Prólogo

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Con una agitación excesiva de espasmos, tuve mi primer orgasmo... de eso ya hace más de diez años.

Tenía 19 años, mi mente pensaba en varias cosas, todos decían que en mi edad no era recomendable tener novio, me sentía frustrada, mis sentimientos iban y venían con cambios a cada rato.

Tuve la decisión de plantarme en el suelo y vislumbrar mis deseos: una familia, un trabajo, estudiar...al principio pensé que tenía que ordenar mis ideas, así que navegue en mis deseos profundos, necesitaba saber quien era yo.

Con el paso del tiempo, mes encontré en momentos únicos, como el porque cierto muchacho de piel bronce y ojos oscuros hacia un revuelo en mis éntralas. No entendía por que me gustaba ese chico, sentía nervios cada vez que lo veía, y cuando me hablaba, era como nadar en un mar de emociones.

Se me declaró en una tarde lluviosa, yo tan ilusionada dije que si, y mi vida cambio.

Al principio pensé que con la nueva relación mis distracciones irían en aumento, también el bajar de calificaciones, sin embargo, fue al contrario. Mis calificaciones subieron, así como las ganas de vivir.

Llevábamos apenas unos meses saliendo y cada momento era único. Pero algo más empezaba a cambiar. Siempre había leído libros eróticos, tenía mucha teoría sobre el sexo solo faltaba llevarlo a la práctica. El acercamiento excesivo llegó una tarde, mientras mi familia no estaba en casa, afuera hacía frío y la neblina empezaba a subir

Le di acceso a mi espalda baja y el me lo dio a mi, pero yo quería sentir sus caricias en otra parte, así que le di acceso a mi trasero.

Cada cita las caricias evolucionaban, hasta que llegó a mi vagina, la primera vez fue sobre la ropa, la siguiente fue pasando la ropa.

Me sentía tan bien, mi cabeza empezó a lidiar en que también necesitaba tocarlo a él, le dije que me condujera y así fue, entonces supe, que más que cariño, lo que yo sentía era deseo...

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