SEGUNDO DIA.

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Un ruido en la puerta de la entrada les despertó.

-Servicio de habitaciones, traemos el desayuno gritó una mujer desde el otro lado de la ventana.

-Adelante, gritó Nacho con voz de dormido.

La mujer abrió la puerta y entró, ella llevaba una bandeja de plata con comida, se la dejó encima de la mesa de cristal y se marchó.

-Que tengan un buen día dijo la mujer mientras cerraba la puerta para irse.

Nacho se levantó a por la bandeja para llevarsela a la cama a Maeva, la bandeja contenia doz zumos de naranja, fresas, dos chocolates calientes, 'croissants' y crepes con sirope de chocolate.

Maeva y Nacho empezaron a desayunar en la cama mientras contemplaban desde la ventana la torre Eiffel.

-¿A dónde iremos hoy? preguntó Maeva.

-Es una sorpresa, contestó Nacho.

Cuando ambos terminaron de desayunar se marcharon a la ducha y a continuacion se vistieron para salir.

Se vistieron con ropa bastante calentita para una temperatura de menos dos grados.

Cuando salieron del hotel cogieron un taxi que habia en la puerta.

-¿A donde os llevo? preguntó el taxista mientras Mae y Nacho se montaban.

-A Disneyland le contestó Nacho mientras miraba a Maeva.

-¿A Disneyland? preguntó Mae un poco sorprendida.

Nacho asintió con la cabeza y a continuación la besó.

-Siempre quise ir, pero mis padres nunca me han podido llevar tan lejos le dijo Mae.

En el camino hacia allí Mae estuvo mirando el paisaje desde la ventanilla.

Cuando llegaron entraron con el ticket pero antes tubieron que esperar la media hora de cola que había para entrar.

Fueron a dar una vuelta por el parque, allí vieron un gran castillo, decidieron entrar y allí había una habitación que parecía una especie de museo que contenia objetos de disney de cristal, también habia una tienda para comprar recordatorios.

Siguieron viendo cosas y vieron una montaña rusa, era una grandísima montaña rusa y decidieron montarse.

Tras cerca de una hora esperando en la cola se subieron.

-Es la mejor montaña rusa que me he montado nunca dijo Nacho.

-Me ha gustado esta atracción contestó Maeva.

Siguieron dando vueltas para ver todo lo que habia.

Era la hora de la comida, decidieron pasar a un bar de bocadillos.

Cuando acabaron de comer fueron a ver si habían mas atracciones divertidas.

A lo lejos vieron un simulador que daba giros de 360°.

Maeva y Nacho se quedaron alucinando con esa atracción.

-¿Seguro que quieres montarte ahora haciendo la digestion? preguntó Nacho mientras la miraba.

-No, la verdad es que ahora no me apetece vomitar todo lo que he comido, contestó Maeva mientras se reia.

Así que decidieron seguir caminando y viendo el parque para poder bajar un poco la comida y poder montarse en la atracción.

Pasaron un par de horas, Nacho y Mae decidieron volver a la atracción del simulador pero por mas que buscaban no la encontraban.

Decidieron ir a buscar otra atracción antes de que cerrasen el parque.

Allí estaba, encontraron la atracción, no habia mucha gente, se colocaron a la cola, y allí esperaron hasta que les tocase montarse.

Cuando salieron decidieron no montarse más en una atracción como esas, se encontraban algo mal.

Eran las seis de la tarde, ese día habia una cabalgata, Maeva y Nacho estuvieron viendola cerca de una hora hasta que decidieron marcharse.

Eran ya cerca de las ocho, una voz salia de unos altavoces, esa advertia que quedaban diez minutos para que el parque cerrase.

Ellos decidieron marcharse ya, cogieron un taxi.

-¿A donde os llevo chicos? preguntó el taxista.

-A la Torre Eiffel por favor, contestó Nacho, parecía amable el taxista pensé.

Nacho decidió darle algo de conversación y estuvieron hablando los tres durante todo el camino, era raro, que el taxista de origen Francés sepa hablar perfectamente el mismo idioma que él.

Cuando llegaron Mae y Nacho se despieron del taxista y este se despidió de ellos.

Andaron alrededor de cinco mimutos hasta llegar a la torre, es muy alta dijo Mae mientras miraba arriba, Nacho la agarró de la mano y se la llevó al ascensor, allí subieron hasta la planta de los restaurantes, Mae le cogió fuerte intentando frenarle.

-¿Vamos a cenar aqui? esto es muy caro dijo Mae mientras miraba los restaurantes.

-No pasa nada amor, este viaje lo quiero disfrutar a tu lado y no importa lo que me cueste, le contestó Nacho mientras le daba un beso.

Se sentaron en un restaurante, allí hacia calor decia Mae mientras empezaba a quitarse capas de ropa.

Se sentaron el la mesa y cogieron la carta, y de repente vino un camarero para apuntarles lo que querian para comer.

Pasaron el tiempo de un cuarto de hora y le trajeron la comida y una botella de vino, era uno de los mejores vinos.

Terminaron de cenar tranquilamente y pidieron postre, Mae y Nacho tomaron los típicos crepes franceses, estos llevaban mantequilla por encima.

Terminaron de cenar, y se fueron a la calle a dar un vuelta. Al lado de la torre habia un parque, allí decidieron tumbarse, y estar abrazados un tiempo hasta que empezaron a tener frio para ir a la habitación del hotel.

te esperaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora