4.

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—Antes de que lo digas...—Rosé levantó un dedo en frente del rostro de la rubia.—Esto no es una cita.

En lugar de escuchar las características risitas salir de la dulce boca de la más joven esta no respondió y sólo siguió jugando con su comida sin decir una palabra.

Rosé arrugó la nariz, no sabía cómo consolar a la gente, menos a Lisa. Bufó.

Todo era culpa de Seulgi y su grupo de matonas.

Suspiró con cansancio, recordando los sucesos ocurridos hace un par de horas, como siempre Rosé andaba sola por todos los pasillos de la escuela.

Siendo una de las pocas estudiantes que ya había terminado de presentar todas sus evaluaciones no tenía nada qué hacer, ni siquiera sabía porqué había asistido ese día simplemente se paseaba por todos los rincones ocultos de la escuela en silencio, con las manos metidas en su suéter color salmón.

No había nadie a parte de ella en el jardín por lo que fue fácil escuchar algunos gritos provenientes de algún lado del, que creía, desierto lugar. Rosé no quería meterse en asuntos que no eran de su incumbencia pero aquellos gritos no cesaban y parecía que no iban a hacerlo durante un rato más así que dejó su mochila a un lado y avanzó hacia donde creía provenían aquellos gritos. Arqueó una ceja al ver a Lisa pegada contra el tronco del árbol y a nada más y nada menos que Kang Seulgi junto a Kim Hyuna y Kim Hyoyeon, y Lisa parecía demasiado pequeña en comparación a las tres otras muchachas. Rosé decidió esconderse detrás de un arbusto esperando a ver qué hacían.

Princesita no te creas tan importante, no vales ni tres dólares.—Rosé frunció el ceño ante eso, ella podía molestar a Lisa a veces hasta ignorarla pero nunca se metería con ella así.

Hyuna y Hyoyeon (Eran hermanas, por lo que Rosé sabía) se rieron. Tal vez el tinte les carcomía el cerebro.

Tú también estás teñida, Rosé.

Rodó los ojos y avanzó dando pasos fuertes hacia el lugar en donde las chicas seguían tirándole insultos a Lisa, como si de veneno se tratase.

—¿Qué están haciendo?—dijo, y con rapidez empujó levemente a Lisa hacia un lado quedando ella apoyada contra el árbol exactamente en el mismo lugar en el que estaba Lisa.

Se cruzó de brazos y chasqueó la lengua.

—¿Y bien?—se cruzó de brazos, Seulgi rodó los ojos.

—¿Qué te importa? Deja de meter tus narices en donde no te llaman.—cuando terminó Rosé notó como Hyuna y Hyoyeon se reían de manera cínica de lo que Seulgi acababa de decir.

—Me la llevo.—siseó y jaló a una muy asustada Lisa del brazo, llevándosela de ahí.

Y así habían terminado en donde estaban ahora, Rosé no tenía ni idea del lugar en el que vivía la rubia ni mucho menos se lo iba a decir pues lo que decía Lisa apenas y se podía entender porque había empezado a temblar y a balbucear al mismo tiempo. Le pasó un puñado de sus papas.

—Tienes que comer.—gruñó, cuando la rubia la miró con ojos de cachorrito asustado Rosé suavizó la mirada, suspirando fuertemente.—Por favor.

La mayor no obtuvo respuesta, sin embargo Lisa tomó algunas de las papas de la mano de esta y comenzó a comerlas. Rosé luego le pasó el refresco y el pollo.

Sonrió y le acarició el cabello logrando que Lisa se animara un poco.

—Ahí vas.

N/A:

Se supone que debería estar preparándome para salir porque hoy es mi cumpleaños, PERO, decidí terminar el capítulo porque la verdad lo llevo escribiendo desde hace un tiempito.

¡Espero que lo hayan disfrutado y nos leemos!

Rose.

Babypink + chaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora