Miré bien derecha a izquierda y crucé ya solo quedaban 5 minutos para encontrarnos de nuevo.
Derrepente escuché unos choques muy fuerte y alguien gritó:
-¡Iris cuidado!- hubiera reconocido aquella voz en cualquier parte, era Amelia.
Cuando me giré vi que un coche volaba hacía mi, sabía que no tendría tiempo:
-Lo siento por todo, te quiero, te perdono...
Y allí quedó la cosa. Después ruidos de ambulancias, mi madre llorando cerca mío, Javi hablando, Amelia llorando. Podía escuchar, pero no hablar.
El médico habló con mi madre sobre que podía sobrevivir, pero debería estar siempre en una cama y paraplégica. Ese era el momento que había esperado todos esos días, utilicé todas mis fuerzas:
-Mamá...-dije.
-Cariño...- dijo con lágrimas en los ojos- tranquila te recuperarás.
-No mamá... no quiero vivir paraplégica durante toda mi vida... déjame descansar. Por favor...
-No...¡NO!-gritó entre sollozos.
- Dile a Amelia que la quiero.
Y cerré los ojos para no volver a abrirlos. Imágenes en mi mente. Amelia y yo de pequeñas en el parque, Sergio y yo en mi primer beso, mis conversaciones tan divertidas con Javi, mis juegos con Roma, mi familia...
Y la luz... pero no al final del túnel. Si no... Una luz al final de un pasillo. Caminé lentamente y me fui. Abrí la puerta y entré.
Y ahora aquí estoy... Por eso pinto nubes... Las pinto para ella, para Amelia. Para que vea que la quiero, que le perdono, que lo siento...
Amelia... Ese fue mi último pensamiento, pero había muchos más detrás de ese.
Y tu...¿por quién pintarías nubes?
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Cómo pintar una nube//PAUSADA TEMPORALMENTE POR LA CREACIÓN DE LA TERCERA PARTE/
Novela Juvenil//PAUSADA TEMPORALMENTE POR LA CREACIÓN DE LA TERCERA PARTE // Todos nosotros tenemos un destino impuesto nada más nacer; quiénes somos, quiénes seremos y quiénes dejaremos de ser. Sin embargo, entre toda esa marea de sensaciones y pensamientos nos...