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Entraba en clase cuando recordé lo injusto que había sido con Iris por no haberle contado mi descubrimiento. Seguramente ella ya lo sabía, eso esperaba yo.
Recordé de nuevo cuando la vi marcharse en la bici. Era tan bonita, tan sencilla y a la vez tan compleja... Deseaba con todo mi alma que pudiese quedar conmigo, pero a saber lo que quería el destino.
Cuabdo entré a clase vi a Danel, el me saludó y yo simplemente le hice un gesto. Pareció algo sorprendido por mi actitud y decidió acercarse al mi:
-¡Sergio!-dijo él chocandome la mano.
-¿Cómo se te ocurre hacerle eso a Iris?-pregunté harto de su actitud de pasota insoportable.
- Te dije que lo dejaras.
- Estoy saliendo con ella, no puedo permitirtelo.
- Mira... lo hecho hecho está, mejor que no te metas como su amigo Javi o acabarás mal.
- Mejor que pares o tendrás consecuencias.
Me volví a mi sitio y no le volví a dirigir la palabra. Estaba solo, el único amigo que había tenido apenas aparecía por el colegio y Danel me había traicionado. Miré a la puerta y vi a un chico saludandome desde afuera, no me lo podía creer, me acerqué:
-¡Thomas!-grité - ¿Qué haces aquí?-pregunté con un buena acento inglés.
-Tranquilo Damisela,  puedes hablar en español he venido aquí de intercambio.
- Qué fuerte.... no has cambiado nada...
-No puedo decir lo mismo.
Thomas me llama Damisela desde que me ayudó con unos matones que me hacían bulling en mi antiguo colegio. Le invité a que entrara y estuvimos hablando todo el día, por fin conseguí su número de teléfono.
Le conté todo lo que me estaba sucediendo con Danel y con Iris, él siempre me prestaba atención. Pronto se tuvo que ir, pero me prometió volver. Y sus palabras eran más puras que el mismo oro.
Llegó el viernes y Thomas y yo nos habíamos hecho inseparables. El mediodía lo dedique en pensé que hacer esa tarde con Iris, por fin me decidí. Le mandé un mensaje a Iris pidiéndole que fuera guapa y con su cámara, no dije nada más. Por lo que recibí no tenía problema en quedar.
Llegué casi sin aire a la Plaza España, allí estaba Iris, esperándome. Venía con una camisa azul marina y una falda vaquera, nada del otro mundo, pero estaba muy guapa con todo. Me dio su cámara y le expliqué mi plan. Una... "fotosesión" por decirlo de alguna manera.
De vez en cuando le sacaba fotos sin que ella pudiera hacer nada, lo pasamos en grande. Al final de la tarde me hice un selfie con ella, quedó muy bonita. La cogí de la mano y fuimos a una papelería, pedí que me la imprimesen. Ella no quería pues sus padres era muy cotillas y podían pillarla, no me importó. Después de la tarde enmarcaría la foto.
Le conté mi vida en América y pareció sentir pena por mi. Tampoco pretendía eso, solo quería que supiera algo más de mi, no me atreví a decirle que no tenía diecisiete años... A la noche vi que había colgado una de mis fotos, y le di like.
No podía evitar una sonrisa casa vez que pensaba en Iris. La tarde de ese sábado fue la más dura de mi adolescencia, mis padrinos vinieron a mi habitación dispuestos ha hablar conmigo:
-Oye...-comenzé a decir- a veces os quiero otras odio pero me gustaría que esta vez fueseis sinceros conmigo.
-Lo sabemos Sergio. Como ya sabes cuando eras muy pequeño vivías en América. Tus padres vinieron a España. Un año, tu tenías 3 años, fueron a andar a las montañas de Francia. Hubo una avalancha que acabó con sus inocentes vidas. Tu hermano se enteró por sus propios medios hace unos años y entró en una furia inmensa con nosotros. Te dijo mentiras sobre nosotros y sobre tus padres. Quería hacerte pensar mal de nosotros y le mandamos a un correccional, no paraba de meterse en líos. Lo bueno es que ha salido adelante y ahora tiene una vida maravillosa.
Asentí con la cabeza. Yo también quería tener una buena vida.
Llegó el lunes y Thomas vino a verme, me dijo que pronto volvería a América pero nos mantendriamos en contacto todos los días. El viernes a la mañana se iba a ir, y no pensaba darle un simple abrazo de despedida, le daría una buena fiesta. Invité a casi todo el mundo de mi instituto, ya que iba ha hacer una fiesta, que fuese a lo grande. Estuve preparando y diseñando todo para el jueves a la noche. Por fin llegó el jueves y le mandé un mensaje a Thomas pidiéndole que fuese a mi txoko.
Mientras le esperaba afuera pensaba en lo bien que se lo iba a pasar, tenía ganas de empezar la fiesta. Llegó a las ocho de la tarde y en cuanto llegó le mandé a entrar dentro. Se puso muy contento. Primero hicimos una fiesta afuera con espuma junto con un DJ (que era mi primo), después simplemente un baile fiestero y al final chapuzones en la piscina. La fiesta se acabó a las dos de la mañana.
Después de la fiesta lo recogí todo junto con Thomas que después me dio un abrazo y se fue a coger el avión. A las cinco ya estaba durmiendo en mi casa.
(Lamento la tardanza, no se me ocurría nada y tenía muchos exámenes😄)

Cómo pintar una nube//PAUSADA TEMPORALMENTE POR LA CREACIÓN DE LA TERCERA PARTE/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora