Pasaron cuatro días, y al parecer el menor no saldría del hospital hasta el viernes por la noche; aunque en realidad ya se encontraba fuera de peligro, Kakashi no podía evitar estar nervioso. No lo había visto, ni escuchado; la última vez fue cuando llamó a emergencias, y de sólo recordar el cuerpo inerte y frío de Sasuke, se le congelaba la sangre.
Afortunadamente Sakura lo mantenía al tanto de la situación, pero era claro que no podía ser lo mismo... tenía que verlo con sus propios ojos, pero ¿cómo? Si la madre del chico estaba con él. Por un lado, ese hecho le daba alivio a Kakashi, pero por otro, no la podía ver más que como un obstáculo que impedía estar con su amado.
Además una serie de cosas habían pasado. Como lo temía, dentro del grupo de chicos de intercambio, se encontraba Uzumaki Naruto, el mismo que fue un dolor de cabeza para Sasuke durante tantos años. ¿Por qué la vida era tan injusta con el pobre moreno? ¿Cómo le iba a decir que tendría que compartir el resto del semestre con esa sabandija? –El hombre tiraba levemente de su cabello en un acto de desesperación; al final también era algo que lo afectaba. Ver de nuevo a ese niño le produciría un malestar permanente, si de por sí ya le daban ganas de vomitar de tan sólo imaginarlo... El simple hecho de recorrer en su cabeza unos años atrás de recuerdos, le resultaba muy desagradable, pues el rubio fue quién le enseñó las fotos incriminatorias y además de todo hasta lo besó.
¿Qué pasaría ahora? ¿Regresaría con esas malas intenciones? ¿Sería más malvado con Sasuke? ¿A caso el endemoniado niño lo hizo a propósito porque sabía que ambos estaban ahí? ¿Cuáles eran sus intenciones? ¿Sólo iría a estudiar? ¿Todavía tendrá las fotos? ¿Y si los chantajea?
Una ola enorme de preguntas de ese tipo se realizó el peliplata durante toda esa semana. Quería hablarlo con Sasuke, pero ¿su mente aguantaría? Ni siquiera estaba seguro de qué tan sensible estaba... ¿cómo podría abordar el tema con él?
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Marzo, 2013
-Lo siento mucho Sasuke –le hablaba desde el otro lado del escritorio. Se encontraban ellos dos solos. El hecho sucedía un mes antes de que Kakashi le rompiera el corazón- pero verás que se recuperará
-En verdad eso espero –el joven en cuestión apretaba los puños con fuerza, tratando de no llorar- a este paso necesitará un donante, y las listas de espera son eternas... no va a llegar a tiempo
-Debes de tener fe –el hombre se levantó y lentamente se acercó al otro que se encontraba en uno de los pupitres. Se sentó a su lado y continuó- sabes que estoy aquí para ti, ¿verdad?
-Lo sé –trataba de sonreír aunque fuera por un momento- pero creo que se ha juntado todo... y para colmo esa bola de imbéciles...
-Sólo resiste un poco más ¿sí? –Suavemente levantó una de sus manos y la colocó en el rostro del menor para limpiar las lágrimas que caían hacia el suelo- no llores, todo estará bien. Me tienes a mí, y juntos afrontaremos la situación ¿de acuerdo? –Se aproximaba para depositar un tierno beso en la frente del muchacho- con respecto a esos niños maleducados y envidiosos, no les hagas caso... todo caerá por su propio peso, ¿entendido?
-Pero, ¿y si no cae? ¿Qué voy a hacer Kakashi? –le respondía con suma preocupación-
-No pienses eso... pero si llegase a pasar de esa forma, encontraremos la solución –Entrelazaba la mano que tenía libre con la de Sasuke- saldremos de esta –y con una enorme sonrisa en el rostro lo besó. Después de platicar un rato más, Kakashi debía ir a una junta, pero ciertamente le dio tanta tristeza ver al chico de ese modo, que antes de retirarse le dejó un chocolate, que el muchacho conservaría por siempre-
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Nuestro secreto
Fiksi PenggemarSasuke ha comenzado desde cero con una nueva vida en la universidad. ¿Pero será así cuando tenga que ver de nuevo a aquél que le hizo tanto daño?