-No puedo creer que me haya dejado arrastrar a esta fiesta..
-Deja de acomodar tu flequillo así está perfecto Key, y baja que hemos llegado.
-Mis padres van a matarme Taemin.-decía un pequeño rubio bajando del deportivo que pertenecía a su mejor amigo.- Si se enteran de que estoy en una fiesta de Jinki me van a matar.
-¡Deja de repetir eso cariño! Ya tienes 21 años y dijiste que querías vivir ¿no es así?.- el menor sujetó el brazo del otro mientras caminaban a la tan conocida casa de su mejor amigo, en la cual había demasiada gente y se escuchaba una atronadora música.- tus padres son muy sobreprotectores, lo entiendo, pero eso no significa que todo lo que hagas es malo.
-¡Taemin tuvieron toda la razón al castigarme por la fiesta pasada! Nosotros..
-¡Nosotros no hicimos nada! Fueron los idiotas que se pelearon en la piscina, Kibum.- dijo el pequeño rodando los ojos.- Tus padres exageraron al ver a la policía.
-Aun así les mentimos.- se mordió el labio con culpabilidad.- Dijimos que veríamos películas en tu casa.
-Igual que hoy.- el castaño le guiño un ojo restándole importancia antes de comenzar a saludar a los conocidos que se topaban en su camino.
Kim Kibum suspiro mientras se dejaba arrastrar por su pequeño mejor amigo dentro de la casa donde ya sabía que habría alcohol por todos lados y gente bailando por toda la casa.
Un ambiente que sentía no era para él aunque así lo quisiera.
Kibum era un hermoso rubio de 21 años recién cumplidos, de familia rica y sobreprotectora. Asistía a la mejor universidad de la ciudad y vivía rodeado de lujos gracias a sus padres.
Tenía amigos a montones pero su mejor y más querido amigo era Taemin y también lo era Jinki a pesar de que estos eran tan diferente a él.
Kibum era tan inocente como nadie, tan lindo y servicial, era extrañamente virgen para esos tiempos, para su edad y para los tipos de amigos que tenía.
Sus amigos eran todo lo contrario a él, disfrutaban al máximo su edad y le sacaban jugo a cada fiesta a la que asistían, besando, tocando y probando muchísimas cosas... Y personas. Y Kibum.. El, había llorado como un bebe abrazado de Jinki cuando un idiota le había robado su primer beso a la edad de 17 años.
Taemin era otra cosa.. Tenía cara de ángel pero era un demonio. Al igual que Kibum vivía rodeado de lujos y dinero, gracias a eso se habían conocido, pues sus padres se reunían muy seguido por negocios que mantenían las dos familias.
Era lindo, sonriente y divertido. Había estado con Kibum en cada momento de su vida desde que tenía 8 años, descubrieron su sexualidad juntos y superaron los problemas que eso les traía. En la adolescencia, Taemin descubrió que le encantaban las fiestas y los chicos altos y musculosos, había perdido la virginidad el mismo día en el que a Kibum le robaron su primer beso, lo había hecho en un auto y se sentía orgulloso por eso.
Taemin quería muchísimo a Kibum y Kibum a él, pero los padres del rubio no compartían ese cariño ni lo aceptaban.
Jinki había llegado a la vida de los dos durante su adolescencia, también era hijo de una familia adinerada que se había unido a los negocios del padre de Kibum. El mayor no era tan diferente a Taemin, le gustaba la fiesta beber y fumar, cuidaba a Key con su vida pues este era menor que el por 3 años y sabía que el chiquillo era demasiado inocente para su seguridad; Onew como solía decirle Kibum por ser tan suave y dulce con él, tampoco era aceptado por los padres de este, jamás lo había sido pero siempre estuvo al lado de Kibum y este defendía su amistad incluso llegando a enfrentarse a sus padres... Obviamente siempre había llorado como una nena arrepentido.. Abrazado de Jinki.
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Innocent Dance
RomanceKim Kibum era un hermoso rubio de 21 años recién cumplidos, de familia rica y sobreprotectora. Asistía a la mejor universidad de la ciudad y vivía rodeado de lujos gracias a sus padres. Kibum era tan inocente como nadie, tan lindo y servicial, era...