Capitulo 40

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POV.Christian:

-¿Familiares de la señorita Steele?-pregunto el medico.

-Soy su novio¿Dime que tal esta ella?-le dije sin vacilar.

-No les voy a mentir-dijo y con eso ya empece a sentir como mi mundo se derrumbaba-Su novia a perdido muchísima sangre tras el golpe que a recibido en a cabeza y debemos hacerle una trasfusor de sangre de inmediato. El problema que tenemos es que no disponemos de la sangre suficiente en e hospital y no podemos esperar a conseguirla de otro centro. Debemos encontrar a alguien que done sangre de inmediato.

-¿Cuales su tipo de sangre?-pregunto Ethan lo que agradecí ya que yo no era capaz de hacerlo.

-O negativo, es un tipo de sangre muy poco frecuente y por ello no disponemos de él-nos explico pero en realidad a mi no me importaba nada de lo que estaba diciendo, solo me importaba salvar a mi princesa-¿Alguno de ustedes tiene el mismo tipo de sangre?

-Yo-conteste de inmediato-Yo tengo el mismo grupo sanguíneo

-De acuerdo entonces acompañe a la enfermera para firmar unos papeles y preparar todo para que podamos transferirle su sangre-me dijo él en seguida-¿Y usted podrían llamar a los padres de la señorita Steele? Es una menor y ellos deberían estará aquí.

-Por supuesto-contesto Ethan.

Deje de escuchar la conversación ya que seguí a la enfermera para que pudiera donarle la sangre a Ana ya y poder salvarla. Pensar en la posibilidad de perderle me aterra y me asusta demasiado. Firme algunos papeles y rellene con mis datos otros a toda prisa solo deseando que todo termine ya.

Tras el papeleo me llevo a una sala blanca con el típico olor de desinfectante que tienen todos los asquerosos hospitales. Me hizo tumbarme en una camilla y después de que me quitara la sudadera que llevo me puso una aguja enganchada a un tubo en el brazo para que empezara a salir la sangre que Ana necesita. Tenía tanto miedo de perderla que estaba dispuesto a desangrarme y a que me quitaran toda la sangre que corre por mi organismo si eso la iba a salvar y hacer que vuelva a estar sana y a salvo. Esos hijos de puta no tendrán tierra ni mar donde escapar si no consigue salir de esta. Yo mismo me encargare de matarlos de la manera más dolorosa que haya podido existir.

Después de extraer toda la sangre que Ana necesita, me puso un trozo de algodón con esparadrapo para parar la hemorragia y mientras me obligaba a permanecer quieto y apretando el algodón en el lugar de donde minutos atrás salía la sangre, la enfermera se dirigió con la bolsa donde se encontraba la sangre hacia la sala de operaciones para que le puedan transferir la sangre. Tras recibir el permiso de la enfermera volví a la sala de espera donde se encontraban mis hermanos y sus respectivas parejas. Las chicas no dejaban de llorar y aunque no me lo decían sabía que en el fondo me estaban acusando de culpable.

No es algo que me sorprenda ya que si soy el culpable. Si yo no la hubiera tratado de esa horrenda manera ella no habría salido de casa y nada de esto no habría sucedido. Yo era el culpable de lo que le había sucedido y era algo de lo que nunca me perdonaría a mi mismo.

-Christian, ella estará bien-me dijo Elliot acercándose a mí para abrazarme

-Si la pierdo, muero Elliot. En serio, si algo le pasa me muero-le dije abrazándolo y sintiendo como el nudo que tenía en la garganta cada vez se hacia más grande.

-Eso no va a pasar hermano. Ana es de lejos una de las mujeres más fuertes que fuertes que he conocido en toda mi vida y estoy seguro de que saldrá de esta-me dijo él convencido y yo solo deseaba que tuviera razón.

Pasaron dos largas horas en las que no recibimos ningún tipo de noticia sobre el estado de Ana y sinceramente me estaba empezando a volver loco. Ni los médicos ni las enfermeras nos decían nada y estar en este estado sin saber si Ana estaba fuera de peligro o no era una tortura sin duda. Cada segundo me instalaba una cuerda más en el cuello y cada minuto me la apretaba hasta asfixiarme.

-¿Donde esta mi hija?-escuche una voz cargada de preocupación y levante la vista encontrándome con los ojos llorosos de la madre de Ana lo que agrando más ese sentimiento de culpa que ya de por si me estaba matando.

-Sigue en la sala de urgencias-les contesto Ethan.

-¿Que le a pasado exactamente?-pregunto Bob preocupado. La angustia, preocupación y desesperación que veía en los ojos de los padres de Ana me torturaba más, yo era el culpable de que su hijo llegue a este estado y no podía ni mirarles a la cara. No sabía como contarles lo sucedido sin sentirme la peor persona del mundo.

En ese mismo momento una enfermera acompañada del medico que antes había salido a informarnos de la falta de sangre. Esperaba que trajeran buenas noticias, mejor dicho deseaba que nos dieran buenas noticias.

-¿Quien es Christian?-pregunto el medico serio mientras que la enfermera simplemente siguió su camino alejándose de nosotros. Todos fijaron su mirada en mi antes de volver a mirar al medico intrigados.

-Soy yo¿Que pasa?-pregunte entre intrigado y preocupado sin saber que esperarme realmente. Lo único que ocupaba mi mente era Ana y no dejaba de rezar mentalmente para que este bien a pesar de que no era religioso ni creo en esas cosas.

-La señorita no hace más que susurrar su nombre, pensamos que si nos acompaña y ella lo nota a su lado puede ser que recupera la consciente o por lo menos este más calmada-me dijo y no tarde más de medio segundo en levantarme y dirigirme detrás de él hacia el lugar en el que se encontraba Ana.

Verla tirada en la camilla más blanca de lo que en realidad es su tez, los ojos cerrados y una enorme venda blanca rodeandole la cabeza me rompía el alma. Verla conectada a mil cabes y aparatos me dolía mucho más de lo que jamas hubiera podido imaginar.

¿Te Odio o Acaso te Amo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora