Capítulo final.
[...]
Las manos le sudaban, eso no era una buena señal ni un elemento atractivo, lo sabía, pero simplemente estas no paraban. Tenía el corazón acelerado y en cualquier momento seguro se le saldría del pecho y se iría corriendo. Quiso recuperar la confianza y ser positiva, diciéndose a sí misma que en cuánto más rápido entrara más rápido todo se acabaría.
Luego de la llamada hacia Rosé y que la pelirroja no hubiese hecho ningún intento de contactarla (es más, la evitaba mucho más que antes) Lisa sintió el rechazo total. Como si, por fin estuviera viendo la realidad con sus propios ojos. Se dio cuenta de que Rosé no la quería cerca de ella, no quería ver su rostro, nada. ¿Y si sentía asco por Lisa? Todos esos pensamientos rondaban por la mente de la rubia, quien no tenía respuesta para ninguna de sus dudas. Jisoo y Jennie—hasta Hoseok—intentaban ayudarla al ver lo triste y desanimada que se veía pero la verdad, aunque Lisa apreciaba el esfuerzo que sus amigos ponían para animarla, estos no eran de mucha ayuda. Lisa no necesitaba que la animaran, ella sólo necesitaba una palabra, una respuesta, una explicación si llegaba a muy lejos, de Rosé. Tal vez simplemente era el engaño que se decía a sí misma para tapar el hecho de que sólo extrañaba a la pelirroja como nunca.
Todos sus días siguieron de la misma manera hasta que cuando entraba a clases la mayor se atrevió a encararla.
Bueno, más o menos.
En silencio le dejó en sus manos un pequeño papel y se marchó, Lisa no se lo mostró a nadie y esperó hasta la salida para quedarse donde nadie pudiese verla y lo abrió. Se encontró con la caligrafía de Rosé, e incluso ahora no se podía creer si lo que leía era verdadero.
¿Y si era una broma? Era lo que pensaba la rubia apretando el papelito en sus manos.
Al fin y al cabo no entendía porqué la mayor le había pedido que ella personalmente fuese a su casa si no era para motivo de humillación. Comenzó a dar pasos lentos, hasta que estuvo en frente de la puerta y cuando decidió que no lo valía y que se escaparía Rosé hizo presencia, su mirada quemándola.
Lisa se sintió intimidada.
Tan pronto como la pelirroja la notó fuera fue y le abrió la puerta, y Lisa volvió a considerar escapar pero ya estaba casi dentro y no podía ir como una cobarde. Así que suspiró con pesadez y se encaminó hacia el mueble más próximo invitándose a sí misma y con Rosé casi pisándole los talones. Ambas estaban sentadas en extremos distintos del sofá y por varios minutos nadie habló, causando lo contrario a un silencio relajante, uno incómodo.
Lisa, harta de aquello, se aclaró algo fuerte la garganta y sacó la nota casi hecha pedazos por los nervios de la rubia.
—Tu nota, ¿Qué es lo que quieres?—no sabe cómo pudo pronunciar esas palabras de eso pero luego de aquella oración se le secó la boca.
Rosé no respondió, ni la miró, ni hizo nada más que quedarse mirando al suelo.
—¿Es esto una broma tuya?—Lisa se encontró a sí misma diciendo, enojada. Tiró la nota al suelo con fuerza y esta aterrizó justo al lado del zapato de Rosé quien algo sorprendida por haber conseguido que la rubia se molestara levantó por fin la vista.—¿Te quieres burlar de mí o qué? No te entiendo, la verdad y tú no me das explicación alguna.
Lisa estaba casi segura de que estaba al borde de las lágrimas y cuando estuvo a punto de mandar a la mierda por siempre a la mayor la chica la calló.
—No es ninguna broma, Lalisa.—tembló.—Quería hablar contigo pero no sabía cómo decirlo apropiadamente.
La rubia bufó y se sentó más cerca en el sofá logrando que su brazo rozara el de Rosé.
—Podrías haberme dicho, haberme hablado, en vez de ignorarme.
Rosé negó con la cabeza.
—No después de lo qué pasó.
La rubia soltó una risa sarcástica.
—¿De lo que pasó? Te refieres a mí, perdiendo toda mi dignidad por alguien que no me quiere, que no me va a mirar como yo quiero que me mire, que no me hará caso. ¿A eso te refieres?
—No lo entiendes.—Rosé por fin volteó y la miró directo a los ojos. Lisa sintió la necesidad de voltear la vista por un momento.—No quiero que te alejes de mí, no quiero que me dejes en paz, no quiero que... me dejes de querer.—lo último fue un susurro y las mejillas se le tornaron rojas de la vergüenza.—Eres una idiota...
Pero Lisa no lo tomó como insulto, no podía, teniendo a Rosé así y ahí, comenzó a reírse. Tanto que al final le salieron lágrimas de los ojos y Rosé le pegó en el brazo.
—Rosé...¿Te puedo besar?—habían vuelto a la posición anterior y ahora la mayor sintió el aliento de Lisa cerca sobre sus labios. Así que no pudo hacer más que asentir tontamente para luego comenzar a mover los labios con entusiasmo junto a los de la rubia.
Luego de que se besaran antes de que quedaran con los labios hinchados la rubia la tomó del rostro y murmuró algo que sabía no se le olvidaría.
—Déjame entrar.
N/A:
MIL DISCULPAS PORQUE DE VERDAD NO ACTUALIZO DESDE HACE MUCHO Y NO HAY EXCUSAS. Como sea, ese es el final, considerémoslo como regalo de navidad, año nuevo idk (?
Espero que hayan disfrutado y que Babypink haya cumplido sus expectativas y sino, lo siento, pasen un buen día/noche y ¡Nos leemos!
¡Feliz año nuevo!—Rose.

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Babypink + chaelisa
Fanfiction❝Las acciones valen más que las palabras.❞ No copiar ni adaptar. Todos los derechos reservados a @-UZUM4KI y todos los créditos del fanart de la portada a su respectivo autor.