The First Love is forever ||YoonNam

Mala reacción

<< Si tus miradas mataran preferiría suicidarme, pues no creo ser capaz de poder resistir tu odio si mi amor por ti es grande>>

—Matias A.

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NamJoon no podía creer lo que estaba escuchando, no podía, no quería creerlo, porque rápidamente supo que significaba, el bebé era de Yoongi, no era idiota, nunca se había acostado con nadie más y en esos momentos no podía haber otro padre.

Desesperado volteó a ver a Jimin quien abrió sus brazos de forma comprensiva, no quería ver a su amigo sufrir. El pelirrojo abrazó a Nam con fuerza, dejándole sentir su cariño, demostrándole que él estaba ahí para él, el peliazul lloraba y lloraba con fuerza, porque tenía miedo, porque le dolía, porque comprendía que todo eso saldría mal, lo peor es que quería creer que había una misera oportunidad de que Yoongi lo aceptara.

El doctor ya no dijo nada más cuando los vio salir, sabía, por las reacciones, que ese chico iba a sufrir, como doctor siempre veía casos así.

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NamJoon llegó a casa de Jimin, no podía más, se dejó caer en el suelo, aporreando sus puños contra él, en un intento desesperado de descargar su irá, su dolor, esperando que eso pudiera terminar de una vez por todas y pudiera despertar del sueño en el que se encontraba.

Jimin preocupado lo intentó levantar pero el peliazul se resistía bastante hasta que terminó por aferrarse al pelirrojo entre llantos y gritos de dolor y desesperación pues su mundo ya había comenzado a hacerse pedazos.

—Nam ¡Nam! ¡Detente por favor!—Pidió Jimin sujetando a NamJoon de las muñecas pues estaba poniéndose errático.

—¡¿Cómo puedes pedir que me calme?! ¡Es de él Minnie! ¡Es de él!—Gritó NamJoon sollozando con fuerza, se sentía tan devastado.

—Lo sé Nam, pero alterando te no ganas nada, sólo le vas a hacer daño a tu bebé—Dijo Jimin abrazando a Nam nuevamente para luego acariciar sus cabellos con suavidad en un vago intento de calmarlo.

—Minnie... No quiero decirle— Susurró Nam mirando fijamente a los ojos de Jimin.

—Pero tienes que, sea cual sea la respuesta de ese idiota, yo voy a estar aquí para ti.

Nam se aferró más fuerte a el pelirrojo, rogando porque Yoongi pudiera aceptar a su bebé, sin embargo está tan lejos de la realidad.

Sin quererlo Nam se durmió en los brazos de su amigo y Jimin lo llevó su cama con una sonrisa triste en los labios. Sabía que las cosas no saldrían bien y aún así le daba esperanzas a Nam, no podía considerarse bueno si hacía eso.

Pero ya se había decidido, le diría a Yoongi que había sucedido.

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Al día siguiente Nam se levantó gracias a las náuseas matutinas, eso lo regresó a la realidad, estaba esperando un bebé de Yoongi y debía decírselo.

Jimin se despertó por sus movimientos, no se dio cuenta de que tenía abrazado a Nam por la cintura y al parecer el más alto tampoco lo había notado, claro hasta que el pelirrojo intentó safar sus manos.

Ambos se levantaron de la cama y caminaron hacia la ducha, primero se duchó Nam y después Jimin, desayunaron y arreglaron sus cosas, todo en silencio pues uno aún estaba pensando las cosas y el otro estaba preocupado por su amigo.

De camino a la escuela no hablaron pero Nam llevaba en sus manos en papel donde afirmaban que estaba embarazado, la prueba de que Yoongi era el padre de esa creatura que se estaba formando en su vientre y esperaba de todo corazón que lo aceptara.

Al entrar ahí estaba él, Min Yoongi sentado en una banca del pasillo charlando con sus amigos, esa era la oportunidad de Nam para decirle a Yoongi.

El peliazul miró a Jimin quien apretó levemente su hombro en señal de apoyo, eso le dio a Nam el indicio para ir hasta Yoongi.

—Yonnie...—Llamó el peliazul cuando el de cabellos negros posó su vista en él.

—¿Qué quieres Nam?— Preguntó Yoongi.

—¿Podemos hablar... En privado?

—Hum... Está bien— Respondió y siguió a NamJoon hacia una de las aulas vacías —¿Y de qué quieres hablar?

—Pues... Verás... Creo que deberías leer esto—Dijo NamJoon con la voz temblorosa entregándole el documento a Yoongi.

El azabache lo desdobló y comenzó a leerlo, cada vez frunciendo más su ceño, claramente estaba molesto, más bien, estaba sacado de onda por todo lo que estaba leyendo ¿Cómo era posible eso?

—Nam ¿Me quieres tomar de estúpido?—Preguntó Yoongi frunciendo el ceño.

—¿Qué? ¡No! ¡Yoongi eso es cierto! ¡Estoy esperando un hijo tuyo!—Dijo Nam alterado viendo fijamente a Yoongi.

—¡Eres hombre! ¡Maldita sea eres un hombre NamJoon!— Gritó Yoongi molesto —¡¿A caso crees que soy tan idiota?!— Preguntó molesto.

—¡Sí! ¡Sí creo que seas un idiota! ¡Pero eres un idiota por no creerme! ¡¿Alguna vez te mentí?! ¡¿Crees que bromearía con algo tan delicado como esto?!— Los ojos de Nam estaban cerrados mientras gritaba, sobretodo porque las lágrimas ya resbalaban de ellos.

—¡¿Y en serio quieres que te crea?! ¡Bien! ¡Supongamos que te creo!—Dijo alterado —¡¿Cómo puedo saber que yo soy el padre?!

—¡Por que eres el único imbécil con el que me acosté! —Gritó con la voz rota y al fin dejando caer sus sollozos.

—¡¿A sí?! ¡¿Y qué me dices de Park?!—Gritó.

—¡¿Jimin?! ¡Jimin es sólo un amigo! ¡Mi mejor amigo!— Gritó frustrado llevando sus manos a su cabello hasta jalarlo.

—¡Como sea Nam! ¡Pero yo tengo una reputación que mantener! Ve que haces con tu bastardo porque yo no me haré cargo ¡Tengo una vida! ¡Tengo un sueño! ¡No voy a tirar todo eso por la borda sólo porque tú eres un anormal que puede tener hijos! ¡¿Entiendes?!— Gritó.

De repente un golpe seco se dejó escuchar por toda el aula vacía. Nam había abofeteado con fuerza a Yoongi, tanto que el rostro del susodicho había quedado mirando hacia otro lado. Cuando Yoongi regresó la vista se sintió un poco culpable por lo que dijo pues ante él estaba NamJoon viéndolo a los ojos fijamente, con una mano en su boca y sus ojos abiertos por la ira y el miedo de los cuales caían las lágrimas, su respiración irregular y su temblor corporal lo hacían ver devastado.

—Si somos una molestia... Entonces me alejaré de ti... ¡No vuelvas a hablarme! ¡No vuelvas a buscarme! ¡Y sobretodo nunca te vayas a acercar a mi hijo porque juro que te haré pagarlo!—Gritó y luego salió corriendo de ahí hacia donde estaba Jimin quien lo abrazó con fuerza dejando que el chico se desahogara.

— No te preocupes, yo estaré aquí, para ustedes —Susurró Jimin acariciando la espalda de Nam con suavidad y cariño.

Era hora de llevar a cabo lo que se prometió, impedir que vuelvan a dañar a su amigo, nadie iba a hacerle daño si él podía evitarlo y así lo haría.

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¡Actualización del día! ¿Les gusto? Yo espero que sí, recuerden, acepto quejas, sugerencias, etc.

Dedicado para mi amiga Jaydi con todo mi Love 💝❤