A tu lado (Antoine Griezmann)

Capítulo 7

Me acerqué a donde estaba mi hermano y vi a Ronaldo.

–Así que es verdad. Sois hermanos. –dijo Ronaldo cruzándose de brazos.

–¿Tienes algún problema? –mi hermano se empezó a poner a la defensiva.

En ese momento, Koke llegó y le puso el brazo en el hombro al blanco.

–Vete.

Era la primera vez que veía a Koke tan serio.

Ronaldo tragó saliva y se fue, pero no sin antes decirme.

–Tu y yo tenemos que hablar.

Gabi pasó su brazo por mi hombro y dejó un beso en mi cabeza.

Pero Ronaldo no se contentó con eso.

Comencé a sollozar, no quería que Gabi sufriera por mi culpa.

–Antoine. Tenemos que hablar. –le dije cuando me cogió el teléfono.

–Vale. –noté cierto temor en su voz.

Quedé con él en un lugar apartado del Retiro. Se acercó para besarme y yo aproveché mucho ese último beso.

Comencé a llorar y Antoine se alarmó.

–¿Qué ocurre?

–Esto no va a funcionar. Es mejor que nos demos un tiempo, Antoine.

Antoine se quedó pálido y varias lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

–¿Por qué?

–Necesito proteger a Gabi.

–No entiendo.

–Ronaldo me amenazó con hacerle daño a Gabi si no te dejaba. Te quiero mucho, Antoine. Pero la salud de mi hermano está en peligro.

Antoine me abrazó.

–Llevémoslo en secreto.

Fruncí el ceño.

–En casa somos pareja, pero fuera no nos conocemos.

–Está bien.

Volvimos a casa, donde estaban Gabi y Koke.

–Gracias por acompañarme, Anto.

Me alejé sin besarle, dejando a mi hermano y a Koke sorprendidos.

–¿Habéis discutido? –escuché la voz de Koke mientras me subía por las escaleras.

Me dormí enseguida al tumbarme en la cama. Me despertó Noa tirándose sobre mi.

–¿Qué es eso de que mi hermano y tú habéis cortado?

Me miró y no pude mentirle.

–No hemos cortado. Bueno, de puerta para afuera sí, pero realmente, seguimos saliendo.

–¿Por qué?

–Ronaldo me ha amenazado.

Le expliqué todo y bajamos a cenar. Cogí a Dani de los brazos de su padre y el pequeño se echó a reír.

–No me robes al bebé.

–Ni mi ribis il bibi.

Yan me dio una colleja y Noa me quitó al niño.

–Jo.

Todos rieron y Dani, contagiado por todos, rió también.

–Entonces, ¿vas a venir a Macon en navidades?

Asentí con la cabeza. Mi hermano y Koke no hicieron ningún gesto raro, por lo que supuse que Antoine les habría dicho que estaba cansada o algo así.

(...)

El audio de Antoine había sido realmente bonito. Sabía que Antoine era un chico que valía la pena. Sabía que él era el adecuado.

A la mañana siguiente, quedé con Ronaldo y noté como la prensa iba tras nosotros. Después de comer, Gabi entró enfadado a mi cuarto.

–¿Me explicas que ostias es esto?

Tiró sobre mi cama varias fotos en las que salía junto a Ronaldo en el Retiro.

–Lo... Dejé con Antoine y he vuelto con Ronaldo.

Mi hermano apretó los puños.

–Es imposible que lo hayas dejado con Antoine y él esté tan feliz.

–Es... Complicado. En casa somos pareja, pero de puertas para afuera... –intenté explicar.

Gabi me abrazó.

–Ten cuidado.