Alex Pov
Ya no sabía qué hacer. Habían pasado cinco días y yo ni había movido un pelo para iniciar la búsqueda de Trent. Había dejado de comer, de llamar a mis padres aunque en realidad ellos no me llamaban a mi (Forever Alone)
Liz se quedaba despierta casi toda la noche para que no llore y me calmara pero tenía un puntada en mi estómago que no sabía cómo pararla.
Me senté en el sillón y puse mis piernas sobre la mesita de vidrio, me traje conmigo una taza de té. Era medianoche y no tenía sueño, la preocupación me mantenía despierta. Había mandado a Liz a dormir porque ya hacía varias noches sin cerrar los ojos por mi culpa. Iba a tomar un sorbo cuando el timbre sonó. Maldije a la persona que estuviera allí afuera, ya estaba calientita y me tenía que levantar para abrir la puerta.
—Ay, tú debes ser Alex. Pero si eres divina…—Una chica de unos veintisiete se me abrazo como si me conociera de toda la vida.
Llevaba un conjunto gris muy bonito y unos tacos que se los robaría. Debía ser una mujer muy importante. Me despegue de ella y la mire extrañada.
—Terra, te dije que no la abrazaras. —Esa voz, esa voz…—Espero que me hayas extrañado estos días eh. —Era Trent y estaba vivo. Solté la taza de té haciendo que el líquido se derramara en todo el suelo del pasillo (Momento de torpeza MODO ON) lo abraze como nunca y lo bese como nunca.
—Ay, que linda pareja hacen. — ¿Quién demonios era esa chica? ¿Trent la había llamado Terra? Entonces la conocía.
Me de él y le hice seña hacia ella. Él me mostro una sonrisa torcida esa la que tanto extrañaba y me tomo de la mano acercándome a la chica.
—Alex, ella es Terra. Me saco del quilombo de Jim. —Ella me estrecho la mano y me sonrió. A la mierda, había salvado a mi chico. La abrase y le di las gracias.
La había invitado a tomar algo pero me dijo que debía volver a la casa ya que el marido debía estar preocupado. Uf, que alivio que tuviera esposo ya me estaba preguntando de donde se conocía con Trent.
Por otro lado, no me quiso contar lo que paso con Jim y como hizo Terra para sacarlo de allí pero realmente no me importaba. Estaba devuelta era suficiente para mí.
—Te amo, Alex. —Había estado mal y se le notaba que estaba cansado pero note como sus ojos azules me miraban sinceros.
—Yo tambien, Trent. —
