Babypink + chaelisa

Prólogo.

Pequeñas rodillas golpearon el suelo.

Lisa hizo un puchero y bufó levantándose del suelo, sacudió la tierra que se había quedado en su vestido color blanco.

Sabía que andar en patines era una mala idea, sobretodo para alguien que no tenía mucha coordinación como la rubia pero, Lisa quería ganarse la amistad de Rosé. Y tal vez haciendo lo que ella le dijera le agradaría más.

Claramente ese no era el caso pues la pelirroja ni siquiera se encontraba ahí en el parque aunque así lo planearon, bueno, Lisa habló pero esperaba que siquiera la otra muchacha la hubiese escuchado.

—Hazme caso.—le susurró a nadie en particular mientras observaba la herida abierta en su rodilla de la cual pronto saldría toda aquella sangre.

Suspiró, le dolía la rodilla y no encontraba algo con qué apoyarse para poder levantarse e ir a casa.

—Quédate quieta.—la voz de la pelirroja hizo que alzara la cabeza, mirándola sin decir nada, Lisa tenía demasiadas preguntas qué hacer pero había aprendido a callarse cuando Rosé era la causante de aquellas preguntas.

Hizo lo que se le pidió mientras la otra chica terminaba de limpiarle la herida, luego se levantó y se fue de allí. Lisa se mordió el labio, tratando de esconder aquella sonrisa que amenazaba con salir en cualquier momento.

Se rió feliz mientras acariciaba la curita de Hello Kitty que adornaba su rodilla.

Te quiero.