Excelso"

900 47 11
                                    

 Octubre, 2012.
Desperté como siempre, el reloj marcaba las cinco con veinte de la mañana, estoy un poco cansado. Me cambio de ropa, tomando lo primero que encuentro; es Octubre, hace algo de frío.
Hoy me he vestido totalmente de negro, vaya novedad. Me acercó a la cocina, tomó dos tazas de café, mientras veo por la ventana... aún hay muy poca gente en las calles; cierro los ojos suspirando... ya van dos meses desde que lo conocí. Podía verlo en mis sueños, aunque ahora mismo puedo seguir haciéndolo aunque haya dejado de soñar...
Voy a buscar mi mochila para colgarla a mi hombro, mis padres están viajando otra vez, me pongo la chamarra negra que me gusta tanto. He estado bastante reflexivo últimamente... supongo que es por lo que pasó tres años.
El reloj ahora marca las seis con diez, me encuentro adentro de mi carro, voy a la primera clase del martes, voy a verlo, hoy me parece que hay examen... no estudié mucho, el tema en sí no me gusta tanto, pero siempre me ha resultado fácil.
El semáforo está en rojo, ¿por qué comencé a sentirme así? Estoy feliz, pero a la vez algo vacío. Falta algo, después de todo no puedo evitar el círculo vicioso que yo mismo me provoco.
Soy el primero en llegar al salón, la luz ni siquiera está prendida. Entro, me siento frente al escritorio... pienso; me emociona verlo de nuevo, la semana pasada no asistió a clases, ya que se fue a un congreso, o algo parecido. Desde la primera vez que lo vi, hasta la fecha; puedo recordar con demasiada exactitud lo que ha pasado día con día. Todo lo que ha dicho, las veces que me ha mirado, las ocasiones en las que he respondido; cuando he pasado al pizarrón, las pocas veces que he fallado, cuando le he preguntado... y cuando hemos platicado... tantas y tantas veces, que no sé, si aún somos alumno y profesor... o algo parecido a unos amigos.
------------------------------------------------
Enero, 2014
Ahora mismo me irrita mucho verlo o escucharlo. Salí del salón a toda velocidad. Creo que intentaba hablarme, pero ya no quise girarme a verlo. A fin de cuentas ¿con qué cara quiere buscarme, y con qué cara puedo hacerlo?, si tampoco yo la tengo.
Además yo no quería nada de esto. Entré a la universidad y sabía que en algunas ocasiones tendría que encontrármelo, pero de ahí a que fuera mi maestro de nuevo... ¡Eso nunca¡ pero el jodido destino o lo que sea...
Cambiaron al profesor que inscribí a último momento, un día antes de la clase, y ¿cuál fue el nombre que vi en la pantalla de mi computadora? "Hatake Kakashi"; primero pensé que era un error, que seguramente el sistema se había equivocado, no sé... algo.
Subí las escaleras al día siguiente, entré al salón y lo primero que pude observar fue...a él; estaba sentado en el escritorio leyendo un libro como siempre. Volteó a verme, creo que tampoco se esperaba algo como eso, bueno, eso pienso.
Nos seguimos mirando, ambos incrédulos, yo seguí caminando a mi lugar. No dijo nada, me seguía observando, yo lo sentía aunque parecía que no. Lo ignoraba olímpicamente, siempre he sido muy bueno en eso y de repente...
-Siempre te ha gustado ese asiento, ¿he?
-Silencio
-¿Cómo te está yendo? Estudiar literatura moderna al final no es tan fácil como todo el mundo piensa
-Silencio de nuevo
-Sasuke, -se levantaba- déjame hablar contigo, yo...
-No hay nada que explicar –sentenciaba el chico, levantando la mirada- las cosas quedaron muy claras la última vez
-He tratado de decirte que no es como piensas que pasó
-Yo sé lo que pasó –hacía hincapié con su voz- no necesito recordártelo
-Sasuke...-Kakashi podía dejar ver una cara de abatimiento-
-No esperes que las cosas vuelvan a ser como antes
-Pero yo te...
-Gracias por brindarme su ayuda... sensei –Sasuke con la mirada le indicó a Kakashi que alguien más estaba cerca; no era buena idea que pudieran escuchar de qué iba su plática-
-De nada, Sasuke-kun –suspiraba con pesadez-
Todas las clases era lo mismo, me distanciaba por completo, no pensaba ceder ni un poco, no quería arreglar las cosas que no tenían remedio alguno. Mucho daño nos hicimos como para si quiera pensar en volver a intentarlo.
Y aun así yo... no pude evitar sentirme... como antes, antes.
Pasaron dos meses, y con cada clase, moría más y más por dentro, al ver a Kakashi frente a mí, prácticamente todos los días. No dejaba más que un vacío más grande que el de ayer, aunque menos que el de mañana... con su cara de agonía, volteándome a ver cada vez que podía; me hacía sentir más decaído, aún más corrompido, y aún más quebrado que antes. Lo más triste, es que yo, comenzaba a ceder, mi debilidad tan grande, como siempre...
Dos años antes
-¿Cómo te sientes hoy Sasuke?
-Bien
-¿Sólo bien?
-¿Acaso me veo mal?
-Sabes que no lo digo por eso
-Es sólo... lo de siempre
-En todo este tiempo, he podido darme cuenta de muchas cosas, lo sabes. Sería un desperdicio que alguien como tú no pudiera salir adelante
-¿A qué te refieres?
-Creo que lo sabes –después de lanzarle una mirada tan profunda, capaz de hacer sonrojar a Sasuke, sonrió por debajo y se levantó. Caminó hacia la puerta, y con mucho sigilo la cerró, sin que el chico se diera realmente cuenta-
-Yo he hecho todo lo posible, por seguir luchando
-El hecho no es que olvides –caminaba por detrás de él- sino que recordarlo no te haga sufrir
-¿Y cómo lo logró? –Sasuke ladeaba un poco el rostro para poder tener contacto visual con Kakashi
-Perdonando –sonreía- y perdonándote a ti mismo
-Yo creo que, necesito ayuda para ello
-Inténtalo, -lo miraba de forma suave y amena- yo sé que puedes; además sabes que cuentas conmigo para lo que sea
-Gracias... Kakashi
-Tú... nunca necesitas dar las gracias
-Yo... -Sasuke por primera vez en tanto tiempo, se sentía, tal vez, ¿nervioso? Ni siquiera estaba seguro de ello-
-¿Quieres ir a comer mañana?
-¿Mañana?
-Sí –volvía a sonreír- deberías salir más. Además tu situación no está como para que te quedes en casa a deprimirte aun por todo lo que está pasando. ¿Qué dices? –se cruzaba de brazos- si por mi fuera podríamos ir ahora mismo, pero soy esclavo de la directora y me pidió que estuviera en una junta a esta hora. Así que debo retirarme. Pero podemos seguir platicando de esto mañana
-¿Cómo no agradecerte?
-Sólo hay un detalle
-¿Cuál?
-¿Es un problema para ti... -dudaba por unos instantes- que sea en casa?
-¿En tú casa? –Sasuke lo miraba incrédulo, pero al parecer ambos lo sintieron al mismo tiempo; ese famoso "clic" cuando dos personas están en la misma sintonía-
-Sí, justo eso
-Ninguno... no hay problema
-Sólo otra cosa. ¿Sabes por donde estaciono el carro?
-Te veo ahí
-Te percatas muy rápido
-Creo que soy buen observador
-Eso me gusta... -susurró-
-¿Qué?
-Eso es muy bueno... ser, observador...
---------------------------------------
Marzo, 2014
-Sasuke-kun
-¿Necesitas algo?
-¿Crees que pudieras...
-No
-Ni siquiera he acabado
-No me interesa Sakura
-Que mal educado eres...
-Si no te gusta como soy, ¿entonces por qué me hablas?
-Yo...
-No necesito tu lástima
-No es lástima idiota...
-Sasuke por un momento decidió prestarle un poco de atención-
-No me gusta que estés solo y quieras mantener lejos a los que nos preocupamos por ti. Entiendo que aún no te hayas recuperado... pero necesitas a la gente que te quiere y te estima a tu lado para que te cures por completo
-Tú...
-Deja de crear esa barrera de hombre dolido... eso si da lástima Sasuke
-La miró profundamente-
-No tengo el interés que tú piensas... lo único que quiero es que seamos buenos amigos, como antes. ¿Qué quieres? Parece que no, pero en parte me siento culpable por no haber estado allí. Quiero saldar cuentas contigo
-Sigues siendo tan fastidiosa –sonreía de medio lado-
-Y tú sigues siendo tan necio... -se sujetaba del brazo de Sasuke-
-¿Qué era lo que querías?
-Vaya, hasta lograste que se me olvidara... quería ver si hacíamos juntos el ensayo para literatura...
-¿Sabes? Aun no me queda claro, en qué momento cambiamos tanto
-Tú y yo necesitamos un café...-lo miraba- creo que esta, no ha sido la reintroducción más adecuada ni para ti, ni para mí
-Aunque siendo sinceros... hubiera preferido que todo eso, cuando pasó... hubiera querido que estuvieras ahí
-Cuando me enteré de lo que pasó... además de no creer ni un poco de todo lo que decían que eras... lo que en verdad se me hizo imposible, fue que todos "ellos" hubieran decidido hacerte eso... de haber sabido, jamás me hubiera ido
-Tampoco es para tanto, es decir, era mejor que fueras... ¿sino, cuándo más? Oportunidades así siempre hay que tomarlas
-Pero a cambio tú tuviste que afrontar eso solo...
-Las cosas pasan por algo...
-Pero mira que haberlo hecho justo cuando todo estaba cambiando... afortunadamente al parecer, jamás volveremos a verlos
-Si bueno...
-Pero eso no justifica que me hayas alejado tanto. Desde que llegué decidiste no hablarme más
-No lo tomes a mal, pero tú también eras parte de ese pasado. Y desde que estoy en la universidad decidí dejarlo atrás...
-Eso me incluía a mí
-Pero como siempre... nunca te cansas de estar buscando
-Puede que yo represente gran parte de tu pasado, pero crecimos juntos, estuvimos juntos mucho tiempo... incluso... salimos como algo más que amigos por un tiempo. Tú conoces mis secretos, yo conozco los tuyos... es así, soy parte de tu pasado, pero de uno muy diferente al que ellos involucran
-Supongo...
-Aun así me debes este café y todos los demás que yo quiera
-¿Y eso por qué? –la miraba divertido-
-Por todos los golpes bajos que me has dado, ¿por qué más?
-Sí claro –no podía evitar reír aunque sea un poco-
-¿Lo ves?
-¿Qué?
-Por fin reíste... -la chica abiertamente lo miraba muy feliz-
-Ya basta –seguía mirándola con algo de alegría-
-Así que... para mala suerte, ¿no?
-¿Te refieres a eso?
-Deberías de darme las gracias, siempre que ha tratado de ir tras de ti, me pongo en medio para que no lo logre
-Bueno... gracias
-Qué hombre tan más falso eres –alzaba la voz con un mohín-
-Vale pues, gracias, aunque no parezca siempre lo he notado
-Vaya, al menos... pero hablando enserio, ¿qué piensas hacer? Es decir, apenas estamos a mitad del semestre y por lo que he visto tú...
-Lo sé Sakura... -suspiraba, a la par que la cara del chico comenzaba ponerse seria- no estoy seguro de qué sentir ahora
-Deberías de hacer lo que te ha implorado tanto
-Jamás...
-Sasuke, no vas a poder cerrar el ciclo hasta poder hablar con él como se debe
-Pero, ¿para qué hablo con él? ¿Para que me de excusas de lo que hizo? ¿Para qué me quiera cambiar el juego y el culpable termine siendo yo? No gracias
-¿No has pensado en qué de verdad hubo algo raro ahí? Sasuke, todo pasó tan rápido que ni siquiera estás totalmente seguro de la secuencia... tú mismo lo sabes
-¿Cómo te has dado cuenta?
-¿Será por qué te conozco demasiado? –se burlaba-
-Omite eso de tu mente, ¿quieres?
-No
-Odiosita
-Odiosito...el caso es que... deberías de hablar con él
-Sabes algo más ¿cierto?
-Yo siempre he sido neutral, no pienso meterme y querer arreglar esa situación que sólo les compete a los dos. Si en verdad quieres saber, deberías de preguntárselo tú mismo
-Sakura...
-Con mirarme así no lograrás nada. Pero si quieres escuchar mi punto de vista, es que en verdad debes de hablar con él. Creo que hay muchas cosas que aún no sabes, y me parece que es importante que las sepas. Además por lo que he visto estos meses, el "señor" parece que va enserio contigo. Mira que las mujeres siempre tenemos la razón en esas cosas... si creemos que un hombre está interesado en alguien más, es porque es verdad y para mí... "Él", está muy interesado en ti
-Silencio
-Lo más triste es que lo sabes... deja de ser tan orgullo Sasuke
-Tú...
-Si nuestra relación no funcionó entre otras cosas... fue justamente porque no cedes cuando tienes que hacerlo –Lo miraba fijo- si realmente quieres algo tienes que pelear por él. A mí no me sirve que seas un guapo sex-symbol si no tienes los pantalones para hacer bien las cosas
-Hasta a mí me dolió
-Entonces, plántate como el Sasuke que yo conozco y has lo que tengas que hacer
-Sakura...
-¿Qué?
-A pesar de qué pasó tanto tiempo, no puedo creer que pareciera que no ha sido así
-¿A qué te refieres?
-Gracias
-De nada... idiota
-Sakura...
-¿Eh?
-Perdón...
-¿Perdón, por qué?
-Por todo...
-Espero que sea enserio...
-Claro que es enserio...
-No será enserio hasta el día de mi café...
-Vaya –suspiraba- ¿Cuándo quieres ir?
-Tal vez el viernes, ¿puedes?
-Puedo
-Por cierto...
-¿Qué?
-Para que empieces la cuenta desde cero... -sacaba algo del fondo de su bolsa-
-¿Qué es esto?
-Su número
-¿De dónde...?
-Llámale
-No sé hacer nada de eso....
-Llámale, conforme a lo que pasé, veré como puedo ayudarte... pero hazlo
-De acuerdo... comenzaré a ceder...  

Nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora