Cap 7®

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Ana POV

Me levante rapidamente y lo único que Christopher hizo fue alejarse sin mirar atrás, corrí detrás de él, ¿porque últimamente salgo corriendo detrás de todos?, Marcos no me detuvo y se lo agradecí.

Le seguí hasta el aparcarcamiento, en donde estaba a punto de subirse a su coche, le cogí de la mano, su mirada no me transmitía nada y no tenia expresión alguna.

La gente nos miraba y susurraban pero no me importo, me daba igual lo que pensarán.

-Christopher, yo.. - me interrumpió con sus ojos cerrados.
-No digas nada - intento zafarse de mi agarre pero no lo deje.
-No, no lo entiendes, Marcos no es más que mi amigo.. - me volvió a interrumpir.
-No me tienes que dar explicaciones, no somos nada y creo que jamas lo seremos - consiguió que lo suelte y se fue.

Sentí una presión en el pecho, ganas de llorar no me faltaban y todo por esas simples palabras que se repetían una y otra vez en mi cabeza "no somos nada y creo que jamas lo seremos", por que me dolía tanto y sobre todo ¿porque me dijo que quería ser mi novio si después me iba a salir con esto? Y lo peor de todo, ¿por que me dolía si fue lo mismo que yo le dije ayer?

Todos me miraban y decían cosas a mis espaldas, ME DA IGUAL, me daba igual que me vieran así, destrozada.

Camine de nuevo hasta la entrada y me encamine hasta mi clase, entre y mis amigas me miron preocupadas, me abrazaron y ahí fue cuando mis lágrimas tomaron rienda suelta.

Nos envolvimos en un abrazo cálido, me separe de ellas y me secaron las lágrimas.

-No llores - Andrea acarició mi brazo. 
-No le digas eso, se tiene que desahogar, juro que como vea a ese chico lo mato - Leila aprieto su puño.
-No digas tonterías - espeto Paula rodando los ojos.
-Por favor ahora no hablen mucho - dije sintiendo un nudo en mi garganta.
-No pasa nada y ahora vamos a sentarnos que ya empiezan las clases - y así como lo hubiera adivinado Paula  sonó la campana.

Nos sentamos en nuestros respectivos asientos mientras mis compañeros entran y se sientan.

Me es raro estar en las clases sin Christopher, me había acostumbrado a él tan rápido, lo echaba de menos, la vista de Marcos no se apartaba de mi ni un segundo. Me hacía sentir incomoda con su mirada puesta en mi.











A la salida caminé sin rumbo alguno, iba metida en mis pensamientos hasta que escuche una bocina que hizo que me sobre salte.

-¿A donde vas tan sólita, Ann? - la persona se quito las gafas con una sonrisa plasmada en su rostro, era Steven.
-Que te importa - rode los ojos con irritación.
-Sabes que me importa y mucho, eres mi mejor.... - deje de caminar, solte un suspiro de cansancio.
-Tú, mi mejor amigo, no digas tonterías - reí como si me acabran de contar algo escaso de humor.
-Vamos Ann - le fulmine con la mirada - Ana, ven conmigo, dejame llevarte a tu casa - mordí mi labio y volví a caminar - venga, sabes que soy muy insistente y acabarás llendo conmigo - con resignación me subí a su coche.

Condujo hasta mi casa en un completo silencio, incómodo, para mi por lo menos. Aparco en frente de mi casa e hice el amago de bajar pero su mano me lo impidió.

-¿Que es lo que quieres ahora? - suspire cansada por su irritante actitud.
-Ya que cometí un error, quiero compensarte lo, por eso dejame volver a ser tu amigo, yo te quiero y no quiero volver a mi casa sin tu amistad - me miro a los ojos, su mirada reflejaba arrepentimiento.
-No va a ser tan fácil recuperar mi amistad - mire mis manos inquietas sobre mis rodillas.
-Si pero no imposible - solte una carcajada mientras el sonreía coquetamente - esa risa es la que me gusta oir - sonreímos los dos, un amigo es lo que necesitaba ahora mismo, ¿pero ese amigo debería ser Steven?

El que menos pensé || Christopher Velez #EQMP1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora