Deseame

Capitulo 3

*Camino por un sendero lleno de vegetación, a donde quiera que se voltee se pueden ver amplios campos verdes y bosque verde llenos de vida. Veo mis pies desnudos, mojados por el rocío del amanecer, fríos pero tibios a la vez, un viento del norte levanta mi cabello y lo hace volar por unos segundos, por instinto extiendo mis brazos y me dejo llevar por esa pequeña sensación que me invade y me lleva a descubrir mis sentidos de una manera en que nadie puede entender, una forma de liberación única. sin embargo atrás de mi se escucha el quebrar de una ramita, volteo rápido para ver de donde proviene el sonido... un hombre me queda viendo, pensé que lo había alejado de mi vida, sin importar lo que él haga, vuelvo mi vista a donde antes estaba y me dejo llevar por lo que la vida quiera de mi, ya nada importa.*

Algo húmedo tocan mis dedos y lo primero que pienso por lo que  acaba de pasar, es en sangre, creo que me ha hecho daño ver tantas películas de ficción, me altero un poco y me dejo llevar por el temor que crece dentro de mi, cierro los ojos y trato de respirar y calmarme un poco, pero sin luz nada es visible, me quedo un rato con los ojos abiertos pero lo oscuro del lugar en donde estoy me cansa y cierro mis ojos. Despues de un rato largo una mano cálida toca mi hombro izquierdo.

Una sensación de escalofríos cubre mi cuerpo provocando, por inercia paso las manos a los brazos para dar seguridad al cuerpo.

En compañía de esa mano llega la segunda y de igual forma se coloca en mi otro hombro.

Me levanta y siento como me lleva a un lugar más seguro.

Quiciera ver su rostro, quiciera poder tener la capacidad de tocar su cara. Pero no hay fuerzas. Las siento tan lejanas que no soy capaz de despertar.

***

Estoy inerte en una cama, por alguna extraña razón. Mis ojos se mueven con ainco por toda la habitación, sin lograr reconocer nada. Quiero salir disparada debido a una nueva sensación que empieza a emanar dentro de mi ser.

Se escuchan pisadas y trato de ver de dónde proviene ese sonido, sin embargo, lo oscuro que hay en el cuarto me lo impide.

- Por fin has despertado...