Capitulo 33

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-Lissa.. Lissa esta perfecta 

La enfermera hizo una sonrisa tan grande que comence a llorar sin control y la abrace. No podía parar de agradecerle por lo que hizo, por lo que hicieron por mi hermana. Lissa estaba bien, Lissa fue fuerte ante toda esta situación horrible. Siempre fue fuerte. 

Los familiares de la donante, estaban llorando, mi papa no podía parar de llorar. Alejandro me abrazo con fuerza, con una sonrisa enorme en su rostro, me llenaba de vida, juro que no estaría de pie sin el. Lo amo. 

-Pueden pasar a verla, pero de a dos, no vayan todos juntos

-Mire a Alejandro-

-Ve con tu padre

-Gracias amor -Dije y lo bese- 

Tome la mano de mi papa y los dos guardias se quedaron en la puerta de la habitacion donde estaba Lissa. Por suerte nos dejaron tener un poco de privacidad, a mi papa mas que nada, un poco solo no le vendría nada mal. Entramos y ella estaba acostada en la cama con los ojos cerrados. Tenia algunos cables puestos todavía y una mascarilla para poder respirar un poco mejor después de tantas horas dormida. Pude ver, cuando me acerque, la cicatriz que le habia quedado en el pecho. 

-Abrió los ojo-

-Hola hermosa -Dije

Ella, sin hablar, miro a su lado y pudo ver la figura de mi papa, de su héroe, por que a pesar de todo, ella lo amaba mas que nunca. Pude ver como sus lagrimas comenzaron a caer mientras levantaba la mano para acariciar el rostro de nuestro papa. 

-Papa.. -Dijo

-Hola mi vida 

El también lloraba, a la par de Lissa. Era la mejor imagen que pude haber visto en mucho tiempo. No podía entender como mama se estaba perdiendo este momento, por irse, por dejarnos, por no volver nunca mas a nuestro lado. Pero que importaba, ella lo eligió, nuestra familia es esta, chiquita, dolida, pero hermosa e increible. 

-Te amo, princesa -Dijo papa

-Te.. te amo mucho mas

-Tomo mi mano-

-Los amo, a los dos... -Dijo  

Nos quedamos hablando un rato de muchas cosas y luego yo me fui para que entrara Alejandro. Se quedo un largo rato dentro de la habitacion. Me quede charlando con la familia de la donante. No sabia como agradecerles. Decidí que vengan a comer a casa la semana que viene para celebrar la llegada de Lissa a la casa y lo bien que salio todo esto. 

Alejandro salio de la habitacion y yo estaba sentada en la sala de espera leyendo una revista. La deje sobre la silla de al lado y el se sento. Me beso y me quedo mirando

-Me encanta verte feliz

-Gracias, Ale

-No me agradezcas, te amo y lo haria las veces que tenga que hacerlo con tal de que seas feliz, Adelia

-Te amo 

-Te amo, bella 


Mi nombre es VùXta TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora