Un día de caza

23 de noviembre

Estaba en las últimas, herido de muerte y perdido en el bosque nacional del monte hood, en oregon. Lo último que pude ver antes de caer en la inconsciencia fue a una hermosa chica de pelo rojizo y ojos plateados mirándome con preocupación.

~3 días antes~

20 de noviembre

Estaba paseando por central Park.
Eran las vacaciones de invierno y tenía un par de semanas para visitar a mi madre y a Paul.

Quedaban 4 manzanas para llegar al apartamento cuando escuché una voz femenina ligeramente familiar.

–Hola perseo.

Me gire y la reconocí al instante: con su pelo rojizo ligeramente rizado, ojos plateados y chaqueta de camuflaje plateada; era artemisa, la diosa de la caza.
Nada más verla me sonroje, en su forma de 20 años la diosa es muy hermosa, incluso más que Afrodita, aunque su mirada sería y amenazadora le quitaba lo bonito.

–Buenos días Lady Artemisa

–Ven tengo que hablar contigo

Preguntándome por que una diosa olímpica odia_hombres quiere hablar conmigo la seguí hasta una cafetería en una plaza muy bella llena de árboles junto con una estatua de artemisa cazando, era la primera vez que veía este lugar, nos sentamos y luego de que nos sirviesen lo que pedimos el entorno se sumió en un silencio incómodo.

– Y dígame Lady artemisa de que quiere hablar conmigo.

Ella parecía realmente incómoda y reacia a decirlo, luego de otro silencio algo incómodo en el que me permití observar lo bella que era soltó la bomba que arruinaria mis navidades

– Te necesito para una misión