Las palmas de las manos comenzaron a sudarme, si no fuera porque sabía que era imposible que una persona se redujera a agua, me hubiera planteado la posibilidad ¿Pero cómo obtuvo mi número de móvil? ¿Cómo? Yo nunca se lo había dado.
Volví a leer el mensaje que estaba destellante en la pantalla de mi celular
"La almendra con el chocolate hacen buena combinación, la misma que hacemos tu y yo"
Mire el celular y la caja de chocolates que había puesto en la mesita de centro alternativamente, estaba realmente confuso primero tenemos sexo, me trata como si fuera un sexo servidor y ahora me da un detalle ¿Pero qué demonios? ¿Por qué eres tan complicado Choi? Quise jalarme mechones de cabello por mera frustración, el móvil comenzó a vibrar nuevamente entre mis manos, estuve a punto de aventarlo por el gran susto que me había metido. Dirigí la mirada hacia el móvil nuevamente la pantalla tenía la notificación clásica "Tienes un mensaje" mi cabeza era un completo caos no sabía si debía abrirlo o simplemente borrarlo, lo abrí.
"Lo siento por lo de esta tarde, fui un bruto"
La rodillas comenzaron a temblarme prácticamente chocaban por lo tan nervioso que estaba, ¿Acaso Choi se estaba disculpando? Esperen...debe de ser una broma, eso debe de ser. Choi no da la apariencia de que se disculpa con alguien si es que ha cometido un error, es más dudo que Choi cometa errores y aun así no lo veo pidiendo disculpas ¿Entonces por qué lo está haciendo conmigo? Pestañe varias veces pues necesitaba lubricar mis ojos, estos se habían quedado tan abiertos que parecían platos. ¿Aceptar o no aceptar sus disculpas? ¡GENIAL! Otro dolor de cabeza ¿¡POR QUE YO DIOS? ¿¡POR QUÉ!? Mi debate personal comenzaba y en verdad no sabía qué hacer.
-¿¡QUE HAGO!? – grite alzando los brazos al cielo en busca de una señal, una señal aunque sea la más mínima para saber qué hacer, suena de lo más tonto hacer esto pero agradecería a cualquier ángel, santo, Dios o quien sea que acudiera en mi auxilio, en verdad necesitaba una intervención divina.
Cuando de la nada comenzó a vibrar mi celular, bueno no de la nada puesto que al observarle me encontré con otro mensaje ¡JODER! No era la clase de señal que esperaba pero algo es algo ¿No? Abrí el nuevo mensaje
"Lamento lo ocurrido y voy a entender si ya no quieres verme desde ahora nuestra relación será meramente alumno/profesor"
Ya no quiere verme.
Ya no quiere verme.
Ya no quiere verme.
Ya no quiere verme.
Ya no quiere verme.
Esa frase era la única instalada en los adentros de mi mente ¿Pero por qué? me pregunte a mí mismo sabiendo que yo no tenía la respuesta, como algo instantáneo comencé a teclear y le di enviar, al reaccionar me arrepentí de lo que había escrito.
"¿No significo nada para ti?"
Trágame tierra, que haya un terremoto y quede aplastado para no soportar la vergüenza que el puto mensaje acababa de causar, lo más seguro es que en este momento Choi este partiéndose de risa, tengo que irme tal vez si recojo mis cosas y me voy de aquí logre sobrevivir a la humillación, o mejor aún me corto las venas con galletas Oreo, ¿Pero qué estupideces estoy diciendo? Me voltee y comencé a golpear mi cabeza contra el reposa manos del sillón ¿Por qué? ¿Por qué? repitiendo una y otra vez, hasta que el móvil vibro nuevamente.
El corazón se me acelero como el de un galgo corriendo una carrera decisiva, me mordí el labio inferior viendo como tras unos segundos más la pantalla se apagaba, alargue mi mano derecha temblorosa para coger el móvil, lo mire aun con la pantalla en negro, mi respiración comenzó a agitarse. Bien Ji debes de afrontar las consecuencias de tus actos, como te enseño mamá, así que decidido prendí el celular y abrí el mensaje, pero al leerlo las cosquillas en el estómago se hicieron presentes ¿Por qué? No tengo ni la más remota idea, ¡Por favor alguien páseme DDT para extinguirlas!
"Claro que significas algo para mí"
Sencillo y concreto ¿Por qué me estaba poniendo feliz por su repuesta? Un misterio del nuevo milenio ¿No? ¿Qué significaba yo para Choi exactamente? La respuesta llego a la velocidad de la luz "Solo eres sexo" ¿Y por qué la felicidad que había tenido hace unos minutos se esfumo? ¿Por qué el pensar que Choi me ve como sexo, me duele? Yo mismo acepte, yo mismo dije que quería ser el juguete sexual de Choi entonces ¿Por qué quiero algo más? Sacudí mi cabeza para librarme de pensamientos estúpidos, debe de quedar claro que solo me busca para experimentar. Bufé y puse mis dedos en acción tecleando la respuesta.
"Olvida lo que te pregunte, está claro que solo soy sexo y lo entiendo. Pero si quieres seguir con el juego de la experimentación quiero que quede claro que no quiero tu dinero, no acepte ser prácticamente tu muñeco inflable para obtener un beneficio monetario, así que te pediría que no quieras comprarme con regalos"
Me sentí satisfecho por la respuesta, si seguiría con esto quería que quedara en claro que no estoy dispuesto a dar sexo a cambio de dinero. Mensaje nuevo.
"Está bien, lo entiendo claramente y por favor perdóname por ser tan idiota en hacer lo que hice está claro que no eres como el resto del mundo y eso te hace especial"
¡DDT! ¡DDT! ¡DDT! ¡POR FAVOR ALGUIEN PASENME EL DDT! ¿Por qué Choi hace que me coma los sesos de tanto pensar? ¿Por qué lo tenía que conocer? No mejor dicho ¿Por qué tenía que ser tan tonto y tirarle el café encima? Teclee la respuesta.
"Gracias, y gracias por los chocolates"
Enviar...
Tome un chocolate de la caja en la cual estaban perfectamente acomodados y lo mordí, al instante comenzó a derretirse causando un éxtasis en mis papilas gustativas una delicia para el paladar, al ver la otra mitad del chocolate me di cuenta que tal como decía en la tarjeta había una almendra en el centro, sonreí la combinación perfecta: "Almendra y Chocolate"
Tome el móvil cuando apenas comenzaba a vibrar y abrí el mensaje.
"De nada, espero te gusten. Por cierto tú eres el chocolate. Descansa, buenas noches"
¿Qué yo era el chocolate? Pero... ¿Qué significaba eso? Tenía ganas de preguntarle y decirle que era lo que eso significaba, pero me detuve... ha de estar ocupado obligue a mi mente a creer eso por lo que de vuelta solo puse un "Buenas noches"
Tome mi mochila y la caja de chocolates para caminar hacia mi habitación, tenía que descansar mañana me esperaba un gran día, arrastrando los pies avance hasta internarme dentro de la habitación, coloque la mochila en la cama y los chocolates en el pequeño buró izquierdo, fui y encendí el PC para ver el horario de clases. Cuando caí en la cuenta de que Principios jurídicos me tocaba nada más y nada menos que con Choi. Mañana lo vería y no sé si este preparado para verlo después de lo de hoy.
Eran cinco y media cuando sonó la alarma, tenía que levantarme para apurarme y arreglarme, me deshice de las sabanas con las cuales estaba envuelto y salí a paso perezoso de la cama, me puse mis pantuflas de "Snoopy" para dirigirme al armario y sacar la toalla para meterme a la ducha.
Ya adentro del baño comencé a deshacerme de la ropa dejándola a un lado y doblándola para no hacer un desastre, mire el cuarto del baño en el que estaba y no pude no compararlo con el de Choi, el cuarto de baño de la facultad era espacioso sí, pero menos lujoso que el de Choi, mi mente comenzó a divagar estacándose en lo que había echo en el baño de Choi realmente estaba loco, me había convertido de la noche a la mañana en un pervertido sexual y ¿Por qué de solo imaginarlo nuevamente me estaba empalmando? Mire hacia abajo encontrando mi entrepierna la cual comenzaba a despertar ¡Magnifico! ¡Erección matutina!
Me metí rápidamente a la ducha para tratar de sosegar mi excitación, fue en vano mi cuerpo era un traicionero y mi mente... bueno de mi mente mejor ni hablamos, la caída de agua estaba excitándome más de lo normal ¿Acaso ya no podre ducharme sin excitarme? No podía salir con tremenda excitación ¿No? Así que lleve mi mano hacia mi pene, el solo roce de piel con piel hizo que me diera un calambrazo en todo el cuerpo, desde la punta del cabello hasta la punta de los dedos del pie, sin más comencé a masturbarme, estaba descubriendo la sexualidad a la edad de dieciocho años y no solamente gracias a la ayuda de mi mano, sino más bien gracias a lo que me causaba un hombre, un hombre que tenía nombre y apellido: Choi Seung Hyun
Después de una ducha poco convencional estaba ya frente al armario viendo que me llevaría hoy ¿Pero por qué estaba viendo la ropa con tanto detalle? Yo siempre me vestía con lo primero que encontraba ¿Por qué ahora tenía la necesidad de verme bien? Mire el reloj eran las seis de la mañana, tenía todavía tiempo vi mis jeans y descubrí que había unos pantalones de piel algo ajustados, recuerdo que una de mis amigas que deje en Corea me lo había regalado diciendo "Ji Yong despierta te iras a Manhattan, Nueva York, la quinta avenida, moda, lujos, ropa de marca por lo menos acepta este regalo que te hago sé que algún día lo necesitaras para impresionar a alguien" Recordé palabra por palabra de lo que Haru me decía, era mi mejor amiga en la media superior y una adicta a la moda recuerdo que cuando supo que me vendría a Manhattan grito como loca diciéndome "Tu, tú en Manhattan esto es de locos" sonreí... pero la sonrisa se esfumo recordando las últimas palabras de mi amiga al regalarme el pantalón de piel ajustado "Sé que algún día lo necesitaras para impresionar a alguien" ¿Qué? ¿De qué me perdí? ¿Es que acaso quería impresionar a alguien? ¿Acaso? ¿Acaso quería impresionar a Choi? Me falto el aire de repente al descubrir lo que estaba yo haciendo, no había otra explicación para el hecho de preocuparme por mi apariencia, era tal lógico quería que Choi quedara impresionado conmigo ¿Acaso me volví rematadamente loco? Me tumbe en la cama ¿Qué estoy haciendo? Me pregunte a mí mismo pero como siempre las respuestas se negaban a aparecer.
Impresionar
Impresionar
Impresionar
-¡Al diablo todo! – comencé a buscar una playera que combinara con el pantalón de piel, por lo cual me decidí por una negra sin impresión ni nada lisa completamente, rebusque aún más en mi armario encontrándome con un traje cuando ingrese a la Universidad había venido de traje, lo mejor presentable para mi primer día, una idea se me cruzo por la cabeza, quite el saco que era igualmente negro y lo puse sobre la cama donde se encontraba el pantalón y la playera ¡Perfecto! Pronuncie mentalmente, ahora solo me falta el calzado y como obra del Dios Todopoderoso vi mis botas que quedarían perfecto para mi outfit. Rápidamente me cambie ya eran las seis y media por lo que tenía que volar si no quería llegar tarde y ahora no tenía la excusa de estar enfermo. Me mire al espejo y realmente me sorprendí al verme, lo único que faltaba era un peinado por lo cual me peine como siempre lo había hecho, me sentí emocionado de echo no sabía hasta qué punto.
Tome mi mochila y salí casi corriendo, dejando toda la ropa desparpajada en la cama llegando lo arreglaría, corrí por toda la Amsterdam Av. las personas me miraban esperaba que fuera porque me veía bien y no como una rata de alcantarilla.
Entre a la Facultad tratando de normalizar mi respiración, cada paso que daba era un par de ojos que se volteaban para mirarme ¿Acaso me veo mal y el espejo me mintió? Vi como varias chicas comenzaban a cuchichear entre ellas lo que comenzó a darme más nerviosismo ¿Pero cómo se me había ocurrido venir así? Tenía ganas de salir corriendo como un cervatillo asustado, un perrito lastimado e intimidado por una camada de lobos comencé a caminar con más inseguridad pero en estas ocasiones son cuando sale a aflorar mi carácter.
-¿¡¡QUE COÑO ME VEN!!? ¿¡TENGO MONOS EN LA CARA!? ¿¡SOY UN PAYASO DE CIRCO!? – los presentes ahí se quedaron boquiabiertos mientras decían mi nombre, comencé a avanzar más por coraje que por el hecho de que quería llegar lo más rápido al salón.
Pero... ¿Qué les pasa? ¿Uno ya no se puede arreglar? Rodé los ojos caminando hacia el aula que se encontraba a no más de seis pasos, cuando entre ¡KABOM! Todo un centenar de ojos se giraron hacia mi dirección, todos con mirada admirada creo que logre ver a dos que tenían la boca abierta. ¿Tan mal me veo? Mordí mi labio inferior comenzando a avanzar hacia mi butaca mientras sentía las miradas que se clavaban en mi cuerpo, me senté esperando que ya no me observaran, no me gusta ser el centro de atención me agobio, pero cuando levante la vista seguían mirándome ¡Valla descaro! Suspire por mera resignación sacando un libro o una libreta no importaba el que, quería distraerme y hacer que no pasaba nada, así que cogí lo primero que tomo mi mano al entrar en la mochila, era un libro por lo que comencé a hojearlo sin ni siquiera detenerme a leer, quería que llegara el profesor ¡Ya!
-Buenos días - ¡Oh Gran Dios! ¡Muchas gracias! Escuche la voz del primer profesor, el de la primera hora que avanzaba con total tranquilidad hacia el escritorio, ¿Edad? más o menos treinta y cinco, alto de tez levemente bronceada, cabello oscuro, lentes y un portafolio color vino entre su mano derecha
-Buenos días – respondimos al unísono mis compañeros y yo.
-Pasare lista y comenzaremos con las actividades de hoy – declaro sacando la lista y comenzando a pronunciar nuestro nombre.
Cuando pronuncio mi nombre me levante y avance hacia el escritorio con la receta médica que Choi me había entregado para poder justificar mi falta del día anterior, otra vez la mirada de mis compañeros de clase clavada en mi persona, escuche murmullos diciendo "Ese es Ji Yong" obvie esa actitud y camine seguro de mí mismo, el profesor alzo su vista y espero hasta que llegara.
-Profesor aquí está mi justificante ayer no pude asistir a su clase porque estaba enfermo – pronuncie mientras le extendía la receta.
-No te preocupes Ji Yong ya me avisaron del por qué estabas enfermo no te preocupes, no tienes faltas, pero gracias por tomarte la molestia de mostrarme la receta médica –
-¿A si? – mi cara de confusión se hizo presente ¿Ya le habían avisado? ¿Quién? Y como si fuera lo primero que mi mente quisiera recordarme el nombre de Choi apareció bamboleándose uniendo las letras como si cada una de mis neuronas fuera una. No podría ser el ¿Verdad?
-Si el profesor Choi emitió el aviso a los profesores ¿No lo sabias? – ¿Por qué? me mordí el labio.
-Si...si es que me había olvidado de que el profesor Choi me haría el favor de avisar – me reí por incomodidad - ¡Que tonto soy! – y me acomode el cabello.
-Ji Yong eres tan despistado – dijo el profesor Moore con una sonrisa.
-Cierto – sonreí nuevamente ¡Que ridículo estaba haciendo! – Bueno no le quito más su tiempo, con su permiso – y tras decir eso avance a mi lugar nuevamente ¿¡Pero que carajos hace Choi!? ¿Qué no podía avisarme? ¡Pero eso si puede llamarme a mi móvil solo para acosarme y decirme que las almendras y el chocolate hacen buena combinación! ¡Está loco! Tome asiento me sentí frustrado y avergonzado por el numerito que acababa de hacer tuve que mentir para no tirarme de cabeza yo mismo, ¡Yo nunca miento! Creo que desde que Choi ha llegado a mi vida les he mentido a las personas ¡ASH CHOI TE ODIO!
La clase comenzó entre lecturas y algunas copias que el profesor nos entregó sobre Sociología, las teníamos que leer y conforme a los valores buscar una solución y del porqué de los actos de las personas que ponían como ejemplo.
No fue muy difícil encontrar la respuesta del por qué la persona había actuado así y por qué no así, le ves el lado fácil cuando te pones literalmente en los zapatos de las personas. El profesor explico que lo que acabábamos de hacer se le llama "Investigación Cualitativa" que es la que se basa en responder las preguntas como ¿Cuál? ¿Dónde? y ¿Cuándo? Para poder encontrar una respuesta y que más adelante no sería así de sencillo puesto que se tiene que tomar muestras de pequeñas poblaciones para saber cómo actuarían en "x" o "y" situación.
El timbre anuncio el cambio de modulo y el fin de la clase por lo que comenzamos a guardar nuestras cosas.
-Nos vemos el viernes jóvenes que tengan un día provechoso – dijo despidiéndose de nosotros.
Tome mi mochila y salí del aula camino a tomar la materia de "Derechos Humanos" avance por los pasillos iba rumbo a el aula B40 la cual quedaba en la segunda planta, así que comencé a subir las escaleras, mientras otros bajaban a la carrera para el cambio de modulo, los cambios de modulo son de lo peor mientras tú vas tranquilo tratando de que no te tecleen y te bajen como un jugador de americano otros pegan la carrera como si estuvieran en una competición olímpica, era todo un caos.
Pegado al pasa manos y agarrado de este comencé a ascender viendo como bajaban los escalones de dos en dos, empujando a quien sea con tal de llegar, principalmente los que corrían eran los de nuevo ingreso, y bueno tenían razón en correr algunos catedráticos eran muy exigentes si llegabas después de él te cerraba la puerta en la cara, bien dicen el primer año en la Universidad es el más estresante.
Cuando llegue al igual que la anterior clase me senté y espere a que llegara la profesora Peterson a impartir la clase, saque mi libreta pero no tuve cuidado y una hoja suelta que estaba entre las paginas se cayó al suelo. Me agache a recogerla cuando un golpe en seco le fue proporcionado a mi cabeza me maree del golpe tan fuerte.
-¿Te podrías quitar de mi camino? – esa voz, me lleve la mano a la cabeza tratando de sobarme sin hacerme más daño, levantando la vista ¡Mierda! SeungRi.
-Tu podrías tener cuidado – exclame exasperado, SeungRi era tan odioso que me colmaba la paciencia en varias ocasiones por no decir todas en las cueles nos encontráramos.
-Hablo el protegido de Choi, el que no puede defenderse solo y utiliza a un maestro para que lo salve como una puñetera niña en apuros – y tras decir eso me empujo haciendo que me causara daño en el costado derecho a pegar con la paleta.
-¡Yo no necesito que me defienda nadie! – dije haciendo caso omiso del golpazo que me había llevado, sobarme solo era demostrarle que me dañaba.
-¿Se la mamaste para que ahora seas el consentido del gran abogado Choi? – me quede sin poder decir nada, mis cuerdas vocales se enredaron y perdí la capacidad del habla - ¿A que si? Eres toda una jodida maricona, claro nadie de la universidad llenaba los requisitos de la puta y por eso ahora anda tras la polla del gran Choi Seung Hyun y sus grandes millones en el banco – no otra vez, me estaban tratando como una prostituta interesada, comencé a sudar mientras las carcajadas de SeungRi y sus amigos llenaban el aula – Ya decía yo que solo eras de esas personas que aparentan no romper un plato pero por el otro lado son todas unas joyitas –
-¡¡CALLATE TU NO SABES NADA!! – y sin más le había plantado tremendo derechazo en la cara a Ri se cayó al suelo golpeándose con las butacas que estaban afiladas a la izquierda, fue rápido y certero nadie se lo esperaba, de eso estaba seguro. El aula enmudeció por completo mientras mi puño seguía arriba amenazante con volver a impactarse en la cara o en donde fuera. - ¡¡NO SABES NI MADRES!! ¡¡SI NO SABES HAZME EL FAVOR DE CERRAR TU PUTO HOCICO Y TRAGARTE TODA LA MIERDA QUE ESCUPES POR EL!! – la cara de SeungRi ¿Cómo describirla? Simplemente era digna de observar roja de la furia, se levantó lentamente e igual que yo sin previo aviso me planto un golpe certero y sonoro en la mejilla izquierda que me hizo tambalearme pero no caerme ya que mis reflejos se activaron haciendo que me agarrara de la butaca.
-¡Que está pasando aquí! – Escuche una voz que se dirigía hacia donde estábamos – Abran paso, déjenme pasar – cuando comenzamos a discutir un grupo de personas de amontonaron haciendo un cirulo - ¿Qué está pasando aquí? – La profesora Peterson - ¿Me pueden decir que pasa? ¿Ji Yong? ¿Seung Ri? – nos miró alternativamente buscando una respuesta, solo pude bajar la cabeza - ¿Se dignaran en decirme o los tendré que llevar a dirección para que los sancionen? – Miro fijamente a Seung Ri deduciendo que era lo que había pasado – ¿Se estaban golpeando en el salón de clases? ¿En mi clase? ¿Qué no conocen el respeto? – Ahora los dos bajamos la mirada – Los quiero en la dirección los sancionare por dar espectáculos, son dos adultos no son niños que se golpean por una piruleta – exclamo – Y ustedes tomen asiento ya regreso – tome mis cosas y comencé a caminar hacia la puerta ¿Tenía tan mala suerte? Dios me odia, eso era ya seguro. Camine tras la profesora, recorriendo los pasillos hasta que llegamos.
Al entrar a la dirección la profesora Peterson explico que nos encontró peleándonos como viles delincuentes y que pedía una sanción, por interrumpir en su clase y comportarse como personas pocos civilizadas, el resultado... tres puntos menos en la materia de "Derechos Humanos" y una clase perdida que contaría para el examen. La profesora regreso al salón dejándonos en la sala de maestros hasta que pasara la hora de su clase. Me revolví el cabello por mera frustración mirando con odio a Seung Ri quien me devolvió una mirada igual. La hora paso rápido y el timbre sonó me levante del asiento y comencé a avanzar hacia la salida.
-¿Ya vas a ver tu salvador? ¿Le iras con el chisme para que me expulsen? – pronuncio con una sonrisa burlona que hizo que quisiera reventarle la nariz por ser tan odioso.
-Vete al demonio – y sin más salí.
Efectivamente tenía clases con Choi pero no iba a contarle que me pelee con Seung Ri obvio no, no soy un chivato. Avance por los pasillos para ir a la otra aula era tedioso cambiar de modulo, sí que lo era.
-Así que peleándose en la Universidad ¿No? – lo que me faltaba... voltee lentamente encontrándome con la imagen imponente de Choi.
¿Que no era ya demasiado para este día? ¿Por qué Dios? ¿Por qué?
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Los Pecados Choi
FanfictionA veces simplemente lo prohibido es lo más tentador, ¿no Ji Yong? NOTA Y ADVERTENCIA: ESTE FANFIC NO ME PERTENECE EN ABSOLUTO, La autora es: GTOP is real (Historia disponible en Amor Yaoi) Quiero compartir el gran trabajo de una escritora que no...