Narra Adelia:
La bocina del auto que me llevaría a mi casa esta mañana, tenia otro sonido. Alejandro se bajo y me saludo con un beso en la boca y abrió la puerta del acompañante. Nos quedamos en el auto un rato y me dio un vaso con café y algo para comer, se preocupo por mi desayuno, nunca creí que seria tan amable y tan hermoso con este pequeño gesto.
-¿Como estuvo?
-Bien, trabaje bastante bien hoy -Dije y le di un sorbo al café-
-Sabes que puedo mantenerte.. a ti y a Lissa
-Lo mire- No es la idea, no voy a ponerte en la responsabilidad de mi hermana, ella.. ella.. me necesita, necesita este dinero -Saque mi celular-
-¿Que es lo que tiene tu hermana?
En ese momento, mire la pantalla de mi celular, ignorando la pregunta de Alejandro y me quede casi muriendo. Tenia 17 llamadas perdidas de mi tia y de dos vecinas de mi barrio. Estaba temblando y comence a sentir que mi corazon iba a salir de mi pecho sin piedad
-Vuelve..
-¿Donde?
-¡Tenemos que ir a mi casa rapido!
-¿¡Que pasa?!
-Es Lissa, por dios, ¡Es Lissa! -Llorando desesperada- ¡Vuelve!
Dimos la vuelta y nos dirigimos rápidamente a mi casa. Alejandro no entendía por que lloraba y me estaba muriendo por dentro. No quería encontrarme con lo peor, pero algo así fue. Alejandro freno enfrente y baje del auto rápidamente, encontrándome con la policía y una ambulancia y algunos vecinos en la puerta. Pase rápidamente entre la gente
-¡Alto! -Dijo un oficial- No puede entrar
-¡Soy su hermana! -Dije desesperada- ¡¿Donde esta?!
-Señor Oficial, ella es Adelia, es su hermana mayor -Dijo mi tía-
-Adelante
Mire Alejandro que seguia sin entender que pasaba, no podía explicarle todo en este momento, necesito que entienda que tengo que estar con mi hermana ahora. Subí a su habitacion rápidamente y estaba acostada con un respirador y los ojos entre abiertos, me vio entrar y una sonrisa se ilumino en ese rostro débil. Comencé a llorar de nuevo y ella me hizo un gesto para que me acercara. El doctor estaba tomando su presión, me senté a su lado y tome su mano
-Hola preciosa -Dijo con la mascara en su rostro-
-Hola -Dije entre lagrimas-
-Estoy.. bien, no te preocupes
-¿Como pude ser tan irresponsable contigo?
-No, no tengas culpa.. sabes que estas cosas suelen pasarme
El doctor se puso de pie y yo con el para acompañarlo hasta la puerta. Me dijo que aumente la dosis de Lissa, su corazon es débil, y que tiene que descansar mas que antes. Me puse mas triste pensando que Lissa podría tener un final en cualquier momento
-Debes operar a Lissa lo mas rápido posible -Dijo
-La operación es demasiado cara, doctor
-Lo se, pero así salvaras la vida de tu hermana, de otra manera.. -Suspiro- No durara mucho
Casi muero ahí cuando dijo eso. El doctor y todo el mundo se retiro de mi casa, excepto Alejandro y mi tía que estaban en el living. Me acerque a ellos y se pusieron de pie
-¿Y? ¿Que dijo el doctor? -Dijo mi tía
Sin fuerza en ninguna parte de mi cuerpo, caí de rodillas sin reaccionar, mi mirada estaba fija en el suelo. Alejandro y mi tía se acercaron rápidamente, y Ale me tomo en sus brazos
-¿¡Adelia?! -Dijo asustado
-¿Que pasa? ¿Que dijo?
Comencé a llorar sin control peor que antes. Saber que si no opero a mi hermana, va a morir, es lo peor que me pudieron haber dicho en toda la vida.
-Si no la opero.. -Lo mire- Va a morir
-Se quedo sorprendido-
-Va a morir... -Llorando- No quiero que eso pase
-Dios mio -Dijo mi tia llorando-
-Lissa... mi hermanita...
Alejandro me abrazo con fuerza y me quede llorando en sus brazos un largo rato. No podia mas, ni mi pecho, ni mis ojos, ni mi vida entera podia seguir de pie, sin ella nunca fui nada
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Mi nombre es VùXta TERMINADA
JugendliteraturCuando todo empeoro, tuve que dejar todo lo que hacia siendo una niña inocente y volver de la noche a la mañana una adulta. El trabajo fue lo mas rapido que consegui. Necesito el dinero. Lissa me necesita