-Sasuke, hasta que al fin contestas –la voz al otro lado del teléfono sonaba alterada-
-Kakashi, -se ponía alerta- ¿qué ha sucedido?, me dirijo a la casa de Sakura... planeaba comer con ella hoy, yo...
-Lo sé, me lo comentaste anoche –se pausaba por un momento- necesitamos hablar...
-¿Ahora? –Estoy manejando, déjame estacionar –dos minutos después estaba al teléfono-
-El director de la facultad me mandó llamar –en ese instante el menor sintió un hueco en el estómago. Lo primero que se le vino a la cabeza fue que su relación había sido descubierta-
-No es lo que imaginas...-dentro de sí, trataba de relajarse. Sabía que se escuchaba nervioso, y eso pondría más estresado al otro- no me buscó por nada que tenga que ver con nosotros dos –al otro lado del celular, el menor suspiró aliviado-
-Entonces, ¿de qué se trata? –Apretaba con fuerza el volante con la mano que tenía desocupada-
-Me pidió que le ayudara a revisar el papeleo de los chicos que hacen intercambio escolar en estas fechas del semestre...
-De acuerdo... -la voz de Sasuke incitaba al otro a no detenerse, explicando todo de una vez-
-Como sabrás, viene gente de otras universidades, o de otras facultades, ya sea para tomar una, o varias materias de nuestro plan de estudios...
El director me entregó la lista de los aspirantes, así como todos los documentos necesarios para terminar con su inscripción
-Sigo escuchándote... -fruncía el ceño-
-Y hay un nombre en esa lista que no te va a gustar...
-¿De cuál de todos los malnacidos estamos hablando? –El chico cerró los ojos y cuando escuchó el nombre, lo único que hizo fue golpearse la cabeza contra el volante del carro.
Tuvieron que pasar dos horas más, hasta que por fin apareció en el jardín de la chica de cabello rosa-
-¿Qué pasó? –Lo miraba de manera indagatoria, con los brazos cruzados, en una pose un tanto amenazante- tuve que comer antes, porque ni siquiera sabía si ibas a llegar
-Hay malas noticias –el chico simplemente se seguía de largo hasta entrar a la casa. Naturalmente debido a las visitas recurrentes en el pasado, conocía muy bien la ubicación de todas las cosas. Se dirigió al comedor y se sentó-
-¿Quieres contarme? –La chica se sentaba a su lado, y le tomó la mano, para mostrarle su apoyo. En cuando lo vio de cerca, pudo darse cuenta que era algo serio-
-Kakashi llamó cuando venía hacia acá... el director pidió hablar con él...
-¿A caso los... -el muchacho la interrumpió antes de que siguiera-
-No. No es por eso que tú crees. Al principio también lo deduje, pero no... le pidió que le ayudara con el trámite de inscripción de algunos aspirantes de intercambio de este semestre
-Y, ¿entonces? –Su rostro palidecía un poco más de lo que ya estaba-
-Entre los aspirantes, hay uno que pidió tomar las materias que corresponden a este semestre de la carrera que estoy cursando...
-De acuerdo... -se escuchaba ansiosa-
-Ese estudiante...
-¿Sasuke? –Trataba de entablar contacto directo con él, pero lucía perdido-
-Se trata de Naruto –susurró-
-¿Qué? –La joven abrió los ojos de par en par, como acto seguido se levantó de la mesa llevándose una mano a la boca, y la otra a recargarla sobre el vidrio- eso no puede ser posible...
-Vaya que lo es... -explicaba sin emoción alguna-
-Pero, ¿está seguro? ¿Realmente se trata, de ese Naruto? Es decir, pueden existir muchos Narutos en el mundo, es cuestión de qué...
-Sakura no sigas –le reprimía- créelo. Es ese Naruto
-Pero ¿cómo? -no dejaba de verlo- Tenía cartas de mala conducta, tenía restringido el número de universidades en las que podía ser aceptado... lo castigaron por formar parte de esos idiotas que te hicieron eso –se callaba un momento- no pueden ser capaces de darle un intercambio
-Resulta que el director quiso darle una oportunidad. Lo tratan como un caso especial... como si fuera un maldito santo. Como si hubiera sufrido...todos estos años... como si él hubiera sido la verdadera víctima... -golpeaba levemente la mesa-
-Sasuke...
-¿Por qué parece que todos regresaron a su vida y yo sigo estancado Sakura? –La voz se le quebraba cada vez más, era inevitable llorar a esas alturas- yo quiero volver a sentirme bien, a estar feliz; pero siempre hay algo que me lo impide. Siempre debe de haber algo del pasado que regresa a torturarme... -se llevaba una de sus manos al rostro- estoy harto de vivir en una pesadilla tan larga
-Por favor, tranquilízate, -se acercaba a abrazarlo- te va a hacer daño, por favor...
-Nunca nadie contestó mis preguntas... -hablaba por lo bajo- ¿por qué nadie nunca lo hizo? –Ahora la volteaba a ver, ensimismado en sus pensamientos- ¿qué voy a hacer ahora?
¿Qué puedo esperar? ¿Qué me ataque de nuevo? ¿Qué pegue las fotos que alguna vez le enseñó a Kakashi por toda la escuela? ¿Permitir que me chantajee con cuanta cosa se le venga a la cabeza? Estoy muy asustado Sakura... cuando pensaba que al fin los estaba olvidando... siento que quieren matarme de miedo...-el chico comenzaba a hiperventilar-
-No Sasuke, nadie te quiere hacer daño... –"¿De qué fotos está hablando?"- pensó mientras corría a la cocina por un vaso de agua- ahora por favor, debes de calmarte o te dará un ataque de pánico. Por favor toma el agua y respira normal, no está pasando nada. Estoy segura que Kakashi podrá hacer algo. Tal vez detener el proceso, o cambiarlo para que no tengas que tomar clases con él, yo que sé...
-Estoy muy preocupado... -le decía mientras se tomaba el vaso de agua rápidamente-
-Lo sé. Sensei también lo debe de estar. Pero se paciente; seguramente las cosas se pueden arreglar, ahora ven... –lo llevaba a la cocina- aun la comida está caliente, te serviré... de seguro no has comido nada. Preparé la lasaña de mariscos que tanto te gusta –tomaba un plato a la par que colocaba un pedazo bastante abundante- anda, siéntate –le ayudaba a hacerlo- y come. Te serviré un vasito de refresco, creo que se te bajó el azúcar. Necesitas energía. Aquí estoy, ¿quieres que le llame para que te sientas más seguro?
-No –agachaba la mirada- así está bien, ya se me está pasando...
-Bueno, entonces ahora come... -le acercaba más el plato- quiero que comas bien. No te irás de aquí hasta que de verdad quedes satisfecho
-Está bien...
-Y si no te molesta... o aunque te moleste, cuéntame... –la chica trataba de mostrarse feliz, tranquila y despreocupada ante Sasuke para que se fuera tranquilizando. Tenía que cambiar el ambiente, así que lo primero que se le ocurrió fue preguntar por su actual relación- ¿cómo van las cosas? –Le guiñaba el ojo- ya hubo mucha acción, ¿verdad? –Hacía la pregunta de manera divertida, pero que logró sonrojar a Sasuke-
-No tengo porque contestar eso...
-Sabes que tomaré tu silencio como una confirmación
-Piensa lo que quieras –se llenaba la boca de comida- no me interesa...
-Sí... claro... -volteaba los ojos con burla- ¿Enserio no piensas contarme?
-¿Qué quieres que te diga? –Ahora tomaba un poco de refresco. Ya se sentía mejor-
-Pues no sé... algo que en verdad sea interesante... cómo, lo romántico, educado, caballeroso, dedicado, responsable, literato y maravilloso hombre que es –se lo decía en un tono que seguro hacía enojar a Sasuke porque en el fondo claro que pensaba en Kakashi de esa manera-
-Sigue burlándote y no cuento nada –dejaba escapar una suave sonrisa-
-Oh, vamos Sasuke, deja de hacer que te ruegue y ya cuéntame, quiero saber, muero de curiosidad, ¿qué no te das cuenta?
-Es que no sabes cómo me encanta hacerte sufrir con eso –le daba un golpecito en el hombro-
-Si serás malvado como siempre... anda, comienza a hablar mientras preparó el café. En cuanto al pastel, se está enfriando en el horno
-¿Hiciste pastel? –Le brillaban los ojos-
-¿Tú qué crees? No podría invitarte a casa sin hacer las cosas que más te gustan... empieza a hablar o no habrá pastel...
-Lo bueno es que yo soy la mala persona aquí –se cruzaba de brazos tomando una pose de indignación. Pasados unos breves segundos se perdió dentro del plato de comida, suspiró y comenzó a hablar desde el inicio de la nueva historia.-
-Y bueno, con todo esto... háblame de ti –dejaba sueltos sus brazos a lo largo de la mesa-
-¿Yo...
-No te hagas tonto Sasuke, sabes a lo que me refiero. Me has hablado de lo maravillo que sensei es. Pero no me has dicho cómo te sientes en realidad. Ha habido muchos cambios. Eras un manojo emocional hace unos días... quiero que me expliques –sonreía leve- ya sé que me odias por esto, pero no puedo evitarlo...
-Si serás... -ladeaba el rostro- al principio no quería nada. Quiero decir, planeaba dejar a Kakashi fuera de mi vida. Desde que lo vi el primer día de clases, pensaba que no iba a funcionar de nuevo. Estaba muy decepcionado... pero después me explicó...
-¿Ese asunto? –Lo miraba-
-Al parecer Naruto lo chantajeó...
-¿Qué dices? –volvía a acomodarse en el asiento. Ahora sí tenía su completa atención- hace un momento mencionaste algo de unas fotos... -hablaba pausadamente tratando de atar los cabos- ¿me estás diciendo que Naruto les tomó fotos a ustedes dos? –Lo señalaba con sus dedos, índice y medio- ¿cómo pudo tomarlas?
-No lo sé Sakura... -tomaba un poco más de agua- ya no tuve tiempo de comentártelo, pero... Kakashi me explicó que ese día... bueno, el idiota de Naruto llegó a su escritorio y le enseñó una a una, fotos muy, enserio muy comprometedoras entre él y yo –hacía énfasis en la última oración-
-Pero que desgraciado... -su cara de indignación no tenía límites- en verdad es increíble, pero...
-No tengo idea de cómo las tomaron –movía su cabeza de un lado a otro en forma de negación. El chico jugaba con el vaso ya vacío- el caso es que el trato consistía en que Kakashi tenía que terminar conmigo o de lo contrario esas fotos pararían en el escritorio de la directora...
-Entonces todo este tiempo... ¿estuvo protegiéndote?
-Si lo quieres llamar así...
-En verdad no puedo creerlo –Sakura se levantaba para sacar el pastel del horno, y cortarle un gran pedazo- pero, si es así, entonces los tenían amarrados de pies y manos. Incluso a sensei... si salían a la luz se hubiera arruinado tu vida académica y él se quedaría sin trabajo...
-En el mejor de los casos...
-Sí, tienes razón... -suspiraba- esos malditos...
-¿Ahora entiendes mi preocupación? –Le preguntaba mientras recibía el plato con el pastel de fresa- Hasta Kakashi tuvo que jugar su juego... además de todo lo tenían bien planeado. Sabían que a esa hora del día siempre iba a visitarlo. Naruto se aprovechó de eso y lo besó frente a mí
-¿Eso estaba incluido en el plan de destrucción? –Lo miraba perdida- no lo puedo creer...
-Hasta donde tengo entendido por Kakashi... sí...
-Vaya.... –colocaba ambas manos en los bordes de la mesa- sigo sin poder imaginar cómo alguien puede llegar a hacer tantas cosas... con tal de hundir a otra persona
-¿Qué puedo decirte? –Suspiraba- el caso es que después de escuchar eso, pensé que entonces tal vez, todavía tendríamos una oportunidad...
-Claro, comprendo...
-Aunque, no tengo que explicarte cuanto lo quiero –agachaba la mirada sonriendo para sí mismo- espero que Naruto no cambie la situación... no tengo un buen presentimiento de esto...
-"Yo tampoco lo tengo" –se decía a sí misma para después dedicarle una sonrisa- todo estará bien. Se quieren y eso es lo importante. De todos modos deberías de decirle a sensei; puede que no todo esté perdido y aun pueda hacer algo.
-Supongo –suspiraba levemente-
-¿Sucede algo más? –Era notorio que el chico tenía otra cosa molestándolo internamente-
-Algo así...
-¿Itachi? –Se acercaba un poco a él-
-Desde hace algunos meses los médicos dijeron que el tratamiento estaba comenzando a fallar. Pero el deterioro que sufrieron sus riñones en estos últimos dos fue exponencial... así que es un hecho la necesidad de buscar un trasplante...
-¿Ya entró a lista de espera?
-Sí. Pero realmente esa lista es para ver quién necesita el órgano con más urgencia... en ese sentido mi hermano lo necesita ya –se sobaba la cien- estaba programado que vinieran a casa este fin de semana, pero por lo que dijo mamá, van a hacer estudios de compatibilidad con un posible donante...
-Lo extrañas mucho ¿verdad?
-Bueno, llevó casi un año sin verlo...
-Pero verás que se pondrá bien...
-Espero que sí... incluso Kakashi ha pensado en hacerse los estudios...
-¿Piensas matarme de la impresión? ¿Es verdad? –Le sonreía- es increíble, sensei en verdad te ama...
-Sakura... -dejaba salir una leve risa-
-Es la verdad, y lo sabes... es maravilloso... estaría dispuesto a salvarle la vida a tu hermano...
-No creo que sea sólo porque se trata de Itachi. Más bien es algo altruista
-¿Sensei? ¿Altruista? –Se reía más fuerte- deja de mentirte a ti mismo. Te ama –le revolvía el cabello- y te ama mucho. Tanto, que está dispuesto a darle una oportunidad de vida a tu hermano... me alegro mucho por ti. ¿Ya ves? Todo saldrá bien; deja que las cosas se acomoden solas
-Como si fuera tan fácil...
-Ya sé que no lo es... pero piénsalo... si crees que las cosas saldrán bien, lo harán. No seas tan amargado... Itachi estará bien. De cualquier forma, sabes que si algo no sale bien, puedes contar con nosotros. Mis padres pueden ayudarlos...
-Lo sé...
-¿Y entonces? –Lo miraba- siempre hay opciones Sasuke. Sólo debes de buscarlas –le susurraba mientras ella también comía pastel- Ahora estás rodeado de gente que te ama, incluyéndome... no tienes por qué temer. Estaremos contigo... -acariciaba sutilmente su hombro para seguir después con lo suyo- No vas a estar solo...
Septiembre, 2011
Empezaba un miércoles cualquiera con la primera clase que constaba de una hora y media de historia universal, Sasuke había sido el primero en llegar, pero optó por uso minutos para ir al baño. En cuanto regresó notó algo que le llamaría la atención, lo suficiente como para inmiscuirse en la plática.
Frente a él, estaban paradas tres personas platicando, o mejor dicho, discutiendo acerca de una situación. Curiosamente esas personas resultaban ser aquellas que para ese momento, resultaban ser algo así como sus mayores amores de la preparatoria.
Claramente se refería a Juugo, Suigetsu y Kiba; pero lo que realmente resaltaba de ese cuadro, era el último chico en cuestión, dado que anteriormente había tenido unos problemas con Juugo tan fuertes, que prefirieron dejarse de hablar; y aunque la situación con Suigetsu era menos tensa, el verlos ahí casi gritando, le causó algo de conmoción.
-¿Qué se supone que hacen? –El menor de los tres entraba en la conversación, intentando bajar los ánimos, pues en sus expresiones podía observar que en cualquier momento hasta a los golpes podría llegar a parar-
-No es nada Sasuke, simplemente, estamos aclarando algunas cosas –respondió Juugo-
-Descuida Sasu, no es nada serio –Kiba lo volteaba a mirar, pero el muchacho se dio cuenta fácilmente de que estaban ocultándole algo- estamos hablando de un malentendido...
-¿Por qué siempre pasas tiempo con Kiba y no conmigo? –De la nada, y sin ver el agua correr, Suigetsu atacó con esa pregunta a Sasuke-
-¿De qué estás hablando? –Arqueaba la ceja- yo paso tiempo con todos ustedes...
-De un tiempo para acá la mayor parte del día estás con Kiba, ¿por qué Sasuke? –Ahora Juugo le hablaba de la misma manera- comprendo que sea de los chicos nuevos y que tengas cierto interés en él... pero parece que Suigetsu y yo somos ignorados por ti...
-Pero si apenas ayer comí contigo –señalaba al de cabello plateado. Intentaba no molestarse pero entendió a que venía todo eso. Una sola palabra: celos- y tú... –le dedicaba una mirada molesta al más alto de todos- desde que empezamos la preparatoria estamos juntos. Todas las clases me siento a tu lado, el fin de semana salimos... por dios, ¿qué es lo que quieren? Me divido para tomarme un rato con ustedes. Recuerden los lugares que tienen en mi vida. Es decir, somos amigos, ¿no? –Observaba a los tres lanzándoles la indirecta- yo decido con quién gastar mi tiempo y energía... en todo caso no tengo porque darles explicaciones de nada –se cruzaba de brazos- espero que después de esta escena de celos, no vuelvan a repetir nada de esto.
En todo caso, con quién deberían de comentarlo es conmigo –tomaba su lugar- no platicarlo entre ustedes como si sólo fuera su mercancía o como si otro bebé les hubiera quitado su dulce –ahora si estaba enojado-
-Sasuke...
-No me hablen... me han ofendido... lo peor es que ni siquiera me pagan –los miraba con dureza- si a esas vamos siempre estuve disponible pero no tuvieron el valor de estar conmigo. Puedo salir con quién se me venga en gana... en cambio ustedes tienen otro tipo de responsabilidad... no lo olviden –se cruzaba de brazos, dándoles la espalda- "los odio" –pensó para sus adentros-
Un año después
-Y dime Sasuke, ¿cuánto tiempo llevas escribiendo? –Le preguntaba con cierta curiosidad-
-Bueno, desde segundo año de secundaria. Aunque en realidad no es que lo haga muy bien; necesito mejorar mucho...
-Tengo que entrar en desacuerdo contigo –sonreía levemente- después de haberte leído; que por cierto muchas gracias por permitírmelo, creo que la forma en la que narras es asombrosa. Está por demás preguntarte, ¿por qué ese tipo de historias?
-¿Te refieres a los finales felices? –Se cruzaba de brazos delicadamente- supongo que la vida por sí misma es demasiado oscura, como para teñirla aún más de negro, ¿no te parece? Puede que no sea del todo verdad, pero en el fondo todos queremos creer, ¿no es así?
-Supongo que todos en algún momento, necesitamos de cierto nivel de irrealidad. Ciertamente tienes razón –se acercaba a él de manera sutil- jamás pensé encontrar a alguien que pensara como tú –le sonreía de nuevo- me encanta charlar contigo
-A mí también me gusta. Gracias por los elogios –desviaba levemente la mirada. Debía aceptar que le estaba coqueteando- otro día con más calma...-colocaba una de sus manos en la pierna del contrario- puedo hablarte de las demás historias que estoy comenzando a realizar. Tengo algunos títulos que podrían interesarte
-Dime cuando, y estaré puntual. No me lo perdería por nada... -la mirada de seducción que le dedicaba era tan fuerte, que a Sasuke le resultaba difícil no reaccionar. Soltó una risa divertida, acercándose peligrosamente al rostro del contrario-
-Yo te aviso... pero te sugiero que en verdad te busques mucho tiempo libre... será un día muy largo –hablaba casi en los labios del mayor-
-Así será entonces... -sin poder evitarlo más, ahí iba de nuevo. Robándole besos a diestra y siniestra; subiendo las caricias de tono, produciendo aquella atmósfera excitante, adictiva, peligrosa y destinada al fracaso.
ESTÁS LEYENDO
Nuestro secreto
Fiksi PenggemarSasuke ha comenzado desde cero con una nueva vida en la universidad. ¿Pero será así cuando tenga que ver de nuevo a aquél que le hizo tanto daño?